Afrocubismo: poética musical de dos culturas

Afrocubismo: Concepto musical creado por Nick Gold en complicidad con Eliades Ochoa, Kasse Mady Diabaté, Lassana Diabaté, Toumani Diabaté, Bassekou Kouyate, Djelimady Tounkara, José Ángel Martínez, Jorge Marturell, Baba Sissoko, Eglis Ochoa, Alain A. Dragoni, Lennis Lara, Gabriel Fonseca, Fatoumata Diawara, Osnel Odit, Luis Bargaza, Virgilio Valdés, Jesús Bello Díaz. Guitarras, balafón, kora, n’goni, contrabajo, tambor parlante, tumbadora, cencerro, bongós, trompetas, maracas, güiro, voces, violín. / Cuba y Malí. El Caribe y el Sahel africano. Afro son, merengue haitiano, son montuno, tumbao, canción, tumba francesa, changüí guantanamero. / Regreso y reencuentro. Diálogo de cadencias que se reconocen. / La kora, una novia que articula la vida con nostalgia apacible. / El n’goni teje frondas. / El balafón bambolea las pretensiones. / El tambor parlante desafía el silencio. / El contrabajo remata las pausas. / Las trompetas silabean diástoles. / Los bongós repican sobre un prado melódico de figuraciones. /Güiro, maracas y cencerros sacan chispas a los preludios. / El violín se ensaña barroco sobre el tumbao. /Las voces susurran agüeros buenos. / La lluvia melódica-rítmica no escampa: se mantiene adánica sobre la trenza armónica de los azares. / Dicen que este milagro ya estaba en la cabeza musical de Ry Cooder. Dicen que esta fusión de cellisca montunera oriental y rítmica maliense se iba a producir en 1996; pero, problemas de visas no lo hizo posible. Que entonces nació ese suceso irrepetible, Buena Vista Social Club. / Nick Gold es un inglés de obstinación manifiesta, después de 14 años regresa con el sueño bajo el brazo: fusión de hermosura cordial. / Afrocubismo o el regreso del son cubano a su primigenia estancia. El tiempo encadena las contingencias. El tiempo enlaza voluntades. La música unta el tiempo de pausas que se fragmentan hasta que un día cristalizan en quimera cabal.

Afrocubismo(World Circuit, Discos Corason, 2010), álbum de catorce sonatinas bailables, vaivenes insólitos: catorce sutilezas en nudos de coplas: catorce quinqués en tumbos acompasados: catorce colores en untos alegóricos: catorce sentencias en blandura de ascuas: catorce jornadas en cartografía proverbial… El bembé inicia con un tema de hermandades, “Malí Cuba” (Toumani Diabaté): acuarela afrocubana en la que la kora de Toumani y la guitarra de Eliades se cruzan en atajo sempiterno. Ñico Saquito reaparece con “Al vaivén de mi carreta” y la guajira se traslada al Sahel, gracias a los prodigiosos fraseos de Kasse Mady Diabeté en alternancia con Eliades. “La culebra” (Benny Moré) y la blanda guitarra de Djelimady se introduce en el montuno para dialogar con el coro: afroson de junturas presurosa: caballería musical maliense contenida.

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El guitarrista Eliades Ochoa y Toumani Diabaté, los protagonistas, junto a otros músicos del albúm.

“Karamo” (Bassekou Kouyate), “Djelimady Rumba” (Djelimady Tounkara), “Jarabi” (Toumani Diabaté), “Dakan”( Baba Sissoko), “Nima Diyala”( Djelimady Tounkara) o “Bensema”(Kasse Mady Diabaté) conforman el bloque de composiciones de Malí matizadas por trazos montuneros orientales, la impronta changüisera de la guitarra de Eliades en “Bensema” dibuja uno de los lapsos más emblemáticos de la placa: presten atención al walking del bajo, encabalgamiento en pos de un Eliades desbordado. El guitarrista santiaguero enriquece y multiplica los aromas de este álbum que nos lleva de una sorpresa a otra: “A la luna yo me voy” (merengue haitiano con reflujos percutivos de conga santiaguera y reminiscencias de tumba francesa de Guantánamo). Asimismo, “Mariama”—en mancuerna con Bassekou Kouyate— ejemplifica los capitales del changüí para fusionarse con aires jazzísticos y bluseros. “Para Los Pinares se va Montoro” (Hierrezuelo/Repilado), cálido homenaje a Los Compadres. El duelo guitarrístico de Eliades y Djelimady, sencillamente antológico.

“Eliades Tumbao 27” (Eliades Ochoa) confirma la maestría del líder del Cuarteto Patria: tumbao de teñiduras jazzísticas en consonancias soneras/changüisera de inquietante hermosura armónica. El cierre con “Guantanamera” (Joseíto Fernández) en algazara de n’goni, guitarra y kora, momento memorable de la música afrocubana de todos los tiempos. Gracias a Disco Corason por semejante regalo otoñal. Afrocubismo: palpitaciones sonoras entrañables.

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