El madero triunfa

Por segundo año consecutivo, los jugadores de cuadro Yunieski Betancourt y Yunel Escobar se distinguieron en la temporada de Grandes Ligas. Sus nombres aparecen junto al de Alexei Ramírez, entre los de los peloteros nacidos en la Isla que han tenido mejor desempeño en la recién finalizada campaña.

El villaclareño Betancourt volvió a distinguirse como short stop de los Marineros de Seattle. Fue uno de los pilares del equipo, al jugar como titular en 153 de los 164 desafíos programados.

En el Big Show abundan buenos torpederos de manos confiables y bate seguro, algunos con una decena de años en esa difícil posición, y el cubano se codeó con ellos en su cuarta temporada. Al comparar sus datos ofensivos con los restantes 13 jugadores del campo corto, terminó con average de 279 (cuarto), tercero en dobles (36) —empatado con Michael Young, del Texas— y quinto en hits (156).

En la defensa, su comportamiento fue provechoso: aunque terminó como el defensor que más errores cometió (21) en esa difícil posición, fue el segundo que más innings jugó (1.325). Por lo tanto, susceptible de aparecer con más pifias que los demás, ya que varios peloteros jugaron sólo la mitad del campeonato o las tres cuartas partes.

Las estadísticas muestran que en los batazos de frente, o sea, "sin salirse de su posición", ocupó el sexto lugar, con un porcentaje de 817, superado solamente por los estelarísimos Orlando Cabrera, Derek Jeter, Michael Young y los menos conocidos Jason Bartlett (Tampa) y Bobby Crosby (Oakland), que han intervenido en cinco campañas. La mayoría de sus errores fueron en batazos hacia ambos lados del terreno y en tiros a la inicial.

Yunel Escobar, en su segunda oportunidad, volvió a distinguirse como paracorto fijo de los Bravos de Atlanta. Los expertos le consideran uno de los mejores jóvenes alrededor del segundo saco. Estuvo casi todo el tiempo de segundo en el orden al bate, con cerca o por encima de los 300 por espacio de cinco meses, y únicamente bajó su ofensiva en el mes de julio, donde compiló 230.

Su rol de segundo bate en la alineación diaria lo cumplió a cabalidad, al producir 148 imparables en 136 juegos y conseguir 59 transferencias. De manera que estuvo en bases lo suficiente como para que sus compañeros de equipo le encontraran en situación de anotar.

El ex industrialista terminó como sexto en average (288), entre los "siol" del Viejo Circuito, y fue séptimo en remolcadas (60). En el campo compartió los puestos 10 y 11 en fildeo (974), y cuarto en el porcentaje de bolas fildeadas en su zona normal (837), superado solamente por Miguel Tejada (856), Jimmy Rollins (855) y César Izturis (850).

El pitcheo no es el mismo

Liván Hernández y José Ariel Contreras no estuvieron a la altura de otras contiendas, aunque sus promedios de ganados y perdidos no lo muestra así. El primero ganó 11 y perdió 13, pero el hermano de El Duque fue el lanzador que más carreras limpias permitió (157) y el que más hits aceptó (257), entre los 150 lanzadores que normalmente hicieron aperturas.

Liván abrió en la Liga Americana con el Minnesota y durante abril y mayo ganó 5 juegos con sólo 2 reveses. A partir de ese momento le batearon demasiado, al extremo que, durante junio y julio, le pegaron 96 indiscutibles en 68 episodios con porcentaje de 6.52 de carreras limpias, por lo que el alto mando de los Gemelos le dejó fuera del equipo.

Los Rockies de Colorado de la Liga Nacional lo contrataron y actuó con ellos desde el 10 de agosto, cuando hizo 8 presentaciones con 3 ganados y 3 perdidos, pero la ofensiva contra él fue de marca mayor. En 40 innings, le conectaron 58 indiscutibles y permitió 38 carreras limpias, con una efectividad negativa de 8.03.

La justa de 2008 parecía provechosa para José Ariel Contreras y a primera vista así fue, porque ganó 7 y perdió 6, con un dudoso 4.54 de carreras limpias permitidas, pero una lesión el pasado 9 de agosto le impidió jugar por el resto de la lid.

Sus últimas 3 salidas fueron el 8 y el 13 de julio y el 9 de agosto. En esas tres salidas lanzó durante 11 capítulos, le pegaron 23 hits y le marcaron una docena de anotaciones limpias. Junio tampoco le dejó buenos resultados: obtuvo 2 éxitos, 3 fracasos y en 29 entradas le conectaron 41 inatrapables.

Como se conoce, Orlando El Duque Hernández, el estelar lanzador derecho, y el cerrador Danys Báez no pudieron actuar este año por estar lesionados.

A partir de 1997, año en que Liván Hernández debutó con los Marlins de Florida, los serpentineros de series nacionales comenzaron a sobresalir en las Mayores, en una cadena que incluyó a El Duque Hernández, Danys Báez y José Ariel Contreras. Al parecer, ahora llegó la oportunidad a jugadores de una generación posterior, dedicados a jugar posiciones en el cuadro.

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