Los «social media»… y yo

No tengo nada en contra de los ‘social media’ pero tampoco soy un fanático usuario de estas, es más prácticamente nunca las utilizo y tengo cuenta abierta en tres de ellas debido a que el presidente de la compañía donde trabajo prácticamente me obligó a abrir una cuenta en LinkedIn y mi hija por no sé qué enrevesados motivos me abrió cuentas en Twitter y en Facebook, es decir que si por mí hubiese sido hoy no tendría ninguna.

¿Cómo me ha ido con mis social media? Na, ni bien ni mal. Gracias a Facebook conocí a varios luyanosenses de dos o tres generaciones posteriores a la mía, ya que uno de ellos muy cortésmente, después de haber leído un par de artículos míos en CUBAENCUENTRO sobre Luyanó, me invitó a colaborar con la página dedicada a esa barriada, no me quedó más remedio que hacerlo, pero eso trajo consigo que un fugaz cuñado de mi adolescencia me contactara preguntándome si yo era el mismo personaje que novió con su hermana, no me quedó otra opción que aceptar mi responsabilidad y ello condujo a que la que fuese mi adolescente novia me contactara y así una cadena de persona que fueron muy amables pero que en realidad yo no recordaba ni aún recuerdo.

En LinkedIn me fue mucho mejor ya que aquí solo me contactaban compañeros de trabajo para felicitarme por mi cumpleaños o para contarme algún chiste más o menos simpático. Y para mi sorpresa desde Cuba una persona que había obtenido su doctorado abordando un tema en el que yo había incursionado y que incluso, para mi aún mayor sorpresa, había citado en su tesis de grado un brevísimo trabajo que yo había publicado allá, entiendo que hay poca bibliografía sobre el tema, pero se la jugó; humildemente le envié en formato pdf el librito que escribí posteriormente sobre ese dichoso asunto y que publiqué en estos lares. Hasta ahí mi experiencia con LinkedIn.

¿Y con Twitter? ¡Fatal! Nunca había tuiteado y la primera vez que lo hice me bloquearon, así de golpe y en mi opinión sin motivo. Les cuento: Una dama llamada Kari Lake que fuese una presentadora de la televisión local de Phoenix, Arizona, ha decidido postularse para el cargo de gobernadora del estado ya que el actual es un RINO, entiéndase que no es un rino-ceronte sino un “Republican In Name Only”, y fue incapaz de cambiar los resultados de las elecciones de 2020 para que así triunfase Trump que es quien realmente ganó —según el mismo Trump, esta dama, y cientos de miles o millones de republicanos— pero no siendo suficiente para esta imperturbable acólita del trumpismo desbordado, en su desmedida lealtad propuso en un twitter, ni más ni menos, lo siguiente:

“Who thinks President Trump should be added to Mt. Rushmore” (¿Quién piensa que el presidente Trump debería agregarse al monte Rushmore?).

Como me pareció una propuesta seria, muy seria, y que quizás estaba iniciando una campaña que podría ser exitosa consideré imprescindible advertir a la pretensa candidata sobre un pequeño detalle, que claro está se podría solucionar con un poco de iniciativa, y escribí mi primer y probablemente mi último twitter en el que compartía mi más sincera opinión:

“Ok but must die first” (Está bien, pero tiene que morirse primero)

En mi criterio no hay nada ofensivo en mi twitter, ninguno de los presidentes representados en Mt. Rushmore estaba vivo cuando se esculpieron sus rostros, ¿o yo estoy equivocado? Es decir que aparentemente una condición ineludible es que estén muertos y eso fue lo que yo le indique, que Trump tenía que morirse primero, pero al día siguiente recibí un email de ‘Twitter’:

“Your account, @WaldoAcebo has been locked for violating the Twitter Rules. Specifically, for: Violating our rules against abuse and harassment. You may not engage in the targeted harassment of someone or incite other people to do so. This includes wishing or hoping that someone experiences physical harm.” (Su cuenta, @WaldoAcebo ha sido bloqueada por violar las Reglas de Twitter. Específicamente por: Violar nuestras reglas contra el abuso y el acoso. No puede participar en el acoso selectivo de alguien ni incitar a otras personas a que lo hagan. Esto incluye desear o esperar que alguien sufra daño físico.)

Totalmente injusto que me trataran a mi como habían tratado, con miles de razones, a Trump; claro la de él fue permanente y la mía al parecer no, e incluso me invitaron a que arreglase mi twitter, cosa que no pienso hacer. Valoré que eso haría más difícil que ganara una demanda contra Twitter, aunque también pensé que no creo que la ganara ya que no tengo el billete suficiente para contratar un abogado adecuado y por otra parte no conozco a ninguno en Hialeah que se dedique a estas demandas. Así que me quedaré bloqueado hasta que ellos quieran, total si no pienso tuitear más nunca.

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