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Rusia, China, EEUU

La frontera sur

Tanto Rusia como China usan su poder blando para debilitar democracias del Sur y potencias regionales

Escuché el termino geopolítico, defender “la frontera sur”, a los soviéticos que justificaban de esa manera su invasión militar en Afganistán (1979). Referían que sus repúblicas musulmanas, estaban en peligro por la inestabilidad política en ese centroasiático país, poblado por pastunes y que recibían apoyo de pakistanos, chinos y norteamericanos. No obstante, ocultaban que fueron ellos los que rompieron el equilibrio del exótico reino de Zahir Shah.

Los rusos eran quienes controlaban el imperio soviético, y luego de desmembramiento, mantuvieron su interés en su borde exterior y desarrollaron guerras y conflictos, para mantener su presión sobre los vecinos. Fue el momento de la guerra Transnistria, chechenas 1 y 2, Georgia, la invasión a Crimea, su intervención de una forma u otra en toda su línea sur, como el sostenimiento del conflicto en Nagorno Karabaj, zona de disputa entre armenios y azeríes.

China actúa igual en su frontera sur. Presiona ferozmente a los países indochinos, Vietnam, Laos, Cambodia, Tailandia y Birmania, con el tema del agua de sus ríos. Invade islas y atolones del Mar de China Meridional, donde construye bases navales. Su fusta sacude además a India con quien tiene en largo conflicto territorial, Australia y Filipinas; mientras al norte, donde habitan rusos, kazajos, mongoles trata de obtener una influencia con guante de “seda”.

Es improbable encontrar mayor reunión de dictaduras que las que se encuentran en la promoción de la cooperación Sur-Sur, que mas que un complejo entramado económico de cooperación se convierte en centro de concertación y apoyo mutuo entre dictadores, en los marcos de los organismos internacionales como la ONU, la OIT, CNUDH, la FAO, PNUD entre otros.

Para alguna duda, refiera los documentos de sus dos organizaciones estrellas, el Movimiento No Alineado, y el Grupo de los 77. Juntos y no revueltos, estos dos ultimas garantes estimulan la pobreza, la corrupción y las dictaduras personales.

Sin ánimo de injusticia, también debemos comprender que tanto Rusia como China, usan su poder blando para debilitar democracias del Sur y potencias regionales. Para eso crearon el BRICS, un acrónimo que identifica a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Una supuesta asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes más importantes. Los BRICS son considerados por algunos como el paradigma de la cooperación Sur-Sur, aunque esta interpretación está en duda dadas las contradicciones entre los intereses de China y los demás miembros. Tal grupo, quiere además una reforma rápida, y un mayor peso en el proceso de toma de decisiones del Fondo Monetario Internacional. Además, han pedido al Banco Mundial que «promueva relaciones de igualdad» entre países, en lugar de «mediar entre el “Norte” y el “Sur”.

Lo cierto es que, las primeras proyecciones de esas economías para 2050, de Goldman Sachs y el economista global Jim O’Neill, se estancaron. Desde la creación organismo en 2008 y hasta hoy, 2021, Brasil, India y Sudáfrica, disminuyeron su peso a nivel internacional y regional.

De tal manera que si en el año 2000, se buscaba ampliar el número de asientos permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, esa idea, si aun no está desechada, tampoco goza de buena salud.

Respecto al Sur, Europa tiene una posición ambivalente, cuasi dependiente de la política de Estados Unidos, de tal manera que el primer conflicto en el subcontinente luego de 1945, la Guerra en Yugoslavia (1991-2001), se saldó con la intervención militar norteamericana, que destrabo el inmovilismo impuesto por los intereses galos y germanos, ante las masacres cometidas por tirios y troyanos.

Esa posición de no salir a resolver los problemas de inestabilidad que le provocan clientes de miles de refugiados en un espacio reducido y con un “walfare state”, puede ser interpretada como de plaza sitiada. Ella provoca inestabilidad, al interior de sus fronteras, en el Mar Mediterráneo con miles de náufragos muertos cada años y crisis humanitarias constantes, luego de las actitudes de turcos y marroquíes, quienes encontraron el palo y la zanahoria con cual presionar a la Unión Europea.

Para Estados Unidos, el ultimo presidente que tuvo claro la importancia de la frontera sur fue Ronald Reagan. Atacó directamente los elementos de inestabilidad que existían en su región, cuando invadió Granada (1983) y Panamá (1989), e hizo una guerra de desgaste contra la primera dictadura de Daniel Ortega.

Se debe considerar que W. J. Clinton, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), intentó un nuevo acuerdo con México. A la idea, el presidente G. W. Bush sumó una idea mas amplia el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), boicoteada en 2005 por Hugo Chávez, Fidel Castro y el Foro de Sao Paulo, sería un importante paso a una integración económica hemisférica.

Es incomprensible aun para muchos por que Estados Unidos, no se alentaron a solucionar el tema dictadura Cuba, así como por qué Felipe Gonzales la introdujo en las cumbres iberoamericanas. Su rol de freno al desarrollo hemisférico es reconocido. Si hubo una fuente de ingobernabilidad y desafío en el hemisferio ese es el caso de la dictadura comunista cubana. Ella financio, armó, y entrenó fuerzas para agredir todos los países latinoamericanos, sin excepción. Pero además invadió países en África y prestó tropas a Damasco y a los terroristas palestinos.

Sesenta años de embargo no derrotaron la dictadura. Son los ciudadanos los que sufren todo el peso de la represalia, mientras la elite opresora se sostiene en la pluralidad global. Tampoco la apertura de Barack Obama, logró mucho. Todo lo contrario, aún estaba en La Habana y ya la artillería comunista atacó sin escrúpulos su “New Deal”.

Además, la dictadura comunista cubana promueve y hasta impone su forma de gobierno a través de su poder blando y sus agentes de influencia. Gracias a esa capacidad surgieron dictaduras de derechas e izquierda, entre estas últimas el orteguismo en Nicaragua (1979 y 2008), el chavismo en Venezuela (1999), la del MAS, en Bolivia (2003), de los kirchneristas en Argentina (2003), sin contar todas las que se vienen con Andrés Manuel López Obrador en México o Trujillo en Perú.

Como perdió el Norte, para comportarse como potencia global, perdiendo su impronta como potencia hemisférica. Qué hizo pensar a la elite política norteamericana, que podía vencer en Vietnam, Afganistán, Irak o Siria, desarrollando guerras según el paradigma de 1939; mientras sus vecinos del Sur niegan la tesis de Francis Fukuyama, sobre el establecimiento de la democracia liberal como línea y ascenso humano.

El espacio dejado al pairo por la auto titulada potencia hemisférica, al sur del río Bravo, está siendo ocupado por dos soberbias dictaduras, la rusa y la china, que, tras su poder blando, comienzan a pulsar a la democracia liberal.

© cubaencuentro

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