Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Fotografía

Metáforas del poder

El paso de la euforia al pesimismo, de la utopía cotidiana al desencanto: Una exposición itinerante de fotografía latinoamericana recoge la mirada de varios creadores cubanos.

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Desde septiembre de 2005 y hasta enero de 2006 estará itinerando por la región de Euregio (específicamente en el nordeste de Bélgica y el sureste holandés) la exposición Los de abajo: una mirada desde / al poder. La muestra, conformada a partir de los fondos de la colección de fotografía documental latinoamericana de Casa de las Américas, ha sido comisariada por la historiadora del arte Nahela Hechavarría (Cuba) y los belgas Herwig Nulens y Gerlinde Gilissen.

Nulens y Gilissen han estado a cargo de la selección de seis artistas belgas multidisciplinares, quienes han dotado al proyecto de una mirada contemporánea y complementaria de la visión que captan los fotógrafos de un fenómeno global como el poder, en medio de las realidades del continente americano.

La exposición, que comenzó su periplo europeo en el Parque Natural Bokrijk, en Limburgo, y recorrerá espacios culturales de ciudades como Maastricht y Hasselt, asume una reflexión del poder desde una híbrida perspectiva en que confluyen revisiones históricas de las manifestaciones hegemónicas, en un continente mediado por sucesivos rostros dictatoriales, mecanismos violentos y dramáticos en el ejercicio del poder, y el lastre social que estos han dejado en las ciudades de América Latina y el Caribe.

Junto a ese giro retrospectivo que panea mediante el objeto de la lente la historia reciente acumulada en la memoria popular, se pueden ver los novedosos acercamientos de los artistas belgas, quienes desde plurales soportes y lenguajes artísticos intervienen las tensas zonas de un imaginario asociado a las marcas punitivas del poder, y que no necesariamente se hallan ancladas a un referente específico.

Según la comisaria Nahela Hechavarría, uno de los aspectos más sugerentes de la muestra radica precisamente en esa posibilidad de contraste entre las obras de artistas provenientes de sociedades con explícitas diferencias de desarrollo socioeconómico y político. La delimitación de los espacios autoritarios del poder, su interacción social, sus formas de manifestación, son algunas de las ideas que emergen de ese enfrentamiento de realidades que emana de la exposición.

Al poner frente a frente la mirada de creadores donde la propia naturaleza dictatorial o democrática del contexto de producción define la construcción artística, Los de abajo… (sugerente alusión a la emblemática novela de Mariano Azuela) aborda un fenómeno universal que deja de ser un tópico abstracto del debate cultural en tanto se presenta en la materialidad de las imágenes.

Cuarenta y cuatro obras maestras del fotorreportaje se agrupan en esta exposición, incluyendo fotografías memorables del argentino Eduardo Longoni, la visión sagaz y objetiva de Frida Hartz, al recoger la vida de las clases populares mexicanas; el rostro de la denuncia y la tristeza en las fotos del chileno Alejandro Hoppe, o las crónicas insulares de una colonia contemporánea desde el acercamiento simbólico o directo en las piezas del puertorriqueño Héctor Méndez Caratini. Junto a ellos, las fotografías de Raúl Corrales, Korda, Humberto Mayol y Osvaldo Salas, entre otros, proporcionan un acercamiento a distintas décadas de la Cuba más reciente.

Una llamada de atención

En el caso de los fotógrafos cubanos incluidos en el proyecto, las imágenes narran la historia de los cambios operados en la sociedad cubana a partir del año 1959. La vida popular, las calles y sus huellas como testimonio de las ansiedades colectivas, el paso de la euforia al pesimismo, de la utopía cotidiana al desencanto, son algunas de las evocaciones que transmiten las obras.

Un criterio general en la selección de fotografías que conforman la muestra, ha sido evadir el tratamiento directo de la figura del poder a través de hechos concretos. Gestos, sugerencias, metáforas, visiones simbólicas, se suceden en Los de abajo… para representar con justicia el drama de un continente plagado por la intolerancia y los desmanes de los gobiernos de turno, de los regímenes dictatoriales que han escrito con sangre su versión triunfante de una historia común que rebasa las fronteras de países como Chile, Argentina, República Dominicana o Cuba.

De algún modo, esta serie de fotografías recopilada, basada en el trabajo de investigación de la comisaria cubana de la muestra —quien paralelamente ha venido trabajando en un análisis de la fotografía documental cubana durante los años noventa—, aunque no se ciñe al género del fotoperiodismo, implica un reconocimiento a uno de los registros de las voces testimoniales más importantes en América Latina.

Específicamente en el caso de Cuba, teniendo en cuenta la parcialidad de los medios de comunicación con el poder, un proyecto como Los de abajo… deviene una llamada de atención necesaria. No en balde la inspiración del título de la exposición en una obra cumbre de la novela de la revolución mexicana, y teniendo presente todo el terror que el referente en cuestión recrea, sirve de advertencia y recordatorio sobre la naturaleza impía del poder.