Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Irán

Un hermano inconveniente

El acercamiento de Ahmadineyad a Latinoamérica produce divisiones en la izquierda y críticas en Teherán.

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La reciente gira por América Latina del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad sirvió para fortalecer la alianza con su homólogo venezolano Hugo Chávez. También para trazar planes conjuntos para influenciar en "terceros países", dejar algunas promesas en Managua y provocar situaciones embarazosas al nuevo presidente de Ecuador, Rafael Correa.

En Caracas, Chávez y Ahmadineyad anunciaron la creación de un fondo de 2.000 millones de dólares para financiar proyectos de desarrollo en sus países y en otros latinoamericanos y africanos.

"Esto es sólo el preludio de lo que haremos", dijo Chávez en la alocución televisada en la que dio cuenta de lo que fue la visita del mandatario iraní.

"Seamos capaces de derrotar las amenazas imperialistas para construir un mundo nuevo, que es un viejo sueño", agregó y destacó que el monto del fondo se incrementará progresivamente para "apuntalar inversiones también en otros países, sobre todo en aquellos cuyos gobiernos estén haciendo esfuerzos por liberarse del yugo imperialista" de Estados Unidos.

"Este fondo pesado y estratégico, hermano —dijo Chávez a Ahmadineyad—, se va a convertir en un mecanismo de liberación", en el marco de la construcción internacional de "una red de alianzas".

Por su parte, el mandatario iraní detalló que, además de servir para el desarrollo bilateral, el fondo financiará proyectos de desarrollo productivo en países de Latinoamérica y África, contribución a la que dijo están obligados como países petroleros, al igual que lo están de "promover el pensamiento revolucionario" para hacer frente a "la dirección incorrecta de los países poderosos".

Frentes abiertos

La alianza del presidente iraní con Chávez y sus incendiarios discursos pronunciados en América Latina fueron criticados por los opositores de Ahmadineyad en Teherán, quienes no olvidan que lo que se esperaba, como principal resultado de los compromisos asumidos con el gobierno de Caracas, no pudo ser cumplido.

Chávez había asegurado que Venezuela ocuparía un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y allí sería fiel defensor de los intereses iraníes. Es conocido el espectacular fracaso de la diplomacia venezolana, después de múltiples votaciones en la Asamblea General de la ONU.

En Teherán, los opositores de Ahmadineyad, cada vez más numerosos e influyentes, no olvidan que el 23 de diciembre el Consejo de Seguridad aprobó "por unanimidad" una resolución que impone sanciones al comercio iraní "de materiales nucleares sensibles y tecnología".

Ahmadineyad estuvo en Venezuela en septiembre último y selló con su colega suramericano una "alianza estratégica" con ambiciosos acuerdos de cooperación bilateral y la voluntad de luchar conjuntamente contra lo que llamaron "opresiones de la hegemonía mundial".

El gobernante iraní dijo en esa oportunidad que ambas naciones están dispuestas a "desarrollar relaciones en todas las áreas" y que comenzaban con una treintena de acuerdos, complementarios a uno anterior que permitió la instalación en Venezuela de una fábrica conjunta de tractores y otra de bicicletas.


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