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Literatura, Literatura cubana, Novela

Exigente y serio, pero también accesible

A su bibliografía sobre temas cubanos, Raymond D. Souza sumó dos excelentes títulos: un estudio sobre la novela más famosa de José Lezama Lima y la que hasta la fecha es la única biografía de Guillermo Cabrera Infante

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En su tercer libro, Raymond D. Souza volvió a ocuparse de la obra de Lezama Lima, a quien ya había dedicado un capítulo en Cuban Mejor Novelists. Me refiero a The Poetic Fiction of José Lezama Lima (University of Missouri Press, Columbia, 1983, 149 páginas), que fue el primer estudio monográfico sobre el cubano publicado en inglés. Una vez más, a Souza le corresponde el mérito de haberse adelantado a otros investigadores en el acercamiento crítico a un autor sobre quien después se acumulará una copiosa bibliografía.

Creador de una obra poética y narrativa que plantea un permanente reto al lector, Lezama Lima ha dado lugar a una tendencia acerca de la cual Severo Sarduy había prevenido: “No caer en la trampa de la crítica: un lenguaje mimético, una recreación del estilo —que se vuelve una recreación de los «tics»— del autor. Evitar todo giro lezamesco”. Souza confiesa que tuvo muy en cuenta esa advertencia y evitó hacer de su libro una exposición de la hermenéutica y la poética lezamianas. Reconoce, no obstante, la validez e importancia de esa contribución y en su estudio incluyó citas de los ensayos de Lezama Lima cuando resultaban necesarios para iluminar ciertos puntos pertinentes.

Souza es consciente de que la narrativa del cubano está indisolublemente ligada a su poesía. Por eso inicia su libro con un primer capítulo, “The Poetic Vision”, concebido como una introducción al estudio que después desarrollará. En el mismo presta particular atención a la producción poética de Lezama Lima, así como a los puntos de contacto que esta tiene con su prosa de ficción. A esas páginas siguen “Metaphor and Metonymy in Paradiso”, “The Paradigm of Characterization”, “Organizational Configurations: Plot and Fabula” y “The Autobiographical Paradox”. Esos cuatro capítulos se centran en el análisis de diferentes aspectos de la novela más famosa del autor de La fijeza. El último texto, “Oppian Licario and the Lost Center”, está dedicado a esa obra que vio la luz póstumamente. En él, Souza además realiza una síntesis de los métodos de análisis usados por él en los capítulos previos.

En este tercer libro, Souza amplió su discurso analítico e incorporó herramientas pertenecientes a metodologías contemporáneas, concretamente el estructuralismo y la semiótica. Eso no respondía un frívolo esnobismo por estar “a la moda”, ni tampoco al fervor entusiasta por haber hallado una nueva religión. Fue una decisión razonada y coherente que él argumentó así: “Contemporary critical methodologies have stressed the importance of taking into account the fact that the systems and communicative process embodied in literary works are activated each time a reader confronts a text. The reader´s participation, then, becomes an important component of the dynamic process of a work. Current criticism also has been concerned with the manner in which a writer moves from external references to the formation of a literary creation —with his or her transformation of the basic materials of a story into the text the reader sees. This interest in the process involved in the writer´s creation of a text and the reader´s response to the finished work is important as the concepts of system and communication”.

El uso que Souza hace de esas corrientes metodológicas, ya digo, no es mecánico. Se vale de ellas y las modifica, de modo que se integren orgánicamente al método desarrollado por él en sus libros anteriores. La mejor prueba de lo que apunto es el atinado balance que logra entre las discusiones teóricas y el análisis propiamente dicho, así como en el evidente peso que da a este último aspecto. La aplicación de esas herramientas le permite además hacer un cuidadoso estudio de los elementos constitutivos de Paradiso. Asimismo, a través de figuras retóricas como la metáfora y la metonimia explica la configuración textual de esa novela. Todo ello da como resultado un excelente acercamiento crítico a una obra que, como antes señalé, se caracteriza por su complejidad.

Souza cerró su biblioteca cubana con Guillermo Cabrera Infante. Two Islands, Many Worlds (University of Texas Press, Austin, 1996, 195 páginas). Y lo primero a anotar, es que lo hizo brillantemente y de la mejor manera posible. Se trata no solo del que, en opinión de este cronista, es su mejor libro, sino además de aquel que puede ser disfrutado por una audiencia lectora más amplia. A eso alude William L. Siemens, profesor en Houghton College, en el breve texto suyo que se lee en la contraportada: “Este es el trabajo sobre Guillermo Cabrera Infante que yo recomendaría a lectores no especializados… Sencillamente, será con mucho el libro más importante escrito hasta la fecha sobre este autor”.

