Analistas opinan que los 'cambios' iniciados en la Isla fortalecerán al gobierno

La eliminación de algunas restricciones relacionadas con el consumo, impuestas a los cubanos durante décadas, y los cambios iniciados en el sector de la agricultura para aumentar la producción de alimentos probablemente fortalecerán al gobierno, consideraron analistas citados por Reuters.

En las últimas semanas, los cubanos han visto concretarse medidas a una velocidad inesperada para las normas de la Isla.

Este martes comenzaron a venderse en las tiendas en divisas equipos electrodomésticos antes sólo disponibles en el mercado negro, como reproductores de DVD. El gobierno ha anunciado además la venta de computadoras, el acceso a los hoteles —reservado a los extranjeros desde principios de los noventa— y la posibilidad de contratar líneas de telefonía celular.

En la agricultura, las autoridades echaron a andar medidas como el aumento de los precios que el Estado paga a los productores y la entrega de más tierras a las cooperativas.

"La situación es muy diferente a la que existió durante la crisis" de los años noventa, dijo un economista cubano citado por Reuters.

"Fidel ya no es líder del país, nos encontramos en mejor forma financiera, nunca hemos tenido tanto apoyo de los gobiernos de América Latina y Raúl es muy práctico", añadió el especialista, que pidió mantenerse en el anonimato.

La mayor interrogante que para analistas extranjeros y cubanos es hasta dónde llegarán las reformas de Raúl Castro.

"Esto es sólo el principio. La descentralización y espacios para la iniciativa individual en la agricultura llegarán a toda la economía más lentamente, es inevitable", dijo otro economista local y consideró que las "reformas" iniciadas están fortaleciendo al Partido Comunista (PCC) y al gobierno.

Una opinión similar sostuvo Domingo Amuchastegui, un ex oficial de inteligencia cubano que se exilió en Miami en 1994.

"La supervivencia y la continuidad dependerán de la capacidad de reestructurar el sistema, de la salvaguardia de sus logros sociales básicos, pero transformando la economía con orientación hacia el mercado y con un sistema democrático", dijo.

Funcionarios cubanos insisten en que Fidel Castro, de 81 años y quien no ha sido visto en público desde que sufrió una grave crisis de salud en julio de 2006, está siendo consultado sobre las decisiones más importantes. Sin embargo, expertos extranjeros y cubanos tienen sus dudas.

"Es muy poco probable que Fidel Castro hubiera aceptado tantos movimientos si se hubiera mantenido en el poder", dijo Dan Erikson, experto en Cuba del Inter-American Dialogue, con sede en Washington.

Electrodomésticos caros y salarios bajos

A pesar de que la salida a la venta de equipos electrodomésticos, la posibilidad de alojarse en hoteles, alquilar autos, y contratar celulares han suscitado expectativas, se trata de servicios que los cubanos deberán pagar en divisas, cuando el salario medio del país ronda el equivalente a 17 dólares al mes.

Según datos oficiales, cerca del 60 por ciento de los cubanos tiene algún acceso a divisas a través de remesas enviadas por sus familiares en el extranjero, gratificaciones que pagan algunas empresas estatales y foráneas y las propinas de los turistas que visitan la Isla.

"El gobierno está reconociendo que alrededor del 15 por ciento de la población tiene el 85 por ciento de los pesos que hay en el banco", dijo uno de los economistas cubanos.

"Están tentando a los nuevos ricos, que para comprar esos servicios y productos tienen que cambiar sus pesos por moneda convertible, reduciendo así el exceso de pesos en circulación y fortaleciendo el valor la moneda local para mejorar la vida de todos", añadió.

Los primeros compradores y sobre todo muchos curiosos acudieron con cautela este martes a las tiendas, aunque el inicio de las ventas no fue anunciado por la prensa oficialista.

"Estoy muy contenta por la medida y también con mi ollita", dijo a la AFP Marlén Pérez, una universitaria que compró uno de los tres modelos de ollas arroceras eléctricas en venta en Galerías Paseo, una de las tiendas en divisas más populares de la capital.

"Pagué por ella 35 pesos convertibles (37,80 dólares), casi la mitad de lo que me pedían en el mercado negro, es lo que más me gusta", añadió.

Además de las ollas arroceras, se ofertaban tres modelos reproductores de DVD, dos Philips a 124,20 y 137,16 dólares, y uno Panasonic por 162,32, y motocicletas eléctricas por 858,22 dólares.

También televisores LCD de 20 pulgadas por 1.141,50 dólares y de 26 pulgadas por 2.117,88 dólares.

"Vine para mirar, con los 200 pesos (cubanos) que gano de retiro difícilmente pueda comprar algo, pero veo muy bien que el que tenga su dinerito lo pueda hacer", dijo una mujer que no quiso revelar su nombre.

Lázaro Paneque, un albañil de 34 años que trabaja para el estado, pero se busca "algunos pesitos por la izquierda", coincidió con la mujer, no obstante dijo que "todavía esos precios están altos".

"Cuando compras un DVD en 115 pesos convertibles, estás pagando unos 2.700 pesos, es casi la mitad de lo que gano al año", señaló.

Un hombre de unos 40 años que adquirió una motocicleta en 754 CUC (unos 814 dólares) dijo a la AP que la posibilidad de comprar legalmente era algo "que debía haberse hecho desde hace mucho tiempo".

"El socialismo no tiene nada que ver con que la gente viva un poco más cómoda... ahora, hay que considerar los precios", agregó con una mueca de tristeza una mujer identificada como Mercedes Orta.

En la tienda Carlos III, de Centro Habana se ofertaban monitores de computadoras, cables, teclados y lectores de dicos, pero los dependientes aseguraban que los equipos, completos incluyendo su tarjeta madre aún no habían llegado.

Mientras, en Ultra, un empleado indicó que contaban con listado de precios para las computadoras (alrededor de 600 dólares) y estaban listos los talleres de garantías, pero físicamente "las máquinas no habían llegado". "Hay que tener paciencia" comentó con una sonrisa.

A pesar de que algunos artículos puestos a la venta como las ollas eléctricas o los DVD parecen ser suficientemente atractivos como para poner coto al mercado negro, un especulador dijo a la agencia EFE que no le supone un dolor de cabeza.

"¡No chico!, yo vendo muchas cosas. ¿Te interesa un juego de mesa comedor con seis sillas?", preguntó.

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