Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 18/04/2024 23:36

Rusia

El legado de Boris Yeltsin

Redactó una constitución democrática, privatizó radicalmente, enterró a la URSS y provocó la riqueza y la pobreza, todo al mismo tiempo.

Tomó el mando de manos de Gorbachov, fue elegido en las urnas primer presidente democrático de Rusia, prohibió el Partido Comunista Ruso, redactó una constitución plural y democrática, inició un programa radical de privatizaciones, enterró a la URSS y provocó la riqueza y la pobreza, todo al mismo tiempo. Ese es el legado de Boris Yeltsin, quien murió hace unos días de un infarto a los 76 años de edad.

Tanto sus admiradores como sus detractores reconocen en Yeltsin al hombre que hizo en el momento oportuno lo que correspondía; es decir, evitar que después de la caída del Muro de Berlín y la transición iniciada en Europa del Este, la extrema izquierda comunista dentro del PCUS frustrara el destino democrático de la Federación.

Uno de los momentos cumbre de su carrera fue cuando en agosto de 1991 convocó al pueblo ruso contra el grupo extremista que intentaba en esos momentos dar un golpe de Estado contra Gorbachov y su política de Glasnost y Perestroika. Tampoco le tembló la mano cuando en octubre de 1993 ordenó a los tanques disparar contra el edificio del Parlamento que había sido ocupado por sus oponentes de extrema izquierda.

También hay que decir que en los últimos años de su mandato se caracterizó por una política errática que hundió su popularidad y llevó el país casi a la ruina. Se le reprocha en especial la invasión a Chechenia (diciembre de 1994), de donde pensó salir en días pero se empantanó provocando muerte y desestabilización en toda la región del Cáucaso.

Los analistas estiman que Yeltsin tampoco supo detener la debacle económica que se originó con la desintegración de la Unión Soviética y con su manía de gobernar por decreto creó una clase oligarca cuyo legado sigue siendo una amenaza para el país.

Para Mijail Gorbachov, Yeltsin fue "el creador de muchos grandes y positivos momentos para la patria", aunque reconoce que "cometió grandes errores". Su heredero en el Kremlin y actual presidente ruso, Vladimir Putin, dijo de él: "Yeltsin fue una figura histórica que sirve como ejemplo para todos". El líder del Partido Comunista Ruso, Gennady Zyuganov, comentó por su parte: "No tengo nada bueno que decir de él".

Legado político

Los biógrafos de Yeltsin coinciden en que durante sus ocho años de gobierno Rusia experimentó inmensos cambios. Por ejemplo, en 1990, prohibió el Partido Comunista y redactó una nueva Constitución donde se favorecía el pluripartidismo, concentraba el poder en manos del presidente e implantaba la propiedad privada sobre los medios de producción.

El experto Vladimir Votapek estima que bajo el liderazgo de Yeltsin los rusos alcanzaron la mayor libertad política y civil de toda su historia, los ciudadanos adquirieron el derecho a criticar a sus gobernantes y administradores y utilizaron estos derechos para oponerse a la desastrosa intervención en Chechenia en 1994.

Yeltsin se equivocó al pensar que la guerra en Chechenia sería un paseo militar y que la resistencia de los independentistas duraría sólo unos días. Muy por el contrario, lo que hizo fue desatar una campaña sangrienta e inútil, en la que miles de personas inocentes han muerto y que ha llevado la desestabilización a todo el norte del Cáucaso.

En el año 2000, Yeltsin declaró ante la televisión rusa: "La carga mayor que llevo en mi conciencia son los muertos en Chechenia… no tenía alternativa, tuve que atacar, pero la responsabilidad del desastre es mía".

Legado económico

Boris Yeltsin creó riqueza y pobreza. Llegó al poder con las consignas "libre empresa" y "reformas económicas". En 1991, cuando la URSS se derrumbaba y todavía no habían sido creadas las Bolsas de Valores, los bancos privados, ni las tiendas se habían llenado de mercancías, Yeltsin no pudo evitar la crisis económica.

Comenzó a escasear la comida, el jabón y hasta los cigarrillos. La industria nacional entera quedó al borde de la quiebra y, como ya había pasado en otros países ex comunistas, las empresas productivas pasaron a manos de sus directores, quienes cambiaron su chaqueta por un capitalismo desenfrenado: se hicieron ricos de la noche a la mañana dejando para los trabajadores el coste de una inflación de miedo que debilitó la moneda y lanzó los precios al cielo.

Pero Yeltsin no se amilanó, creó un grupo de jóvenes economistas y les dio carta blanca para reformar la economía del país. La primera medida, todavía se discute si fue buena o mala, fue la liberación de los precios. Al mismo tiempo se procedió a la privatización de todas las propiedades estatales, desde el establecimiento comercial más pequeño hasta la fábrica más importante.

