Actualizado: 27/03/2024 22:30
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Perú-Chile

Relaciones renovadas

Alan García y Michelle Bachelet logran el descenso de la tensión entre los dos países, a pesar del pasado y de Chávez.

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"Sólo un ignorante absoluto en temas económicos puede estar en contra de la importación más sana que hay, cual es la llegada de capitales frescos y nuevos, que encima no son 'golondrinos', sino permanentes, y añade que ese dinero ha creado trabajo aquí, ha dado movimiento mercantil, ha generado crecimiento de la oferta en proveedores, ha innovado prácticas empresariales, ha traído know-how nuevo, ha ensanchado las posibilidades de crédito para que la gente pueda consumir, ha traído nuevos bienes de uso masivo".

Más allá de los beneficios que representa el tratado y los contados puntos que por conflictivos quedaron en espera, no se hurtó la mirada a la inmigración peruana en Chile —también generadora de roces—, la cual recibirá garantías en la esfera laboral y social.

Tal vez el ministro de Exteriores chileno, Alejandro Foxley, definió al Alan García del actual período, cuando señaló que él plantea una fase renovada de las relaciones entre Chile y Perú.

Otra vez Chávez

Si La Moneda asegura que está escuchando opiniones para tomar una decisión final respecto a la silla de Venezuela en el Consejo de Seguridad, Alan García, por su parte, no se ha abroquelado en el lógico enojo que las descalificaciones del populista le provocaron.

Para cualquier pupila atenta, las coincidencias de la izquierda —según las conciben Chile, Brasil y Perú— distan buen tramo de lo que, también desde la izquierda, pretende el presidente venezolano. No por gusto García dirigió sus pasos, luego de resultar electo, al gigante sudamericano primero y luego a Chile.

Al finalizar en junio pasado su breve estancia en este último país, rechazó la idea de que pretenda un bloque (Brasil, Chile, Perú) menos ortodoxo respecto al que lidera Chávez, y en un intento de definición añadió: "Nosotros coincidimos en nuestra posición democrática de respeto de libertades, de no injerencia en los países, y de no uso de la violencia contra los ciudadanos, pero no estamos formando ningún bloque contra Chávez".

"Eso sería hacer por reacción —subrayó— lo mismo que esa persona ha querido hacer con nuestros países, es decir, vender un modelo, y de ninguna manera la democracia".

Muy probablemente García se encuentra empeñado en borrar la mala imagen de su primer mandato, lo cual le aporta acaso una flexibilidad enriquecedora de la política.

Hace pocos días, su canciller, José A. García Belaúnde, dijo a la prensa que el mandatario está dispuesto a reunirse con su homólogo venezolano cuando éste lo crea conveniente.


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