Bateo a dos manos

Durante las diez últimas temporadas, los Angelinos de los Ángeles buscaron un inicialista fijo que bateara tanto como sus jardineros, pero el sondeo se convirtió en un quebradero de cabeza porque no aparecía el indicado.

Al parecer, Mike Scioscia, mentor de los antiguos Angelinos de Anaheim, ha resuelto el problema con el cubano Kendry Morales, que podría cubrir la posición durante varios años.

En 1999, los Angelinos consiguieron a Mo Vaughn, que también jugó la temporada siguiente, en la que disparó 36 cuadrangulares con 117 remolcadas, pero luego se fue a la agencia libre y de ahí a los Mets de Nueva York.

También estuvo Darin Erstad, que se mantuvo 11 campañas a partir de 1996, pero no llenaba el hueco porque no sacaba la bola del parque con la frecuencia necesaria y fue utilizado casi la mitad de su estancia en el center field y en el bosque izquierdo.

Fue en 2002 que los Angelinos ganaron la Serie Mundial y contaron en primera base con Scott Spiezio. Este fue siempre séptimo bate y en 147 desafíos conectó 12 jonrones con 82 impulsadas, muy poco en relación con los datos de Garret Anderson (29-123), Troy Glaus (30-111), Tim Salmon (22-88) y Brad Fullmer (19-59).

Durante las pasadas tres contiendas, lo intentaron con Casey Kotchman, Robb Quinlan y Morales, pero ninguno de los tres se ganó el puesto. Cuando faltaban dos meses para concluir la lid, trajeron a Mark Teixeira desde Atlanta, para que les ayudara a conseguir el pase a la postemporada, que logró finalmente. Como salió luego de agente libre, Teixeira fue contratado por los Yankees de Nueva York por ocho años y 180 millones de dólares.

Después de tantos dolores de cabeza sufridos por Mike Scioscia, al parecer Morales cumple con los requisitos, por la madurez que adquirió durante tres justas en Triple A e igual número de actuaciones invernales en República Dominicana.

El muchachón nacido hace 26 años en Fomento, en la provincia de Sancti Spíritus, ha encajado, y después de mes y medio de trabajo, es el quinto bate de la novena y se pasea junto a los mejores custodios del cojín inicial de la Liga Americana.

En un grupo selecto

Vladimir Guerrero, primer cañón de la novena, está nuevamente lesionado y la presión es mayor para Morales, ya que Bobby Abreu pasó a ocupar el tercer turno en el orden al bate y el fenomenal Torii Hunter es cuarto. Con ambos jugadores, que se ponen con frecuencia en circulación, el cubano tiene la enorme misión de remolcarlos hacia el plato.

Según las estadísticas recogidas hasta este lunes, el ex industrialista aparece segundo en casi todos los departamentos de su equipo, sólo superado por Hunter, cuidador del campo central como pocos y fenomenal bateador que hace bien todo o casi todo.

Varios de los inicialistas del joven circuito son jugadores de cartel bien respetados, como Miguel Cabrera (Detroit), Kevin Youkilis (Boston), Mark Teixeira (Yankees), Carlos Peña (Tampa), Justin Morneau (Minnesota), Chris Davis (Texas), Paul Konerko (Medias Blancas) y Russell Branyan (Seattle). De ahí que a un "aparecido" le sea difícil sobresalir.

De acuerdo con Major League Baseball, once primeras bases han participado en un máximo de 38 juegos y un mínimo de 31, y Morales está situado como quinto o sexto en ofensiva y fildeo, lo que significa mucho.

El ex industrialista, quien batea a las dos manos, aparece quinto en hits conectados, con 36; tercero en tubeyes, con 10, empatado con Branyan, Butler y Konerko; octavo en jonrones, al igual que Youkilis, con 6; sexto en impulsadas, con 23, y en bases recorridas, con 66; y quinto en promedio al bate, con 283.

Mucho trabajaron con Morales en el entrenamiento primaveral para que mejorara en la custodia y mecánica del primer saco. Al revisar los datos de los que han jugado entre 38 y 31 juegos, los números arrojan que cuatro no han cometido errores: Davis, Morneau, Teixeira y Konerko; Morales ha pifiado dos veces, al igual que Branyan y Huff, y por debajo están Carlos Peña (5) y Miguel Cabrera (4).

Del selecto grupo, nueve han jugado entre 17 y 7 campañas en el béisbol élite. El espirituano está en su cuarta ocasión y con menos que el cubano están Butler (tres años) y Davis, que está en su segundo campeonato.

Sin lugar a dudas, los 350.000 aficionados de la ciudad de Anaheim, en el Condado de Orange, California, deben estar contentos con la actuación de Morales y también millones de cubanos que desde que fue pitcher y cuarto bate en el equipo nacional en el Mundial Juvenil de 2000, esperaban con ansiedad su destaque en series nacionales y luego en Grandes Ligas.

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