Descubrir. Valorar. Rescatar

Fue a finales de la primavera de 2004 o inicio del verano, cuando Carlos Espinosa Domínguez, a quien conocía desde mediados de los 90, se pasó media mañana en mi oficina de la revista Encuentro de la Cultura Cubana. Hablamos de los dossiers y homenajes en curso, de los libros aparecidos recientemente que valía la pena reseñar, cuando nos sorprendió la hora de almuerzo. Le propuse que me acompañara a recoger a mi hijo en su escuela, al sur de Madrid, y comer juntos en mi casa. Del menú no tengo memoria, posiblemente sería olvidable, pero hay un tema de aquella conversación que siempre recuerdo.

Días atrás había leído un texto de ficción del propio Carlos, que me había parecido excelente. Le pregunté por qué no escribía más literatura creativa. Me contestó que en la órbita de la cultura cubana ya había mucha gente intentando escribir obras originales y algunas de ellas perdurables. No creo que mi voz añada demasiado, me dijo, a las que ya existen. Pero siempre necesitaremos de alguien que se ocupe de “descubrir y valorar”.

Descubrir y valorar son las dos palabras que nunca he olvidado porque, efectivamente, en el océano de la palabra escrita necesitamos a quienes tienen la paciencia y la perspicacia de encontrar la pepita de oro en la arena del río y acto seguido son capaces de valorarla con acierto.

Y yo añadiría una tercera palabra: rescatar. Descubrir, valorar y rescatar son las tres palabras que mejor definen la obra de Carlos Espinosa Domínguez, quien nos ha dejado por sorpresa la semana pasada en su casa de Aranjuez.

Basta un paseo por sus artículos y reseñas publicadas para dar fe de sus descubrimientos, tan diversos como su curiosidad: cine, teatro, narrativa, poesía, crítica; a lo que se suman sus entrevistas a personalidades de muy diversos ámbitos.

Rescatar es la palabra que mejor define a su obra de próxima aparición por la editorial Verbum: Así siempre los tiranos, recopilación de artículos publicados tras la caída del dictador Gerardo Machado, donde descubriremos seguramente las recurrencias de la historia. Fueron también descubrimientos sus revelaciones para otros públicos de figuras en ocasiones preteridas: Francisco Ichaso. La palabra y la memoria Ensayos y artículos. (2021). Enrique José Varona. El saber generoso e iluminador (2023). Esteban Borrero Echeverría. Cuestión de monedas y otras narraciones (2024).

Se aproximó, siempre con rigor y originalidad a las más importantes figuras de la cultura cubana: José Lezama Lima (Cercanía de Lezama Lima,1986; Vuelvan crepúsculos y flautas, 2024), Virgilio Piñera (Virgilio Piñera en persona, 2003), Gastón Baquero (Gastón Baquero, paginario disperso, 2015), Lino Novás Calvo (Lino Novás Calvo. Lo que entonces no podíamos saber, 2015 y Entre la provincia y el mundo: La obra narrativa de Lino Novas Calvo, 2018), Jorge Mañach (Jorge Mañach. La cura que quisimos, 2017), Antón Arrufat (Antón Arrufat: Autorretrato sin enmiendas, 2023), etcétera.

Su tarea de valoración se plasmó en diferentes antologías y selecciones: Un desorden de sábanas y almohadas. Antología de la poesía erótica iberoamericana (2021), Cuento cubano del siglo XX, en colaboración con Jorge Fornet (2021); Con ojos de espectador. Críticas y ensayos de Eduardo Manet (2024).

Y su curiosidad sin límites lo llevó desde la crítica teatral (Lo que opina el otro: algunos apuntes sobre la crítica teatral, 2000) hasta la cultura rusa (Camisa de Once Varas, 2019) y japonesa (Japón. De la tradición a la modernidad, 1987), y los entresijos del teatro peruano (El Escenario y la Memoria: Testimonios de Teatristas Peruanos, 2016).

Sólo esa infinita curiosidad prácticamente sin fronteras y su enorme capacidad de trabajo, tanto en días claros como en los que él llamaba “nublados”, explican la extensa bibliografía que nos entregó en los últimos 40 años. En un mundillo donde con frecuencia las obras se quedan en el campamento base mientras el ego asciende al Himalaya, lo hizo con naturalidad y sencillez, con respeto y juicio crítico frente a las obras de los consagrados, y una enorme generosidad ante las obras de los nuevos autores. Echaremos de menos tus obras pero, sobre todo tu trato amable y cordial, tu juicio certero y tu pasión para entregarnos lo que ni siquiera sabíamos que estábamos buscando.

Te echaremos de menos, amigo.

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