Actualizado: 07/05/2024 1:47
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Irán

Un hermano inconveniente

El acercamiento de Ahmadineyad a Latinoamérica produce divisiones en la izquierda y críticas en Teherán.

Enviar Imprimir

Objetivos en Managua

El objetivo de la visita del presidente iraní a Nicaragua fue muy bien definido por el ex canciller nicaragüense, Emilio Álvarez Montalván: "Nicaragua es un voto en Naciones Unidas y todo lo que es apoyo en diplomacia es interesante". Todo un reflejo de la visión oportunista del estreno de Daniel Ortega en su nuevo mandato presidencial.

Irán y su nuevo aliado latinoamericano, Nicaragua, firmaron un acuerdo de cooperación en distintos sectores, incluido explorar un tratado de libre comercio, aunque no se concretó la condonación de una deuda por 152 millones de dólares al país centroamericano.

El convenio incluye numerosas obras, entre ellas la construcción de represas hidroeléctricas de agua potable y sistemas de riego, estudio de desarrollo portuario, cooperación pesquera, desarrollo del sector energético, edificación de viviendas populares, fabricación de automotores, educación y comercio.

Se convino también la reapertura de sedes diplomáticas en las capitales de ambas naciones a nivel de embajadores, y la creación de una comisión mixta a nivel de cancilleres, que se reunirá anualmente de manera alterna en ambos países.

Lo que probablemente no esperaba Ortega era que su huésped aprovechara el escenario de Managua para arremeter contra Washington.

Ahmadineyad dijo que Irán apoyará "sin cesar" los movimientos de independencia "en cualquier parte del mundo", en alusión a las acusaciones de Estados Unidos de que su régimen promueve la violencia en Irak. El presidente iraní, además, culpó a las "potencias" por la pobreza y violencia que se sufre en la Tierra.

"Nosotros apoyamos sin cesar a los movimientos de independencia en cualquier parte del mundo", enfatizó el mandatario iraní, en clara respuesta a la advertencia de Washington de que tomará más medidas para desarticular el apoyo iraní a los insurgentes en Irak. Indicó que ese apoyo lo ofrecerán en "todos los rincones del mundo", sobre todo en América Latina.

"En África, en Asia y en otras regiones están decididos, están despertando y están opuestos a la arrogancia, sea cual sea su origen", agregó.

Un invitado incómodo

En Ecuador, la presencia de Ahmadineyad provocó dos importantes fisuras en el emergente bloque de gobiernos de izquierda de Suramérica. El presidente argentino Néstor Kirchner evitó viajar a Quito para asistir a la toma de posesión de Rafael Correa, cuya candidatura a la presidencia apoyó; mientras que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien mantiene una excelente relación con Correa, apenas permaneció unas horas en Quito y ni siquiera participó en el banquete ofrecido en honor de las delegaciones extranjeras.

El diferendo con Kirchner se debe a que la justicia argentina responsabilizó a Irán por el atentado terrorista que causó 85 muertos y al menos 151 heridos, al arrasar con la sede de la mutualista judía AMIA de Buenos Aires, el 18 de julio de 1994.

"Fue una decisión tomada por las más altas autoridades del gobierno de Irán", que "le encomendaron" al grupo terrorista Hezbolá "la organización del atentado", afirmó el fiscal Alberto Nisman, a cargo de una unidad especial creada para investigar el ataque.

El fiscal señaló que por tal motivo ha solicitado al juez a cargo del caso la captura internacional de ocho iraníes, entre ellos el ex presidente Alí Akbar Hashemi Rafsanjani, y los ex ministros Alí Akbar Velayati, de Relaciones Exteriores, y Alí Fallahijan, de Información y Seguridad. También las del ex comandante de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, el ex jefe del Servicio de Seguridad de Hezbolá Imad Fayez Moughnieh, el ex líder de las Fuerzas QUDS Ahmad Vahidi y de dos antiguos funcionarios de la embajada de Irán en Buenos Aires, Moshen Rabbani y Ahmad Reza Ashgari o Mohsen Randjbaran.

La decisión de atentar contra la mutualista fue tomada "el 14 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad, en el marco de una reunión del llamado Comité de Asuntos Especiales, integrado por las más altas autoridades políticas y religiosas del régimen", agregó.

El dictamen dio por probado que Irán utilizó la misma "matriz terrorista" que en otros ataques perpetrados en Europa y que su embajada en Buenos Aires se convirtió en una "estación de inteligencia que preparó" el terreno para el atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita (AMIA).

Los dirigentes latinoamericanos y africanos que van a recibir esos fondos de ayuda promovidos por el eje Teherán-Caracas deberían tomar en cuenta estos antecedentes, porque corren el riesgo de que se les aplique aquel viejo refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres".

En lo que se refiere a las críticas internas, Ahmadineyad trató de poner buena cara y encajar los señalamientos de sus adversarios.

Al asistir a la celebración del decimosegundo aniversario del diario Irán Daily, el mandatario iraní declaró que se debe atender a las críticas cuando estas "son constructivas y tienen como base una información seria". Incluso propuso que existiese una columna en el diario para publicar críticas a su gobierno y al Parlamento (Majlis). "La crítica es un síntoma importante para una sociedad que trabaja para ser perfeccionada", agregó.

En política interna, resulta evidente que Ahmadineyad tiene que ganar tiempo para conseguir capear el temporal, en particular después de la derrota electoral que sufrió en los comicios municipales del pasado 15 de diciembre.

En este aspecto, de nada le servirá la ayuda del "hermano" Chávez.


« Anterior12Siguiente »