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Actualizado: 18/04/2024 23:36

Rusia

Polonio para un espía

La última teoría sobre el asesinato de Alexander Litvinenko apunta que el ruso vendió a una entidad británica información secreta sobre una poderosa figura del Kremlin .

Como si se tratara de una nueva novela de Agatha Christie, el caso del ex espía ruso asesinado recientemente con polonio 210 en un lujoso hotel de Londres, se ha convertido en una de las historias más increíbles del espionaje post-Guerra Fría y hasta la afamada Scotland Yard ya ha declarado que se trata de "una muerte inexplicable".

En las capitales esteuropeas, más familiarizadas con las técnicas postcomunistas de arreglo de cuentas entre las mafias que nacieron al calor de la desintegración de los antiguos servicios secretos, los expertos especulan sobre el asunto. El checo Vladimir Votapek advierte: "lo importante no es encontrar al culpable, sino conocer al monstruo", y agrega que "desenmarañar la madeja quizás no le convenga a nadie".

El caso Litvinenko

Alexander Litvinenko, ex espía ruso, murió en un hospital de Londres el pasado 23 de noviembre, envenenado con una sustancia radioactiva conocida como polonio 210. Los hechos comenzaron el día primero de ese mes, cuando Litvinenko se reunió en el Hotel Milenium Myfair de Londres con otros dos ex espías rusos y con el académico italiano Mario Scaramella, quien trabajó después de la II Guerra Mundial para la KGB en Italia.

Varias horas después de este encuentro, el ex espía Litvinenko se sintió enfermo, con dolor de estómago y vómitos. A los tres días fue ingresado en el Hospital General de Londres y ahí comenzó su agonía. Ya el día 11 se sabía que había sido envenenado ¿pero con qué? Una semana más tarde era transferido a otro hospital por la gravedad de su estado. No fue hasta el día 19 que se supo que había en su cuerpo una sustancia radioactiva. Al día siguiente lo trasladaron a cuidados intensivos y el día 23 murió.

Inmediatamente, una unidad contra el terrorismo de Scotland Yard abrió una investigación, al comprobarse que el ex espía ruso había sido envenenado. Acto seguido, el Kremlin negó cualquier responsabilidad en los hechos, al saberse que Litvinenko dejó una carta donde acusaba directamente de su muerte al presidente ruso Vladimir Putin.

La autopsia reveló que Litvinenko murió a causa del polonio 210 y la policía británica encontró trazas de ese material radioactivo en varios lugares de Londres, Hamburgo (Alemania) y Moscú. A partir de ahí los tres países implicados comienzaron a "cooperar" y aparecieron las historias "increíbles".

Reunión de espías

Por una extraña casualidad, el primero de noviembre, día en que Litvinenko fue envenenado, varios ex espías soviéticos coincidieron en el Hotel Milennium Mayfair de Londres. ¿Por qué estuvieron allí? Es una pregunta que todavía nadie puede contestar con certeza.

Andrei Lugovoi, ex oficial de la KGB que ahora regenta una empresa privada de seguridad, fue uno de ellos y en su cuerpo se han encontrado trazas de polonio 210. "Yo no hice nada malo, alguien ha tratado de enredarme en esto", declaró a la agencia Itar-Tass, después de haber sido interrogado por los detectives rusos y británicos. "No hay cargos en mi contra", dijo y agregó que conocía de vista a Litvinenko, pero nunca fueron amigos ni socios.

Otro ex oficial de la KGB, ahora convertido en hombre de negocios, es Dmitry Kovtun, que también estuvo allí y sí se entrevistó con Litvinenko, pero jura y perjura que no tuvo que ver nada con la muerte de su ex colega. Kovtun está ahora ingresado en un hospital de Moscú contaminado con polonio 210, y su auto, así como su ex esposa y dos hijos que viven en Alemania, también están contaminados. La policía alemana no sabe si este hombre es víctima o sospechoso en el caso de Litvinenko.

Otro ex oficial de la KGB, Vyacheslav Sokolenko, quien también preside una agencia de seguridad, estaba en el Hotel Milenium Mayfair de Londres el primero de noviembre, pero, según él, fue a Londres con su familia para presenciar el partido de fútbol entre el CSKA Moscú y el Arsenal, que se jugó ese día.

El tercer ex espía que estuvo ese día en el hotel Milenium Mayfair de Londres fue Mario Scaramella, quien trabajó como agente de la KGB después de la II Guerra Mundial en Italia. Scaramella dijo a la CNN que fue a ver a Litvinenko para discutir algunos emails de amenaza que ambos recibieron. En su cuerpo también se encontraron trazas del polonio 210.

Rastreando el polonio

Las autoridades que investigan el caso han encontrado rastros de polonio 210 en Londres: había en el Estadio Arsenal, donde estuvo el ex agente de la KGB Vyacheslav Sokolenko; en el University Collage Hospital, donde Litvinenko murió el 23 de noviembre; en el Hotel Milenium Mayfair y en el aeropuerto Heathrow de Londres, donde había tres aviones contaminados que hicieron la ruta Londres-Moscú.

En Moscú se encontró rastros de polonio en un avión finlandés y en la embajada británica en esa ciudad, donde había estado de visita Andrei Lugovoi.

