A la segunda ronda

Liván Hernández se queda y Kendry se va. Así de cierto es: el hermano de El Duque y sus Cascabeles de Arizona avanzaron a la segunda ronda de los Play-offs de Grandes Ligas, después que el tirador derecho lanzó en gran forma y superó a Cachorros de Chicago 9 a 1, para eliminarlos en tres juegos seguidos.

Con la rápida y sorpresiva victoria ante el potente equipo de la Ciudad de los Vientos, los Diamondbacks toparán a partir de este jueves 11 de octubre en el primero de siete encuentros contra Rockies de Colorado, vencedores igualmente sobre Filis de Filadelfia, por el banderín de la Liga Nacional.

En la Americana, Medias Rojas de Boston arrolló a Ángeles de los Ángeles, conjunto de alto nivel y donde milita Kendry Morales, que no pudo conectar el pitcheo de primera línea de los bostonianos, rivales próximos de Indios de Cleveland, triunfador ante Yankees de Nueva York en tres de cuatro partidos.

Mike Scioscia, mentor de los serafines, dio oportunidades de lucirse al prometedor toletero cubano durante los tres desafíos, pero Morales no pudo destacarse, igual que jerarcas como Vladimir Guerrero, Garret Anderson y el resto, que sólo consiguieron un debilucho promedio de 191.

En el choque de apertura, Kendry Morales salió de emergente y se ponchó sin tirarle frente a Josh Beckett, que estuvo en su noche de gala número 21 este año. El segundo día Morales volvió nuevamente como designado y logró un hit dentro del cuadro, ante el japonés Daisuke Matsuzaka, y en el tercer programa le situaron como primera base y falló en cuatro turnos ante los enigmáticos envíos del estelarísimo Curt Schilling.

Aquí cualquiera gana

¿De dónde salieron esos Cascabeles y esos Rockies, equipos que discutirán el lugar cimero en el Viejo Circuito? La pregunta se la ha hecho medio mundo beisbolero, al ver emerger victoriosos a dos de los pocos equipos que ningún aficionado o erudito en la materia diera posibilidades par ir por el campeonato tras seis meses de contienda.

Es lógico que a nadie se le ocurriera bendecirlos en las profecías del mes de abril, porque en la temporada de 2006 terminaron abrazados en el último lugar de la División Oeste, la más débil de las tres. Como si esto fuera poco, sus jugadores son pocos mencionados y conocidos, debido a que en gran parte de la lid, sus programas se inician tres horas después que la mayoría de los restantes, por la diferencia horaria.

Para la jornada inaugural, en el Chase Field, Bob Melvin, mentor del Arizona, dependerá de su astro derecho Brandon Webb, con un triunfo sobre Chicago, 18 ganados-10 perdidos en la justa regular, segundo ganador de la Liga, segundo en efectividad y cuarto en ponches. También posee a Tomás Valverde, primero en salvamentos del torneo, con 47, y a un buen grupo de relevistas respaldados por un cuadro liderado por el joven shortstop Stephen Drew, guante seguro y hábil.

Contra Webb actuará el zurdo Jeff Francis, que abrió y triunfó ante Filis, con 17-9 en la temporada y estrella del Colorado, que cuenta también con el formidable Matt Holliday, una de las figuras actuales. Bateador derecho, este último fue líder en promedio ofensivo (340), tercero en anotadas (119), segundo en remolcadas (135), primero en tubeyes (50) y cuarto en jonrones (36). La defensiva se mostró de perlas en la serie divisional, capitaneada por Troy Tulowitzki, un torpedero de manos privilegiadas.

Guerrero de buenas batallas

Liván Hernández saldrá a la trinchera en el tercer tope, cuando se trasladen a la casa de sus oponentes el domingo 14. Flemático, impasible, hecho de la misma pasta que su hermano Orlando, a esta altura de su vida actúa sobre la lomita como el más imperturbable ser humano, nada le molesta, ni siquiera los árbitros, que pasan las de Caín para saber cuándo sus envíos están en la zona mala o buena.

Había que verlo en el estadio de los Cachorros el sábado pasado: más de 45.000 ruidosos aficionados tratando de sacarlo de sus casillas, pero los que se salieron fueron sus tres grandes oponentes: Alfonso Soriano, Derek Lee y Aramís Ramírez, que no pudieron ligarle a la hora buena. Liván tiene la rara característica de "permitir" que casi siempre se le embase el primer o segundo bateador de cada inning, y es ahí cuando derrocha toda su maldad y pericia en cada envío. Mientras los partidarios de los Cubs oraban, gritaban y se comían las uñas, él estaba en su ambiente, bien concentrado en la tarea, nada ni nadie le perturbó. Guerrero de buenas batallas, acumula 8 ganados y sólo 2 perdidos en juegos de postemporada.

Boston, la gran maquinaria

El viernes 12, Boston rompe las hostilidades en el Joven Circuito con Medias Rojas, anfitrión de los dos primeros desafíos y que espera descansado a Indios de Cleveland, novena que supo darle una contundente estocada al Todos Estrellas, presentado nuevamente este año por Yankees de Nueva York. Sin embargo, en béisbol, cualquier cosa puede ocurrir en el terreno de juego. Lo que parecía imposible por más de 100 años, ya ocurrió, y fue en 2005, cuando esos mismos Medias Rojas, después de perder los tres primeros desafíos ante Yankees, les fueron arriba, arrebatándoles cuatro al hilo, para romper todos los pronósticos. Ellos consiguieron lo imposible por el trono de La Liga Americana.

Desde todos los puntos de vista, Boston es un superequipo, al derecho y al revés, y cuenta con uno de los más temibles uno-dos de toda la historia, que no necesitan presentación: los dominicanos David Ortiz y Manny Ramírez. Si se añade a Mike Lowell, se forma un trío de espanto, que se convierte en cuarteto con KevinYoukilis, su primera base. Pitcheo de ases, con una defensa sólida, se presentan como uno de los mejores elencos formados por esa organización.

No obstante, apelando al refranero popular, mucho cuidado tienen que tener los fanáticos bostonianos, no piensen que van a "coger mangos bajitos", porque estos Indios no son los de las tirillas cómicas, aquellas del "Llanero Solitario", son jóvenes y disciplinados, y no se dejarán vencer así como así. Contra ellos "habrá que rallar la yuca".

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