Cuando el Che Guevara murió en 1967 comenzó un culto que dura hasta hoy. No es unánime, pero es popular. Al inicio fue un culto a la personalidad revolucionaria. Hace unas décadas se transformó en un fenómeno comercial. Son carteles, postales, camisetas, manteles, servilletas y gorras —estas con dos variantes, la imagen icónica creada por Korda o una simple estrella roja en una boina vasca, muchas veces improvisada—, pero una industria que mueve millones de dólares anualmente. Una verdadera mina de oro.

Ahora, “aprepárense”. El Che puede venir a tener un rival comercial: Fidel Castro. El mentor político del argentino ya tiene, al menos que se sepa, un pub en la ciudad de Bath, al suroeste de la capital británica. Famosa por sus baños romanos, parcialmente restaurados y continuamente llenos de turistas, Bath acaba de dar la bienvenida al Fidel, Rum Bar. Es un lugar angosto y discreto en el centro de la ciudad que pretende ser un punto de encuentro dedicado al ron, esa bebida preferida de piratas y filibusteros, que sirve tanto para entretener mentes y estómagos como desinfectar heridas o atenuar el dolor de una muela.

No es la primera vez que el nombre del más famoso del clan de los Castro aparece conectado con una bebida alcohólica. En la década de los 80 del siglo pasado, la cervecera Stroh’s, fundada en Detroit en 1850, hizo un hilarante anuncio comercial con Fidel de protagonista. Más reciente, una asociación de amistad con la Isla comenzó a comercializar una botella de ron desconocido con el nombre del fallecido gobernante cubano. El producto terminó desapareciendo, aunque no se sabe si por su mala calidad o porque La Habana protestó.

Pero un bar es algo mucho más serio. Pudiera ser el inicio de una cadena de establecimientos con nombre similar que, dicen sus dueños, tiene todas las posibilidades de extenderse a una mercadotecnia similar a la del Che. “Hay potencial”, explican. Lo cierto es que, al menos en La Habana, ya se venden en el aeropuerto camisetas con la imagen de Fidel. Y en Europa se han impreso tres biografías suyas en formato de cómic. Esto sin contar con las biografías editadas.

Fidel es muy popular en Europa, donde no abundan los bares especializados en la degustación de rones. Ni tampoco los restaurantes. En esto el apellido del exlíder cubano se presta a ello. La “castronomía”, no es mala idea si, además, incorpora un menú de camarones o espaguetis, sus platos favoritos. Es una cuestión de tiempo el que Fidel se transforme en un rival comercial del Che Guevara, un nombre que al decir de la actriz Vanesa Redgrave. y citada por Guillermo Cabrera Infante, suena en inglés algo así como, “que guevada”. Fidel, al menos, es mucho más fácil de pronunciar.

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