Denver: Obama y el fin de la fiesta
Armando Añel | 29/08/2008 17:25
Tags: Elecciones 2008
Llegó el fin. De la fiesta de la Convención Demócrata. Un final abierto, en el que el primer candidato negro a la presidencia en la historia de Estados Unidos puso los puntos sobre la íes de sus promesas de cambio.
A los republicanos no les parecerá demasiado sustanciosa la enumeración de Obama. Y los demócratas la ensalzarán como a una suerte de texto sagrado. De cualquier manera, el senador por Illinois deslindó por fin algunos de los puntos sobre los que giraría su ya célebre Yes, we can! (¡Sí podemos!) en caso de tomar la Casa Blanca:
-Combatir la desmesurada influencia de los cabilderos en Washington.
-Recortar impuestos a las pequeñas empresas, sobre todo a aquellas relacionadas con las nuevas tecnologías.
-Recortar impuestos a la clase media (habló de rebajar impuestos al noventa y cinco por ciento de las familias trabajadoras).
-Revertir lo que consideró la tendencia de las compañías de seguros de discriminar a los más enfermos y necesitados.
-Poner fin, en diez años, a la dependencia del petróleo que agobia el bolsillo del norteamericano promedio (aquí enfatizó la supuesta negativa de su rival, John McCain, a invertir en energías renovables).
En este punto Obama se detuvo para subrayar que extraer petróleo en territorio norteamericano no es la solución a largo plazo, y aseguró que ayudará a la industria automotriz a renovarse de cara a la utilización de nuevos combustibles. “Hay que pensar en grande”, dijo, y reveló que, de asumir la presidencia, destinaría 150,000 millones de dólares del presupuesto federal a desarrollar energías renovables.
Para el senador afroamericano, una manera práctica de acceder a estos fondos consiste, precisamente, en revisar el presupuesto, disminuir la burocracia de Washington y cerrar lo que llamó “brechas fiscales”.
Partiendo las aguas
La puesta en escena del estadio de Denver en el que los demócratas cerraron su convención fue duramente criticada por los republicanos. Con tanta efectividad que a última hora los organizadores abandonaron la idea de elevar todavía más el complejo de columnatas romanas que ocupaba el centro del escenario. En definitiva, toda una demostración del poder de convocatoria de Obama, que logró reunir a cielo abierto a unos 80, 000 seguidores, la mayoría de los cuales debieron hacer filas de hasta tres horas bajo el sol para ingresar al Invesco Field.
La corresponsal de El Universal, Noelia Sastre, lo describe así:
“Como los romanos, Obama tuvo su circo, las masas aclamaron a su emperador. Era la pura imagen del triunfo. Una perfecta coreografía ante 75.000 demócratas en el estadio de fútbol americano de Denver que creen ciegamente en las promesas de cambio de este senador de 47 años con sangre blanca y negra, heredero del sueño de Martin Luther King y de la esperanza de John F. Kennedy”.
Coincidentemente, fue Kennedy el último en aceptar una candidatura a la presidencia al aire libre, en 1960, en el Coliseo de Los Angeles. Frente al fervor expectante, desde el estruendoso silencio de los altavoces, no hay que descartar que anoche algunos aguardaran a que Obama señalara al frente, con el brazo extendido, y las aguas se partieran en canal ante la multitud entregada.
Antes, una vez más, el ex vicepresidente Al Gore había llamado la atención sobre un dato no precisamente deleznable: los millones de nuevos votantes que se han inscrito para participar en los comicios de noviembre, la mayoría de ellos jóvenes.
El discurso
Fue una intervención enfática pero reposada, al mejor estilo Obama. Una especie de híbrido entre el énfasis puesto por la derecha tradicional en la responsabilidad individual y el énfasis puesto por la izquierda tradicional en la solidaridad. Solidaridad a la que el candidato demócrata prefirió llamar “generosidad”. Así, algunos de los giros y observaciones del orador de la noche recordaron el discurso reaganiano: “Si tú no lo haces nadie lo va a hacer por ti”, o “cualquier cosa que te propongas puedes lograrla por ti mismo”.
El discurso en frases cortas:
-“Ya basta, es el momento. Tenemos la oportunidad de mantener vivo el sueño americano en este siglo XXI”.
-“Queremos una economía que honre el valor del trabajo”.
-"El sueño americano es la responsabilidad individual más la responsabilidad mutua”.
-“Hace cuatro años les conté la historia de la breve unión de un joven de Kenia y una joven de Kansas que no tenían muchos recursos, pero compartían la creencia de que en Estados Unidos su hijo podría lograr lo que se propusiera”.
-“Somos el partido de Roosevelt. El partido de Kennedy. Por tanto, no me digan que los demócratas no defenderemos este país”.
-“Reconstruiré nuestro ejército para poder enfrentar conflictos futuros. Pero también renovaré la diplomacia dura y directa que puede prevenir que Irán obtenga armas nucleares”.
-“Los nihilistas no entienden que estas elecciones no giran en torno a mí, giran en torno a ustedes”.
-“Estados Unidos vale más que estos ocho años de Bush. Nuestro país vale más que esto”.
-“John McCain ha votado por George W. Bush el noventa por ciento de las veces. No estoy listo para quedarme con un diez por ciento de posibilidades de cambio”.
-“Hoy el cambio no viene de Washington, el cambio va hacia Washington”.
Al cierre: Una vicepresidenta para McCain
Leo en El País que "la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, ha sido elegida hoy por el aspirante republicano a la Casa Blanca, John McCain, candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos en las elecciones del 4 de noviembre. Palin, de 44 años y gobernadora desde 2006, es desconocida en la arena política nacional y es la segunda mujer en alcanzar la candidatura a la vicepresidencia de EEUU tras la demócrata Geraldine Ferraro en 1984".
Cortesía http://www.elpais.com/global/
Publicado en: Cuba Inglesa | Actualizado 05/11/2008 14:41