Un artefacto mediático más

Haber incluido a las FARC en esa lista, significa que Europa le ha "hecho el juego a Estados Unidos. Tacharnos de terroristas es una arma política utilizada por Uribe", agrega el portavoz e insiste en que los predecesores de Uribe dialogaron con las FARC, en tanto este "rechaza la discusión sobre una salida de paz y de justicia social".

"Con Uribe no podemos concluir la paz porque él está programado para la guerra. Una fuerza beligerante significa una fuerza reconocida por los otros gobernantes como un actor político que lucha por intereses diferentes que los del gobierno establecido (…) Nosotros somos una organización político-militar contra el Estado. Una oposición política al régimen actual con vistas a la creación de otro (…) La firma del acuerdo humanitario es la antecámara para una salida institucional, gubernamental", señala Reyes.

En ese sentido, apunta que las FARC proponen "la composición de un nuevo gobierno que realmente quiera la paz y busque resolver los problemas que afectan a los colombianos por la vía de la concertación. Es necesario un gobierno patriótico, democrático, pluralista, que sea garante de los acuerdos que resuelvan la injusticia social, política, económica, y asegure la paz (…) Por supuesto que esos acuerdos deben ser sometidos a un proceso de referéndum vía una Asamblea constituyente con el fin de elaborar un nuevo texto fundamental para Colombia".

¿No suena familiar este discurso? Queda claro que las FARC tienen un plan general que nadie va a interrumpir. Una salida humanitaria no es su primera preocupación, ni la liberación de los rehenes está supeditada al cumplimiento de ese plan.

Con las manos vacías

Esta es la verdadera respuesta de las FARC a Sarkozy. La mediación de Chávez fue un artefacto mediático más. Significó ganar tiempo para las FARC, mientras se montaba la maquinaria electoral que desembocará en el referéndum y la constituyente. Un escenario que no tiene nada de inédito en el marco del proyecto "bolivariano" del socialismo del siglo XXI.

Si cayera Colombia, ya no habría obstáculo para que se haga realidad el proyecto de la confederación cubano-venezolano-andina, prevista en el artículo 153 de la reforma constitucional que se someterá a aprobación el próximo 2 de diciembre, cuando Venezuela pase de una semidictadura a una dictadura total, según el analista Alexandre Adler.

Los comentarios en los informativos de radio y televisión fueron unánimes en Francia: Chávez vino con las manos vacías, después de haber jurado que traería las pruebas de vida de Ingrid Betancourt. "¿Por qué no se calló el César tropical?", preguntó Hervé Vouët, comentarista del programa político más importante de la cadena LCI, y acto seguido, sintonizó el clip del pasodoble español que está haciendo furor en el mundo, ¿Por qué no te callas?, con las imágenes caricaturales que lo acompañan. A la salida del palacio del Eliseo, el teniente coronel cantó una ranchera y "se fue en palabras" para "ahogar el pez", expresión francesa que significa eludir un tema engorroso.

Mientras duraba la ya poco original puesta en escena del "César tropical", el ministro venezolano del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, se ocupaba de cosas serias. Se reunió con el patronato francés y le propuso invertir en Venezuela, en particular en la franja del Orinoco, pues Caracas no está "en contra de las inversiones privadas". Y quién sabe qué otro tipo de compras de juguetes se negociaron entre bastidores, mientras los hijos, hermana y madre de Betancourt eran objeto ante las cámaras de televisión del cariño desbordante del teniente coronel Chávez. Cuando todavía se podía citar a Marx, eso se llamaba "división social del trabajo".

"Chávez llegó con las manos vacías", fue el titular de todos los medios franceses. Este nuevo acto del drama de los rehenes de las FARC, muestra que se trata de una fase de un plan político, cínicamente disfrazado por esa organización como acuerdo humanitario y en el que se explotan los sentimientos de los familiares. Han jugado con la diplomacia francesa, que se caracteriza por su sutileza y serenidad, y en este caso ha dado muestras de torpeza, incluso de ingenuidad.

Es absolutamente comprensible que los familiares presionen y toquen a todas las puertas para recuperar a sus seres queridos, pero una diplomacia experimentada no debe confundir que un acuerdo humanitario exigido por las FARC, es un acuerdo político, y que el único interlocutor válido es el gobierno de Colombia.

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