La izquierda le reprochó "las brutales reformas innecesarias y criminales", mientras que la derecha se quejaba de que eran "lentas y pocas". Lo cierto fue que las reformas le dieron al país algo que nunca había tenido y pronto los rusos tuvieron que aprender un nuevo vocabulario: mercado, publicidad, tasas de cambio, leasing, ganancias, quiebras, etc.

Como ya estaba pasando en todo el Este de Europa, quienes no se adaptaron pronto, sufrieron más. Los más afectados fueron los empleados del Estado (maestros, médicos, policías), quienes comenzaron a odiar a "los nuevos rusos" y la disparidad económica desató las añoranzas de los "años comunistas".

Esto sucedió alrededor de 1995, cuando Yeltsin, para asegurarse en su puesto, tomó la medida económica más criticada de su mandato: dio a los grandes banqueros un gran espaldarazo a cambio de su apoyo financiero. Estos banqueros, conocidos luego como "oligarcas", suministraron préstamos al Estado a cambio de acciones en el petróleo y la minería, convirtiéndose pronto en los dueños de los recursos más jugosos de Rusia y, de facto, en los verdaderos dueños del país.

Saldo final

A pesar de las dificultades, Yeltsin siempre se mantuvo fuerte y se negó rotundamente a detener las reformas y regresar al estilo "soviético" de economía. Creía que en la ortodoxia de un mercado libre y respetaba la propiedad privada.

Su teoría se cumplió en la Rusia de hoy, donde el proceso de privatización se mantiene y significa decenas de miles de millones de dólares de ingresos cada año para el Estado. El presidente Putin ha recuperado parcialmente el control del Estado por sobre los oligarcas y ha logrado controlar la inflación, mantener un fuerte crecimiento económico y reducir la brecha entre ricos y pobres.

Pero no cabe dudas de que fue durante la administración de Boris Yeltsin donde los hombres de negocios amasaron enormes fortunas en condiciones legalmente muy dudosas, comprando a precios de saldo las propiedades estatales, lo cual provocó el resentimiento del ruso de a pie.

Una de las figuras más conocidas en la etapa de las reformas de los años noventa, Gregory Yavlinsky, recuerda: "Yeltsin dirigió el país durante una de las etapas más duras de su historia… Es importante recordar que fue capaz de eliminar a la extrema izquierda comunista, pero fue lo suficientemente generoso para no destruir a su Partido".

Quizás un sentir popular por Yeltsin lo expresó a su muerte un periodista de Radio Moscú, cuando dijo: "Yeltsin hizo algo que quizás nadie había hecho anteriormente, enterró el comunismo y su idea de gobernar Rusia".

  • Datos clave de Boris Yeltsin:

- Julio 1990: Renuncia al Partido Comunista.

- Junio 1991: Es elegido primer presidente democrático de la República de Rusia (entonces parte de la URSS).

- Agosto 1991: Convoca a los ciudadanos contra el golpe de Estado que intentaba derrocar a Gorbachov y prohíbe el Partido Comunista Ruso.

- Diciembre 1991: Sustituye a Gorbachov como jefe de Estado.

- 1992: Libera los precios y lanza la privatización.

- Octubre 1993: Rusia a las puertas de la guerra civil. Yeltsin ordena a los tanques disparar contra el Parlamento.

- Diciembre 1994: Envía los tanques a Chechenia.

- Junio 1996: Es reelegido presidente de Rusia (sufrió un infarto durante la campaña electoral).

- 1998: Se desata la crisis financiera cuando el rublo perdió el 75% de su valor.

- Diciembre 1999: Renuncia y nombra como sucesor a Vladimir Putin.

© cubaencuentro

En esta sección

Dilemas de la guerra

Rafael del Pino , EEUU | 13/04/2022

Comentarios



Una oferta muy peculiar

Waldo Acebo Meireles , Miami | 06/04/2022

Comentarios


Rusia, la URSS y el petróleo

Alejandro Armengol , Miami | 04/04/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (III)

Ariel Hidalgo , Miami | 31/03/2022

Comentarios


Sobre la guerra en Ucrania

Rafael del Pino , EEUU | 28/03/2022

Comentarios


Una opinión experta

Waldo Acebo Meireles , Miami | 23/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (II)

Ariel Hidalgo , Miami | 21/03/2022

Comentarios


La calle del espía

Alejandro Armengol , Miami | 18/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (I)

Ariel Hidalgo , Miami | 16/03/2022

Comentarios



Subir