Locura mediática

A inicios de enero de este año, el libro Fire and Fury de Michael Wolff salió con bombos y platillo y fue recibido con espectacular interés por la prensa. Sin embargo, la salida del libro Media Madness: Donald Trump, the Press, and theWar over the Truth, de Howard Kurtz, un par de semanas después, pasó sin penas ni glorias, con lo cual se confirmaba la tesis de su autor: todo lo que tenga que ver contra Trump será multiplicado hasta la saciedad por los medios, de no ser así ni se menciona.

Howard Kurtz ha dedicado cinco libros al estudio del papel de los medios y sus problemas, este último, dentro de su posición conservadora realiza un amplio análisis del desmesurado tratamiento, en su opinión, de la actual presidencia. Mientras el de Michael Wolff se basa fundamentalmente en chismes palaciegos, escándalos y tiene como contrafigura a Steve Bannon, el de Kurtz es un detallado análisis de las meteduras de patas, falsedades, medias verdades, y demás idioteces cometidas por Trump y tiene como contrafigura a Kellyanne Conway la que e hizo famosa por aquello de los “alternative facts”.

El estudio de Kurtz sobre el comportamiento de los medios hacia Trump comienza desde su primer día en la presidencia y la pretensión del presidente electo de que la participación del público en el acto de inauguración fue el mayor nunca existido, lo que inició un feroz debate que le dio paso a la más que desafortunada frase de la Conway que mencionamos más arriba.

A partir de ahí todo fue en crescendo y más leña fue echada al fuego con lo del “fake news”, la consideración de Trump de que la prensa es enemiga del pueblo y la definición de Bannon de que los medios son el partido de la oposición. De acuerdo a la visión de Kurtz, todo ello fue una sublimación en la respuesta de la presidencia al continuo ataque de los medios que tuvieron responsabilidad en la escalada de los ataques por ambas partes.

Una anécdota refleja con cierto sentido del humor y bastante ironía esa escalada y ocurre durante el primer viaje del presidente al exterior, y él le pregunta a Conway que cómo ella veía el periplo, y la respuesta de ella fue que muy bien ya que en los medios no se dice absolutamente nada.

En sus palabras finales Kurtz menciona lo que Jimmy Carter le dijo a la columnista Maureen Dowd: “los medios han sido con Trump más duros que con ningún otro presidente… se han sentido libre de decir que Trump está mentalmente trastornado”.[1]

Esa opinión de Carter, que tampoco fue muy bien tratado por los medios, la ratificó el pasado domingo 25 de marzo cuando en una entrevista en Sunday Morning de la CBS señaló: “Pero prefiero que no se le impugne, que pueda cumplir su mandato, porque creo que quiere hacer un buen trabajo. Y estoy dispuesto a ayudarlo, si puedo ayudarlo, y darle el beneficio de la duda”.[2]

Para más adelante agregar: “Me han preocupado algunas de las cosas que ha decidido. Creo que su última elección como asesor de seguridad nacional fue desacertada. Creo que John Bolton ha sido el peor error que ha cometido”.[3]

El libro de Kurtz resulta de gran interés tanto para los trumpistas como para los antitrumpistas, ya que no solo destaca el controvertido papel de la prensa en la formación de una imagen adecuada de Trump, sino que además brinda una detallada relación de todos los desaciertos, mentiras flagrantes, errores político elementales y demás fallas de la actual administración.

[1] “the media have been harder on Trump than any president… feel to claim that Trump is mentally deranged.”

[2] “But my own preference would be that he not be impeached, but that he be able to serve out his term, because I think he wants to do a good job. And I’m willing to help him, if I can help him, and give him the benefit of the doubt.”

[3] “I have been concerned at some of the things he’s decided. I think his last choice for national security adviser was very ill-advised. I think John Bolton has been the worst mistake he’s made.”

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