Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Reportaje

La Iglesia, ¿se mueve?

La Conferencia Episcopal cubana envejece. Los nuevos nombramientos, claves en el futuro nacional.

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Sobre 'lobos' y 'pastores'

Al parecer, agraviados por la citada reunión y el tono del periódico Granma, grupos de exiliados han comenzado a circular por la Red mensajes en los que se conmina a los fieles a "boicotear" a la Iglesia cubana, dejando de contribuir financieramente en los templos.

Acerca del particular, monseñor Pérez afirma: "Sobre lo que puedan pensar otros grupos, yo no tengo ningún comentario". Añade que "el diálogo es lo propio de la Iglesia", y recuerda que el Papa Pablo VI dedicó una Encíclica específicamente al tema del diálogo. "Ése es el modo de ser del trabajo de la Iglesia, su naturaleza misma", dice.

En el exilio, unos han coincidido con la decisión de la jerarquía católica y otros han echado leña al fuego con explosivas declaraciones.

Un artículo del ex preso político Armando Valladares, publicado en el Diario Las Américas, de Miami, denuncia que "la reciente cena del Lobo con los Pastores cubanos es un paso más en ese doloroso proceso de acercamiento entre el implacable perseguidor de los católicos (…) y los máximos representantes de la Iglesia cubana". Valladares estima que "este sustento episcopal a Castro es grave para el pueblo cubano".

En una cuerda similar se expresa Jesús Carrasco González, miembro de la Junta Directiva del Centro Cubano de España: "Si esa reunión fuera buena para terminar con la dictadura, cosa que dudo, me parecería relativamente bien. Sin embargo, cualquier reunión que ayude a que el dictador se mantenga en el tiempo, me parece fatal".

También fuera de la Isla, el presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC) Marcelino Miyares, opina que las relaciones de la Iglesia con el gobierno "hay que verlas como un proceso que sigue, donde la que ha salido reforzada es la Iglesia".

Miyares cree que lo mejor para el exilio es "respetar totalmente" las iniciativas de la Iglesia y tratar de "ayudar al máximo". "En el caso del PDC, agrega, tenemos la misma disposición de dialogar, como la forma de resolver la tragedia que está viviendo nuestra patria".

Una de las voces más agudas del laicado cubano, Dagoberto Valdés Hernández, director del Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río y de la revista Vitral, dice que "sí se puede hablar de expectativas" acerca del encuentro entre Castro y la COCC, "en el sentido de que el diálogo es mucho mejor que la incomunicación". Reconoce que, "aunque a lo mejor no se puedan esperar grandes cambios, el hecho de entablar una conversación es mejor que nada".

Rigoberto Carceller Ibarra, otro laico, fundador del Movimiento Cristiano Liberación en Camaguey y las provincias orientales, y ex preso político, expresa su negativa a un boicot hacia la Iglesia, porque "no es prudente ni justo, aunque exista la necesidad de pedirle a la iglesia local una mayor implicación".

Carceller, quien gestiona desde Madrid dos proyectos sobre Cuba, uno humanitario y otro de oposición política, considera que "hay que entender también que la Iglesia es una parte importante del capital social para una futura transición".