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Actualizado: 17/05/2024 12:58

EE UU-México

Recomendaciones con sentido común

El verano pasado fue caliente a todo lo largo del Río Grande. La violencia relacionada con el tráfico de drogas y la inmigración ilegal ha tensado aún más las relaciones entre México y Estados Unidos. En los estados de este último país que tienen frontera con México, se han incrementado los sentimientos antimexicanos. Los aztecas replican a esto señalando que las drogas van allí donde los consumidores las necesitan, y que el gobierno de Bush no ha creado ninguna reforma migratoria. Desafortunadamente, aplacar estos sentimientos de frustración no será nada fácil.

A finales de julio, Nuevo Laredo —que está a sólo unos pasos desde Laredo caminando por el Puente Internacional No. 1— estuvo en el ojo de esta tormenta. Después de que bandas de contrabandistas de drogas crearan una verdadera guerra entre ellos, en la que se emplearon granadas y cohetes, el embajador Tony Garza cerró temporalmente el consulado estadounidense allí.

Nuevo Laredo es el punto fronterizo por donde pasa la mayor cantidad de productos a Estados Unidos. El amplio volumen comercial proporciona una cobertura sin par al contrabando de drogas. Los comentarios del embajador acerca de que cerrar el consulado fue una maniobra concebida para castigar a México sólo ha servido para complicar aún más las cosas.

Estado de emergencia

Dos semanas más tarde, los gobernadores Bill Richardson (de Nuevo México) y Janet Napolitano (de Arizona), declararon el estado de emergencia en varios condados fronterizos. Recientemente, el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, anunció que se llevaría a cabo una cooperación más cercana con los estados fronterizos para reforzar el cumplimiento de la ley. Luego, el presidente Bush prometió en Arizona y California hacer una campaña nacional para asegurar las fronteras de la región. Sin embargo, no mencionó su propuesta al margen de otorgar el estatus de trabajadores temporales a millones de inmigrantes indocumentados que ya están aquí.

En dos ocasiones anteriores, las relaciones entre México y EE UU han sufrido a causa del tráfico de drogas: en 1985, cuando un agente de la DEA fue asesinado en México; y en 1997, cuando se descubrió que el más alto oficial de los cuerpos mexicanos de lucha contra la droga había sido sobornado por el cartel de Ciudad Juárez. Las tensiones políticas no duraron mucho en aquel entonces, ni tampoco afectaron otras áreas de las relaciones bilaterales. Todavía está por ver cómo se solucionará la crisis actual.

Vicente Fox asumió la presidencia de México prometiendo acabar con la criminalidad y la inseguridad nacional. Para lograrlo, creó una nueva división entre los cuerpos encargados de velar por el cumplimiento de la ley que terminó siendo un desastre. Las guerras territoriales, el no compartir la información entre ellos y las envidias de diversa índole, muy a menudo han anulado los esfuerzos para combatir el crimen organizado y los carteles de la droga.

Aun los bien concebidos programas, como "México seguro", que apuntan a depurar los cuerpos policiales de corrupción, sólo han puesto en evidencia las profundas complejidades del problema. De 800 agentes de las fuerzas élite de Nuevo Laredo, apenas 300 están realmente capacitados para pertenecer a éstas.

Reanimando a México

Hasta el año 2020, los mexicanos continuarán emigrando al norte, a razón de 400.000 a 450.000 por año. Cada año la economía mexicana se enfrenta con 640.000 ciudadanos que ingresan en el mercado laboral, pero crea sólo 400.000 puestos de trabajo en el mismo período de tiempo. Los sueldos en México son de 10 a 14 veces más bajos que en Estados Unidos. Si el crecimiento de la economía aumentara un 5 ó 6 por ciento, la necesidad de emigrar disminuiría un poco, pero no lo suficiente como para eliminarla en un futuro cercano. Desde 2000 hasta 2004 la economía mexicana creció un promedio de sólo un 2,5 por ciento.

El culpar a los otros apuntándoles con un dedo es la manera de confrontar, muy a menudo, los problemas más serios. Durante la mayor parte del siglo XX, México y Estados Unidos han sido, en palabras de Alan Riding, unos vecinos muy distantes el uno del otro. Pero eso ya se acabó. El tratado de NAFTA ha cambiado para siempre las relaciones entre ellos, desde que Canadá y Estados Unidos (países que son ricos) forjaron una asociación de "igualdad" con su no exactamente rico vecino. La reanimación de la economía mexicana es el quid de la cuestión, que demostrará si al final NAFTA es capaz de cumplir con todas las promesas anunciadas.

México ha avanzado bastante, pero todavía es mucho lo que queda por hacerse. Es esencial que tenga un liderazgo maduro y audaz. Las responsabilidades prioritarias de México son proteger la seguridad pública y reformar la economía nacional. Ni Fox ni los partidos de la oposición han estado a la altura de lo que el país ha necesitado, después de la histórica derrota del PRI en el año 2000. Aunque el próximo gobierno debería mejorar sustancialmente, todas las probabilidades indican que no lo hará. Si esto œltimo sucediera, lo sufrirán tanto los mexicanos como sus vecinos del norte.

Fondos e infraestructuras

Asegurar la frontera es un derecho incuestionable de EE UU. Pero los políticos más preclaros seguramente se darán cuenta que se necesita lograr mucho más que noticias que acaparen los titulares de la prensa. En un informe reciente, hecho por un influyente grupo de estadounidenses, mexicanos y canadienses ( Construyendo una comunidad de países norteamericanos), se dan varias recomendaciones con mucho sentido común. Una es particularmente sugerente: el establecimiento de un fondo de inversión para la infraestructura y el sistema educativo mexicano. Si se hace apropiadamente, los mexicanos se beneficiarán, al igual que sus vecinos del norte.

Si México y Estados Unidos hacen todo lo indicado, el tratado del NAFTA aún pudiera dar frutos. Exigirles madurez y audacia a los políticos tal vez sea pedir demasiado. No es que los resultados vayan a ser inmediatos; pero, sencillamente, no se puede perder la esperanza.

© cubaencuentro

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