Documentación tan abundante como valiosa

En su monografía sobre Lino Novás Calvo, Souza combinó el material biográfico con el análisis literario. Aquí lo vuelve a hacer, pero esta obra se ajusta más a lo que se conoce como biografía literaria. De acuerdo a lo que expresa en el prefacio, con este proyecto intentó “to portray the complexitiy of the character and works of Guillermo Cabrera Infante in their many facets. It is the account of how a man faced many trials and overcome them through the creative act of writing. During his lifetime, Cabrera Infante has moved in a variety of artistic and geographic contexts, enduring the vicissitudes of exile from Cuba (…) Cabrera Infante is, in every sense of the word, a multilingual and multicultural author”.

Para la redacción de su libro, viajó en varias ocasiones a Londres, donde fue recibido en su casa por Cabrera Infante. Durante aquellos encuentros conversó largamente con él y también con su esposa, sus dos hijas y sus nietas. En ese sentido, comenta que siempre le han impresionado los cubanos por su admirable candidez y honestidad, particularmente al compararlos con la educada reserva de alguien de un pueblo de New England, anclado en la tradición británica. Y expresa: “For me, doing research in London was a cultural as well as an academic homecoming”.

Aunque no dejó de compartir cenas, charlas y café con la familia del escritor, Souza ocupó la mayor parte del tiempo en recopilar la documentación a partir de la cual redactó Guillermo Cabrera Infante…. Y hay que decir que esa documentación es tan abundante como valiosa, lo cual constituye uno de los varios méritos del libro. Desde los primeros capítulos, hay todo un caudal de información y de jugosas revelaciones. Eso se mantiene en los capítulos siguientes, en los que Souza incorpora el análisis de la producción literaria de Cabrera Infante: Así en la paz como en la guerra, Un oficio del siglo XX, Tres tristes tigres, Vista del amanecer en el trópico, Holy Smoke, La Habana para un Infante difunto, Mea Cuba.

Escribe también sobre la novela inédita Ítaca vuelta visitar, cuyo manuscrito le proporcionó su autor, y que tras la muerte de su este se publicó con el título de Mapa dibujado por un espía. Una faceta escasamente conocida del biografiado es su trabajo para el cine. Souza tuvo acceso a sus guiones, la mayoría de los cuales se hallan en la biblioteca de la Universidad de Princeton, y realizó una meticulosa lectura de ellos. Asimismo, reserva espacio para otros aspectos, como el proceso creador del cual nacieron sus obras. E incluso fisgonea en la biblioteca del cubano para averiguar cuáles eran los autores que tenían una mayor presencia. Como curiosidad, copio el resultado del número de títulos de cada uno que su pesquisa arrojó: Jorge Luis Borges (37), Lewis Carroll (22), Raymond Chandler (10), William Faulkner (10), Malcolm Lowry (7), Truman Capote (6), Ernest Hemingway (5), Laurence Sterne (3). A eso agrega que Cabrera Infante tenía las obras completas de Charles Dickens.

Ya hice notar que Souza pertenece a la familia de críticos e investigadores exigentes y serios, pero también accesibles. Eso queda meridianamente demostrado en este libro, que bastaría para asegurarle a su autor un sitio destacado. Desde el punto de punta académico, Guillermo Cabrera Infante… posee una sólida documentación, así como un equilibrado balance entre la información y el análisis interpretativo. Está escrito además con fino discernimiento crítico. A esos valores, hay que agregar que la aportación que representa es más eficaz cuanto que presenta la materia de forma sucinta y compacta, aunque sin sacrificar nada sustancial. Pero Souza no considera que el rigor científico esté reñido con la amenidad y la limpidez expositiva. Eso lo lleva a optar un estilo claro y fluido, que hace muy disfrutable la lectura.

Quien firma estas líneas, confiesa que le resulta incomprensible el hecho de que ninguna editorial del ámbito hispánico se haya interesado en traducir al español un libro tan atractivo como este. Mucho más cuando el biografiado es un escritor que goza de un gran prestigio y que cuenta además con una nutrida legión de lectores. A falta de una edición en nuestro idioma, apunto para quienes se interesen que es fácil encontrar la publicada en inglés en sitios donde venden libros de segunda mano como Abebooks.com, donde se puede conseguir a precios muy económicos.

“El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar”. Si bien no estoy seguro de que la primera parte de ese proverbio árabe sea totalmente así, en cambio comparto sin reservas la segunda, posiblemente por aquello de que no hay bien más necesario que el de dar las gracias. En todo caso, los cubanos siempre debemos recordar nuestra deuda de gratitud con Raymond D. Souza, por toda la dedicación y el empeño que puso en la noble faena de estudiar y divulgar nuestra literatura.