Actualizado: 06/05/2024 0:13
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Hungría

Una leyenda de la Guerra Fría

El futbolista Ferenc Puskas tuvo que sortear un laberinto de obstáculos en uno de los regímenes comunistas más severos de su tiempo.

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Sólo nos quedan los recuerdos

Ferenc Puskas capitaneó el "equipo de oro" de Hungría durante los años cincuenta y lo llevó hasta el partido final de la Copa del Mundo en 1954, cuando perdió frente a Alemania. Según los cronistas, hasta ese día el fútbol no había conocido momentos tan gloriosos como el protagonizado por el húngaro, quien galopaba tras la bola como si volara.

Su club, Kispest, fundado por su padre, fue adoptado entonces por el Ejército, que lo rebautizó como Honved. Sin embargo, recuerda el futbolista, "a través de mi carrera, donde hubo actuaciones a sangre y fuego, siempre fui observado con lupa por la línea dura del entonces Partido Comunista Húngaro".

Y es que Puskas no podía disimular su rechazo al régimen comunista, con cuyas ideas no comulgaba. La revolución de 1956 y la entrada de los tanques rusos en Hungría pusieron final a la primera etapa de su carrera. Formó parte del levantamiento y fue castigado con 18 meses de suspensión. Tenía entonces 30 años, sufrió una depresión, engordó, hasta que Santiago Bernabeu, entonces presidente del Real Madrid, le ofreció un contrato para que jugara con ese equipo.

Fue el momento en que el gran Puskas comenzó su segunda etapa como futbolista, convirtiéndose en el mejor del mundo por ser quien más goles marcara en los clubes internacionales de todos los tiempos.

Puskas hizo para Hungría 83 goles en 84 juegos internacionales, entre 1945 y 1956, y ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1952. Para España, marcó 35 goles en 37 juegos de Copas Europeas con el Real Madrid, entre 1960 y 1965. Su récord mayor fue durante la Copa de 1960 en Glasgow, donde hizo cuatro goles en los primeros 30 minutos de un juego.

Cuando terminó con el Real Madrid, inició una etapa de trabajo como coach en distintos países, hasta 1991, cuando regresó a Hungría, convertida en un país democrático "pero con una situación desastrosa en fútbol", según Puskas. "En mis tiempos Hungría podía derrotar a Italia, a Brasil, a Alemania, a Inglaterra, pero ahora sólo nos quedan los recuerdos".

'Bala de cañón' y 'Alcalde galopante'

Nacido el 2 de abril de 1927 en Budapest, Hungría, durante su vida deportiva fue apodado "bala de cañón" y "alcalde galopante". En los clubes Kispest y Honved metió 354 y 357 goles, respectivamente, y en el Real Madrid, 528. Su equipo ganó cinco ligas en Hungría y cinco en España, tres Copas Europeas y una Olímpica. Fue considerado el sexto mejor jugador de fútbol del siglo XX por la Federación Internacional de Fútbol.

En abril de 2002, el gobierno democrático húngaro renombró el mayor estadio de fútbol del país, el Budapest Nepstadion (Estadio del Pueblo), con el nombre de Ferenc Puskas. El futbolista permanecía hospitalizado desde octubre de 2002, porque padecía Alzheimer, y murió el 17 de noviembre de 2006 por una complicación pulmonar.

Hoy es recordado no sólo por su maestría deportiva, sino por su calidad humana. Alfredo di Stefano, quien fuera su compañero de juego en el Real Madrid, dijo a su muerte: "Perdimos no sólo a un jugador de calidad, sino a un amigo". Otro compañero de juego en Hungría, Nandor Hidegkuti, afirmó: "Era el mejor de todos nosotros, si había mil soluciones, Puskas encontraba la mil uno".


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