Actualizado: 18/04/2024 23:36
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América Latina

Un cuarteto peligroso

Chávez, Morales, Ortega y Correa descartan la democracia representativa y la economía de mercado como las mejores vías para el progreso.

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Las elecciones libres y justas se han convertido en algo habitual en América Latina. Luego de la agitada temporada electoral del año 2006, el Latinobarómetro registró el apoyo regional más fuerte, en su historia, hacia la democracia.

Numerosas elecciones recordaron a todos los ciudadanos sus derechos y libertades, ganados con dificultad y tesón. Además, estos tres años de crecimiento económico sostenido han reforzado las esperanzas de movilidad social. De eso se trata, de la libertad y una vida mejor.

En sus recientes tomas de posesión, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Rafael Correa se expresaron con distintas voces. De modo contrario a la mayor parte de los latinoamericanos, descartaron la democracia representativa y la economía de mercado como las mejores vías para el progreso. Sin embargo, sus recetas —la democracia directa y las economías centralizadas por el Estado— han fracasado en el pasado y, de seguro, fracasarán de nuevo.

Sin duda, las democracias y los mercados no han respondido del todo a lo esperado, causando cierta ira justificada en algunos sectores. Cuando las instituciones no responden y no se distribuye el crecimiento, los ciudadanos tienden a escuchar lo que dicen los Chávez, Ortega y los Correa. Es así de sencillo. El tema, sin embargo, es cómo van a gobernar cada uno de ellos en el futuro inmediato.

Venezuela

Desde antes de su toma de posesión, Chávez dio muestras de radicalización. Las nacionalizaciones en los sectores de telecomunicaciones y electricidad financiarían el "socialismo del siglo XXI". Privar al Banco Central de su autonomía destruiría los últimos controles sobre el gasto gubernamental.

Chávez está buscando una presencia estatal expandida en los campos petroleros del Orinoco. Si el Estado ya participa en empresas colectivas con las compañías petroleras extranjeras, ¿están las expropiaciones pensadas para un futuro cercano?

La democracia directa es una designación encubierta para el poder ilimitado, y Chávez es un acaparador magistral. Todos los partidos chavistas pronto serán disueltos para favorecer a un partido único en el poder. El presidente solicita del Congreso una ley, con un año de duración, para gobernar por decreto. Intenta darle nueva forma a la economía, dar poder a los consejos locales y modificar la Constitución para que permita la reelección indefinida.

Los venezolanos están entre los mayores simpatizantes de la democracia en América Latina. La oposición —que logró el 38 por ciento de los votos en la elección de diciembre— debería elaborar protestas inteligentes a la anunciada radicalización de Chávez. Si se extralimita en el ámbito político, los llamados ni-nis —ni con el gobierno ni con la oposición— quizás entrarían en acción. Puede ser que Chávez aún muestre un punto débil crítico.


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