Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 17/05/2024 1:04

Irán

Con el dedo en el gatillo

Pese a la desaprobación de la comunidad internacional, Teherán ha reanudado su programa nuclear.

Estaba cantado desde que el 24 de junio del pasado año resultó elegido nuevo presidente de Irán el ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad: el régimen de Teherán reanudaría su programa nuclear, sin importarle la reacción de la comunidad internacional.

Desde el 3 de agosto de 2005, el guía supremo de Irán, Ali Jamenei, que es quien tiene la última palabra en todo, incluida la estrategia nuclear, recordó en un acto, entre estentóreas apelaciones a "la muerte de América y de Israel", que "los dirigentes iraníes no pueden renunciar a los derechos económicos y políticos de la nación".

Europa, en especial la troika de Londres, París y Berlín, había apostado unánimemente desde un principio por la vía de la negociación para evitar que Irán (país incluido en el "eje del mal" por el presidente George W. Bush) posea armas nucleares. Hasta el momento de las declaraciones de Jameini, el diálogo había logrado sus objetivos. Teherán aceptó precintar la central de Isfahán a cambio de negociar un trato comercial y nuclear de favor a partir de noviembre de 2004.

Ocho meses después, las autoridades iraníes rompieron el statu quo con la excusa de que las negociaciones no habían avanzado, colocaron sobre la mesa la reactivación de las actividades nucleares y exigieron a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (organismo de las Naciones Unidas que vela por la no proliferación nuclear) que levantaran de inmediato los precintos de la citada central.

El apoyo de Castro

El 10 de agosto de 2005 Teherán levantó los precintos de Isfahán, pero continuó las negociaciones con la Unión Europea y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El 10 de enero de este año, rompió los precintos de tres instalaciones nucleares para iniciar trabajos de "investigación nuclear", lo que causó una ola de protesta internacional.

Curiosamente, cinco días antes de la drástica decisión iraní, el diario oficialista Granma publicó una versión de una conversación telefónica entre Fidel Castro y Mahmoud Ahmadinejad. Según el diario, fue el presidente del gobierno iraní quien telefoneó a Castro para expresarle su voluntad de estrechar la cooperación y agradecer la postura de La Habana sobre el programa nuclear. Ahmadinejad destacó así "la política de resistencia del líder cubano contra las potencias arrogantes, en referencia a Estados Unidos".

Por su parte, Castro apuntó que "Irán, como cualquier otro país, tiene el derecho de producir energía atómica para fines pacíficos y de tener acceso a la tecnología moderna para este propósito".

Resulta ingenuo asegurar que la conversación de ambos presidentes haya influido en la decisión de Teherán, la cual evidentemente ya estaba tomada. No obstante, si quedó claro que al régimen cubano poco le interesan las preocupaciones de la comunidad internacional.

Lo cierto en este asunto, es que no está claro que Irán intente producir energía atómica con fines pacíficos. También es interesante el dato de que el pasado 16 de enero el diario Granma publicara un largo análisis acerca del tema iraní bajo el título: "El peligro de un nuevo conflicto militar".

Por este reportaje se conoció que existe en la Isla el Centro de Estudios de Información de la Defensa, ya que el referido artículo aparece firmado por su vicepresidente, Luis M. García Cuñarro. El autor traza un panorama apocalíptico con "bombardeos quirúrgicos" y operaciones especiales contra Irán. Y aunque lanza un llamado a la cordura, en realidad se aprecia entrelíneas que al régimen de La Habana le vendría de perillas que Estados Unidos se enredase en un conflicto regional.

Antecedentes del caso

El conflicto nuclear que el gobierno iraní mantiene con Occidente ha pasado por altibajos en los últimos años. El centro de la crisis radica en el proceso de enriquecimiento de uranio —clave para obtener armas atómicas—, que Irán quiere desarrollar en su territorio.

Mientras que el régimen de los ayatolás asegura que sólo lo utiliza con fines civiles, Estados Unidos y la UE temen que quiera aprovecharlo con objetivos militares. En el verano de 2002, el OIEA, dependiente de Naciones Unidas y recientemente galardonado con el Nobel de la Paz, descubrió las partes clandestinas del programa atómico iraní. Habían estado ocultas durante 18 años e incluían la importación de compuestos para centrifugadoras que sirven para producir uranio enriquecido.

Saltó entonces la alarma sobre la posibilidad de que esta república islámica fabrique armas atómicas y comenzó un tenso tira y afloja diplomático con las grandes potencias occidentales, que se ha reavivado con la llegada al poder del nuevo presidente iraní.

El enriquecimiento de uranio es la parte más sensible del ciclo de combustión nuclear, ya que tiene tanto aplicaciones civiles como militares, en función del grado de pureza del material producido. Así, permite fabricar desde combustible para las plantas nucleares de generación eléctrica —para lo que Irán asegura utilizarlo— hasta la carga de una bomba atómica.

El Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), al que pertenece Irán, no prohíbe este proceso siempre y cuando tenga objetivos pacíficos. Sin embargo, según el OIEA, esas buenas voluntades no se han podido comprobar en el caso iraní.

Acuerdos incumplidos

Tras arduas negociaciones, en octubre de 2003 Irán acordó con los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y el Reino Unido (UE-3) una suspensión voluntaria de su programa de enriquecimiento de uranio. A cambio, la UE-3 se comprometía a buscar una solución negociada al contencioso en vez de impulsar una denuncia contra ese país en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La senda positiva prosiguió en noviembre de 2004, cuando se selló el llamado Acuerdo de París, en el que Irán reiteraba su voluntad de mantener suspendido su programa nuclear mientras negociaba con la UE un amplio paquete de incentivos económicos, políticos y nucleares, a cambio de no fabricar su propio combustible.

Sin embargo, en agosto de 2005, Ahmadineyad, ya en el poder y ante la supuesta falta de progreso en las negociaciones, decidió reactivar la planta de conversión de uranio que posee en la zona de Isfahán, en el centro del país, donde se transforma en gas el polvo en bruto de uranio, como paso previo para enriquecer ese mineral. Entonces, las conversaciones quedaron interrumpidas.

El 21 de diciembre pasado, la UE-3 volvió a reunirse con una delegación iraní para analizar la posibilidad de retomar el diálogo. Tras ocho horas de conversaciones, acordaron reunirse de nuevo en enero. Días después, el anuncio de Irán de que reanudaría los trabajos de investigación y desarrollo nuclear que había suspendido en 2003, dejó en suspenso la posibilidad de un acuerdo.

En el aire queda también la propuesta rusa de que la República Islámica de Irán prosiga con su programa nuclear, pero desarrolle el enriquecimiento de uranio en ese país, bajo la vigilancia de la comunidad internacional. Irán lo rechaza, con el argumento de que tiene derecho a hacerlo dentro de sus propias fronteras.

Un crédito imposible

Hay un elemento que se debe tomar en cuenta: Irán tiene misiles capaces de golpear a Israel, partes de Europa y las fuerzas americanas en el Medio Oriente. También parece que el científico nuclear paquistaní Abdul Qadeer Khan les ha dado a los gobernantes iraníes el modelo para una ojiva nuclear.

Un somero y desapasionado análisis de todos estos antecedentes lleva a la conclusión de que resulta prácticamente imposible darle crédito a los supuestos propósitos "pacíficos" de Teherán en todo este asunto. Hasta el hecho de que Castro sea uno de los garantes de la seriedad del régimen de Teherán reaviva las dudas.

Que un régimen fundamentalista islámico, como el de Teherán, tenga en sus manos el gatillo atómico es algo que no sólo preocupa a Washington y la Unión Europea. También Rusia y China ven con muchos recelos estos programas de los ayatolás.

Ya en medio de la crisis, Irán envió a Alemania, Francia y Reino Unido una carta en la que ofrece a volver a la mesa de negociación sobre su programa nuclear. La respuesta internacional no se hizo esperar. Londres calificó esta oferta como "vacua" y el ministro de Exteriores ruso aseguró que antes de retomar el diálogo el régimen iraní debe paralizar su actividad.

Según fuentes diplomáticas europeas, en la misiva, remitida por el vicepresidente del Consejo Nacional de Seguridad iraní, Javad Vaeedi, se propone reanudar las conversaciones con el objetivo de encontrar un acuerdo para reiniciar las negociaciones formales. Todo un artificio para ganar tiempo y continuar con el programa nuclear, según analistas internacionales.

La oferta recibió una fría respuesta internacional. "Las negociaciones presuponen una obligación. La obligación iraní era la moratoria", afirmó el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Los extremistas islámicos de Teherán, con el dedo en el gatillo del arma atómica, representan un escenario que preocupa a cualquier gobierno con sentido común. Esperemos que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas juegue su papel y consiga que el gobierno iraní respete la moratoria y permita que la OIEA pueda verificar y controlar que el uranio enriquecido, preferiblemente producido en Rusia, sea sólo utilizado con fines pacíficos. Es la única alternativa para evitar un conflicto de incalculables consecuencias.

© cubaencuentro

En esta sección

Dilemas de la guerra

Rafael del Pino , EEUU | 13/04/2022

Comentarios



Una oferta muy peculiar

Waldo Acebo Meireles , Miami | 06/04/2022

Comentarios


Rusia, la URSS y el petróleo

Alejandro Armengol , Miami | 04/04/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (III)

Ariel Hidalgo , Miami | 31/03/2022

Comentarios


Sobre la guerra en Ucrania

Rafael del Pino , EEUU | 28/03/2022

Comentarios


Una opinión experta

Waldo Acebo Meireles , Miami | 23/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (II)

Ariel Hidalgo , Miami | 21/03/2022

Comentarios


La calle del espía

Alejandro Armengol , Miami | 18/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (I)

Ariel Hidalgo , Miami | 16/03/2022

Comentarios



Subir