Holguín vive dos protestas contra los desalojos en una semana

Al menos cien personas protestaron en las calles de Holguín contra el desalojo de sus casas, y unas veinte rompieron el cerco policial hasta llegar a la sede local del Partido Comunista, informaron testigos a CUBAENCUENTRO.com.

Cuarenta y ocho horas después de que 120 familias fueran amenazadas y dos decenas expulsadas violentamente de sus viviendas, los damnificados emprendieron una marcha de protesta que fue reprimida por efectivos policiales y las Brigadas de Respuesta Rápida.

Las autoridades del Partido Comunista (PCC) no recibieron a los manifestantes que lograron romper el cerco.

Según la periodista independiente Caridad Caballero, de la agencia El Libre Oriental, el viernes se produjo una segunda protesta ante la sede del PCC.

"Unas 45 personas siguieron otra estrategia y fueron individualmente hacia el Partido. Nadie los atendió hasta que llegó al lugar una guaga llena de turistas extranjeros, y entonces les dijeron que pasaran, que los iban a atender", informó Caballero, quien señaló que no obstante, tras hacerles esperar desde las nueve de la mañana hasta las doce del día, los funcionarios del PCC le comunicaron a los afectados que la "única solución" eran los desalojos.

El origen de la protesta

El miércoles pasado, inspectores de la Dirección Municipal de la Vivienda, efectivos uniformados de la Policía Nacional y directivos del Poder Popular se presentaron en el reparto Villa Nueva y arremetieron contra los moradores por "construir de forma ilegal en terrenos estatales"

Las fuerzas represivas, en medio de la repulsa popular y auxiliadas por camiones y equipos de desmonte (buldózeres), demolieron varias viviendas, según constató CUBAENCUENTRO.com en el lugar de los hechos.

"Es una violación de los derechos humanos, nos quieren ahora acusar de ilegales, cuando en realidad el gobierno no te garantiza vivienda alguna", declaró un hombre que está siendo "obligado a retornar a Palma Soriano".

Entre las familias privadas de sus casas hay provenientes de otras provincias orientales, así como de varios municipios holguineros.

"No podemos seguir viviendo en el campo, porque nos estamos muriendo de hambre; aquí al menos la pasamos mejor y podemos encontrar con qué alimentar a nuestros hijos", afirmó una mujer perjudicada.

Inspectores destinados a "ejecutar" —expresión utilizada por el gobierno para desalojar los llamados "barrios ilegales"— respondieron con evasivas sobre el futuro de las familias sin vivienda y sólo informaron que "todos serán conducidos a sus lugares de orígenes".

Los desalojos practicados en Holguín tomaron su punto álgido a principios del año 2008, cuando unas 200 familias fueron expulsadas de las viviendas construidas en "terrenos de interés estatal".

Luego del paso del huracán Ike, en septiembre pasado, habían cesado temporalmente las acciones violentas, sobre todo porque la provincia de Holguín sufrió afectaciones en más de 120.000 viviendas, de ellas 15.000 con derrumbes totales. La población albergaba la esperanza de que permitieran construir viviendas en zonas actualmente infectadas por el marabú.

En la ciudad de Holguín existen 42 barrios considerados "ilegales". En trece de ellos, el gobierno realiza "labores de persuasión" con sus habitantes para que los abandonen.

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