Una mirada al pasado y al futuro de Cuba

“Para mirar hacia el futuro es importante entender de dónde provenimos”. Así justifica a Efe el director cubano Ernesto Daranas la razón de ser de Conducta, protagonizada por una veterana maestra y un niño de 11 años y por la que opta al Goya a la mejor película iberoamericana, informa la agencia Efe

Una historia que enfrenta el comienzo de una vida con el final de otra y en la que la realidad social de Cuba está muy presente y se convierte casi en una protagonista más del filme.

“El cine primero es un modo de expresión, una manera de compartir todo eso que nos define como personas mucho antes que como cineastas”, explica el cineasta a Efe por teléfono desde Cuba, poco antes de viajar a España para estar presente en la gala de la 29 edición de los Goya del cine español, que se celebra este sábado en Madrid.

“La sociedad, la economía, la cultura y la política conforman el entorno inevitable de nuestras vidas y, por ende, de nuestras historias. En todas partes el cine dialoga con eso. En mi caso, lo hago frente a una sociedad muy peculiar, estancada entre graves contradicciones”, dijo.

“Es algo mil veces visto y que tiene lugar en cualquier parte. Conducta transcurre en las mismas calles en las que he vivido durante ya más de medio siglo. En ese tiempo he visto a La Habana transformarse en una ciudad marcada por los contrastes y, en las últimas décadas, por una creciente pobreza. Pero más que mostrar lo que es, me interesa expresar lo que yo siento por ella. En ese sentido, la ciudad sí me resulta indispensable”.

Una sociedad que es en la que viven Chala, un niño que trata de ayudar a su madre, con graves problemas de drogodependencia, mientras trata de continuar con el ritmo normal de la escuela, en la que su profesora, Carmela, es la única figura adulta en la que puede confiar.

Para dar vida a esa profesora, Daranas eligió a la veterana Alina Rodríguez, que desarrolló una relación afectiva con todos los niños de la historia pero en especial con Armando Valdés, que interpreta a Chala con gran naturalidad.

Una historia que empezó a tomar forma en un taller con un grupo de alumnos de la Facultad de Cine de La Habana, y que terminó de convertirse en la película que es cuando llegaron los niños de la película, todos ellos sin experiencia previa en la actuación y procedentes de los mismos entornos marginales que recrea el filme.

“Sin el aporte de esos jóvenes y niños, ‘Conducta’ hubiera sido otra película”, reconoce el realizador cubano, que permitió que cada niño y cada actor adulto modelara su personaje, una vez que conocían la historia en profundidad.

Licenciado en Pedagogía y periodista, recibió en 2005 el premio Internacional Rey de España, que concede la Agencia Efe, por el programa “Los últimos gaiteiros de La Habana”, el trabajo de Daranas siempre se ha destacado por su interés social.

Pese a ello considera que “el cine es secundario” en la evolución social de un país como el suyo.

“De lo que se trata es de que podamos dejar atrás la realidad de la que parten Conducta y tantas obras de casi todo el arte cubano del presente. El bloqueo ha sido un absurdo sobre el que se han levantado intereses y pretextos”.

Lo importante ahora, agrega, “no es cambiar por cambiar, porque La Habana, de hecho, ya lo está haciendo; lo esencial es que ese cambio sea el que la gente espera y necesita”, asegura en referencia al reciente acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.

Mientras ese cambio llega, Daranas sigue centrado en el cine y esperando que la nominación a los Goya ayude a dar visibilidad a una película como la suya, que no está respaldada por grandes estudios o distribuidoras.

“El 2014 fue un año de excelentes películas en Iberoamérica, así que esa sola nominación ya vale mucho”, aseguró el realizador.

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