En Hamburgo, Alemania, se encontró material radioactivo en el apartamento de la ex esposa de Kovtun, quien estuvo allí antes de viajar a Londres, y en el auto que ésta utilizó. La ex esposa, su nueva pareja y los dos niños están contaminados con la sustancia.

¿Por qué lo mataron?

La última teoría sobre este misterio la acaba de sugerir el ex espía ruso residente en Washington Yuri Shvets, quien dijo a la BBC que a Livinenko lo mataron porque vendió información altamente secreta sobre una alta y poderosa figura del Kremlin a una entidad británica "muy respetable".

"El citado dossier de ocho páginas era algo muy deseado por una empresa británica que se disponía a invertir millones de libras esterlinas en Rusia". El supuesto beneficiario ruso se quedó sin varias decenas de millones de dólares debido a este informe negativo enviado por Litvinenko.

Shvets era amigo de Litvinenko, a quien visitó en el hospital, y dice que éste le contó ya agonizando: "fallé como profesional porque tomé un té que no había sido preparado delante de mis ojos". O sea, Litvinenko fue un espía y seguía ejerciendo su profesión en Londres.

¿Quién era Litvinenko?

Nació en la ciudad rusa de Voronezh y fue agente de la KGB en la era soviética. Luego fue transferido a la sección de seguridad militar con el rango de teniente coronel.

Según el analista británico Glenmore Trenzar Rabel, Litvinenko cayó en desgracia en 1990, cuando acusó el actual presidente Vladimir Putin (entonces jefe del Servicio de Seguridad Federal, FSB) de no haber hecho todo lo posible por eliminar la corrupción dentro de la organización. Desde entonces fueron enemigos.

Trenzar Rabel asegura que, "debido a que fue jefe de una rama que investigaba la corrupción y la coerción, se echó a la espalda muchos enemigos". Esta fuente también señala que Litvinenko, como opositor de Putin, fue un cercano colaborador de Anna Politkovskaya, la periodista rusa que fue asesinada a tiros recientemente en Moscú y cuya muerte Litvinenko estaba investigando.

En 1999 escribió un libro en el que afirma que fue la seguridad rusa la que coordinó la explosión en los edificios de apartamentos de Moscú donde murieron 300 personas y cuya autoría el Kremlin achacó a los separatistas chechenios. Ese mismo año, Litvinenko denunció que agentes del FSB preparaban el asesinato del entonces tycoon Bris Berezovsky, millonario ruso que ahora vive en un autoexilio en Londres. A raíz de esto, fue detenido y enviado a prisión por haber "abusado de su información". Cuando salió de la cárcel en 2000, huyó a Gran Bretaña, donde recibió asilo político.

Ya en Londres, acusó a su ex jefe Vladimir Putin de haber permitido que el número dos de Al-Queda, Ayman al-Zawahiri, fuera entrenado por el FSB en Dagestán, un año antes del ataque terrorista del 11 de septiembre. También denunció los crímenes de la guerra de Chechenia y era gran amigo de Akhmed Zakayev, un ex comandante chechenio que también vive asilado en Londres.

¿Qué es el polonio 210?

Los expertos afirman que cualquiera que haya matado a Litvinenko debe ser una persona que posee un considerable conocimiento científico sobre cómo manejar las sustancias radioactivas y hablan de "un asesinato muy sofisticado".

El polonio es un material radioactivo natural que fue descubierto por primera vez por Marie Curie, a fines del siglo XIX, y fue bautizada con ese nombre en honor a su tierra natal, Polonia. Hay pequeñas cantidades de esta sustancia en la tierra y en la atmósfera, e incluso en el cuerpo humano, pero en grandes dosis hace un daño terrible a los tejidos y los órganos y tiene la característica de que es muy difícil de identificar. De ahí que fuera bien escogido, porque cuando los médicos lo detectan ya el paciente no tiene cura.

Históricamente, el polonio ha sido llamado "radium F" y no atraviesa la piel. Basta con lavarse con agua y jabón para descontaminarse; para que haga daño tiene que ser inhalado o ingerido. Las personas que rodean a quien está contaminado sólo pueden contaminarse si entran en contacto con la orina, las heces o el sudor del paciente.

Las autoridades sanitarias británicas dijeron que las personas que estuvieron en contacto con Litvinenko el día del envenenamiento no tienen riesgos de salud, ya que sólo presentan trazas muy bajas de la sustancia.

Para producir polonio 210 en la cantidad que se utilizó para envenenar a Litvinenko, hacen falta laboratorios muy sofisticados y tener acceso a un reactor nuclear. Incluso, hay científicos que aseguran que se puede identificar el laboratorio donde se produce cada tipo de polonio.

Sin embargo, debido al contrabando de sustancias radioactivas que trafican algunas bandas mafiosas de la antigua URSS, alguien podría haber comprado el polonio y entrenado a un verdugo. Sin embargo, queda la pregunta: si esto pudo pasar en Londres a los ojos de todo el mundo, ¿no podrían hacer lo mismo los terroristas modernos?

Quizás esto sea el peor resultado de todo el caso Litvinenko.

© cubaencuentro

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