Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Posada Carriles

Jueza de EE UU concede la libertad bajo fianza a Posada Carriles, pero seguirá detenido

El anticastrista obtuvo la condicional en el juicio por fraude y falso testimonio, pero las autoridades migratorias se niegan a soltarle por el caso de entrada ilegal.

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Una magistrada federal en Texas (suroeste) concedió el viernes la libertad condicional al anticastrista cubano Luis Posada Carriles en un caso por fraude migratorio, pero autoridades migratorias dijeron que no lo soltarán, informó la AFP.

Posada Carriles, de 79 años de edad, enfrenta dos casos distintos en Estados Unidos: uno por fraude migratorio y falso testimonio, por mentir en una solicitud de ciudadanía al decir que entró ilegalmente al país por la frontera con México en 2005 cuando supuestamente lo hizo por barco, y otro por entrada ilegal, por el cual tiene una orden de deportación.

El primer caso se sigue en los tribunales de justicia, y el segundo en los tribunales migratorios.

La magistrada Kathleen Cardone, del tribunal federal de El Paso (Texas), ordenó este viernes su libertad condicional en el juicio por el primer caso, fijado para el próximo 11 de mayo, pero la Agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) expresó "decepción" con la decisión y aseguró que no lo dejará libre.

En una decisión de nueve páginas, Cardone ordenó la liberación de Posada Carriles con 350.000 dólares de fianza y bajo arresto domiciliario en la residencia de su esposa en Miami.

El fallo sólo autoriza al anticastrista a salir de su residencia para citas médicas o con su abogado, y previa autorización del tribunal, y le impone vigilancia con un aparato electrónico, además de prohibirle el contacto con involucrados en su caso.

Al explicar su decisión, la magistrada dijo que Posada Carriles está "viejo, enfermo y tiene fuertes lazos con la comunidad" del exilio cubano en Miami, donde sus allegados aseguran que enfrentará a la justicia.

Además, que los actos terroristas que se le imputan, entre ellos la explosión de una bomba en 1976 en un avión cubano, hecho que dejó 73 muertos; atentados contra hoteles de La Habana en 1997, con un muerto, y múltiples atentados con bombas en todo el continente "supuestamente ocurrieron hace años en países extranjeros".

La magistrada, que había expresado en una audiencia esta semana sus dudas en torno a la habilidad del ex agente de la CIA de desaparecer en la clandestinidad, como cuando se fugó en 1985 de una cárcel venezolana aún sujeto a proceso por el atentado contra el avión, dijo que las condiciones impuestas aseguran que no volverá a escapar.

"Además de los recursos financieros que le ofrecieron sus simpatizantes", la comunidad cubana de Miami, que ofreció más de dos millones de dólares en dinero y propiedades para asegurar su presencia en el país, "el acusado parece ser un hombre a quien le faltan los recursos financieros que lo harían un riesgo de fuga".

ICE, sin embargo, aseguró de inmediato que anticastrista, encarcelado en una prisión común en Nuevo México (suroeste), no irá a ninguna parte, y que será transferido de inmediato a un centro de detención migratoria.

"Estamos decepcionados con la decisión. Recordamos que hay una orden de detención migratoria pendiente contra el señor Posada. Esta orden significa que el señor Posada quedará bajo custodia federal, aunque será transferido de la custodia de los Alguaciles federales" a la de ICE, dijo a la AFP el portavoz de la agencia en Washington, Michael Keegan.

Para que Posada Carriles quede libre, sus abogados deberán volver al tribunal federal a apelar su detención migratoria, como lo hicieron, sin éxito, el año pasado.

Entonces alegaron en corte que aunque su cliente tiene una orden de deportación de Estados Unidos, ningún país ha querido recibirlo, por lo tanto debe quedar libre. El año pasado el anticastrista estaba en El Paso, en un centro de detención de ICE.

Antes de que un juez se pronunciara en torno a los argumentos, y habiéndole pedido a ICE que justificara su detención, el Departamento de Justicia lo acusó por el fraude y falso testimonio en enero, y las autoridades migratorias se deshicieron de él y lo entregaron a los Alguaciles, quienes lo encerraron en una cárcel de Nuevo México (suroeste).

Observadores del proceso han señalado que el ex agente de la CIA, custodio de lo que se cree son secretos embarazosos para el gobierno norteamericano, se ha convertido en un incómodo huésped para la administración Bush.

Sus abogados alegan que toda su carrera en la clandestinidad fue al servicio del gobierno estadounidense.