La crisis afgana

Debo decir que Biden ‘no es santo de mi devoción’, a lo largo de su vida política cometió más de una pifia, en ocasiones fue débil o pusilánime, a manera de recordatorio podemos citar que no aprobó la captura de Osama bin Laden siendo vicepresidente junto a Obama, pero en los siete meses ocupando la Casa Blanca ha tenido un comportamiento adecuado, aceptable y en particular ha desarrollado políticas muy positivas y correctas en la lucha contra la pandemia, muy alejado del caos generado por la anterior administración y ha traído a ese recinto una corriente de aire fresco, de decencia, sobriedad y cordura, alejado de las intrigas, escándalos y escandalillos que fueron la norma de su predecesor, que por cierto trata, y lo logra, por todos los medios el mantener su presencia en la prensa[1].

Biden tiene responsabilidad en la forma en que se organizó, o más bien se desorganizó, la retirada de las tropas y el personal afgano que cooperó con los norteamericanos durante estos veinte años de ocupación militar, también la tiene por la poca o ninguna coordinación con los países que brindaron su apoyo como parte de las fuerzas de la OTAN, pero esta debacle tiene sus raíces en los acuerdos firmados en febrero de 2020 con los talibanes, esos acuerdos de los que ahora ni Trump, ni Pompeo parecen acordarse, con el cual le dieron a los talibanes una personalidad política, fue un acuerdo entre la primera potencia mundial con una banda de asaltantes de caminos, de traficantes de drogas, de criminales, de terroristas. Eso fue inaceptable.

¿Fue entonces un error de Biden el cumplir con los acuerdos de Doha? En la práctica esos acuerdos se venían cumpliendo por EEUU casi inmediatamente después de la firma del acuerdo con los talibanes, es decir que la retirada de las tropas comenzó cumpliendo el calendario establecido para que EEUU y la OTAN retiraran sus fuerzas: en los primeros 100 días, reducirían las tropas de 14.000 a 8.600 y dejarían cinco bases militares, en los siguientes nueve meses EEUU y sus aliados completarán la retirada de todas las fuerzas restantes de Afganistán; mientras la coalición cumplía los acuerdos los talibanes atacaban al ejército afgano lo cual fue evidenciando dos cosas: primero que los talibanes no pretendían cumplir con su parte en los acuerdo y segundo que el ejército afgano entrenado, armado y aprovisionado por los contribuyentes norteamericanos no demostraban ninguna voluntad de defender al gobierno corrupto y envilecido, de su país.

¿La guerra en Afganistán estaba justificada? En mi opinión lo estuvo, era necesario derrotar en su terreno a los propiciadores, instigadores, colaboradores y organizadores del ataque terrorista del 9/11, no fue el caso de la invasión a Irak, que no tuvo participación en esos hechos y no poseían las armas de destrucción masiva que con demostrada falsedad era acusado por el gobierno de Bush. Pero lo que no tiene justificación es el intentar convertir a esos países en democracias amigas del occidente, eso estaba destinado al fracaso desde el inicio, y en el caso de Irak el fracaso se precipitó por los mayúsculos errores cometidos, por los múltiples e incapaces ‘procónsules’ norteamericanos.

En el caso de Afganistán su historia le hubiese indicado a cualquier político con un nivel medio de razonamiento y conocimientos que la tarea era una ‘misión imposible’. Un país con decenas de tribus que controlan determinados territorios y mantienen si no una lucha una paz tensa entre si; dos idiomas más o menos oficiales y se hablan media docena más. Donde nunca históricamente se logró un Estado que uniese todo el territorio, ni los talibanes (1996-2001) lograron controlar los territorios de la Alianza del Norte. Tampoco lograron el control de los ‘señores de la guerra’ que se peleaban entre si y de cuando en cuando también contra los talibanes, las tropas de la Coalición y las de los diferentes gobiernos afganos a lo largo de la historia. Afganistán es un territorio, ni un Estado, ni propiamente una nación, donde ingleses, soviéticos y ahora los norteamericanos han fracasado estruendosamente, al parecer ninguno logró entender contra qué se enfrentaban.

¿Debía EEUU retirarse de Afganistán? En mi opinión no había otra solución para una guerra que no se había perdido pero que no se podía ganar ni en cien años, ni en mil años. Era una guerra sangrienta, como todas, donde las primeras víctimas eran los afganos de cualquier grupo, tribu o etnia, combatientes o no. Y junto con ellos miles de norteamericanos. Esto sin considerar los miles de millones gastados infructuosamente en equipos militares y en recursos para intentar, también infructuosamente, en ganarse a una población que en definitiva veían a las tropas de ocupación como invasores de su territorio o zona de influencia y control.

Ahora EEUU es acusado de abandonar a los afganos, a las mujeres y niñas que respiraron por veinte años un relativo aire de libertad, que, a partir de la retirada, desordenada y mal concebida, tendrán que enfrentar la sharía sexista, homofóbica y xenofóbica del extremismo islámico de los talibanes, pero ¿qué hicieron los afganos, bien armados, pagados y entrenados, para evitar que en once días los talibanes volviesen al poder? Poco o nada. Empezando por el corrupto presidente Ashraf Ghani que huyó a los primeros indicios del avance talibán a pesar de que cínicamente le aseguró, al inaceptablemente ingenuo Biden, que él defendería su gobierno, y Biden, torpemente, le aseguró al pueblo norteamericano que por lo menos en tres años los talibanes no podrían recobrar el poder.

Ahora los afiebrados ‘halcones’ consideran que EEUU no debió retirarse, o incluso hablan de haber mantenido una base militar en territorio afgano, como la que EEUU posee en Corea, Japón, Alemania u otros países, como si las circunstancias y los objetivos fuesen similares, increíble idiotez. ¿Cuándo y bajo qué circunstancias la retirada de EEUU de Afganistán sería correcta y aceptable? Sospecho que nunca, mientras los afganos no actúen como los verdaderos, reales y decididos constructores de su nación, lo cual al parecer no son.

Ahora cada imagen o noticia de un asesinato cometido por los talibanes, el atropello de una mujer o una niña, el cierre de las escuelas, la imposibilidad de las mujeres de ejercer las profesiones gracias a los estudios que alcanzaron durante la ocupación norteamericana y el largo resto de las sevicias a las que se verán sometidos las mujeres, como también los hombres, serán responsabilidad de EEUU, cuando todo ello es de la total y completa responsabilidad de los mismos afganos, pero sin lugar a dudas que Biden tendrá que pagar por todo ello, y una parte de las críticas y ataques de los medios le corresponde por, y ya lo hemos dicho, por su torpe candidez y su inadecuada concepción de la inevitable salida de la tropas norteamericanas, que se acordó hace casi año y medio con el beneplácito y aprobación de Trump.

[1] Por ejemplo, en el portal de MSN, que no precisamente simpatiza con él, Trump ocupa alrededor de un 30 % como promedio de las noticias en primera plana

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