El poderío de los latinos

Se nos escapó el mes de octubre y con él la temporada de Grandes Ligas, con todas sus alegrías y frustraciones en seis meses de campaña. Llegó la hora del resumen, en el que se constata nuevamente el poderío de los peloteros latinoamericanos.

En esta contienda, los jugadores de República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, México, Panamá, Cuba y otros países del área acapararon varios departamentos, sobre todo en la ofensiva y defensiva. Durante el torneo regular, sobresalieron en el Juego de Las Estrellas, se destacaron en los play-offs y también en la Serie Mundial.

Como si fuera poco, los jugadores del área ocuparon generalmente los turnos al bate de mayor responsabilidad en las alineaciones de una gran parte de los equipos, sobre todo los más poderosos entre los 30 de las Ligas Nacional y Americana. Unos 900 peloteros militaron en la Gran Carpa, más del 25 por ciento de ascendencia latinoamericana, muy lejos de lo que ocurría a mediados del pasado siglo, cuando era una rareza.

Si nos remitimos a la Liga Nacional, se observa que el dominicano Albert Pujols, del San Luis, terminó la lid de segundo en jonrones e impulsadas, con 49 y 137 respectivamente, y fue tercero en promedio al bate, con 331. El venezolano Miguel Cabrera, de los Marlins, fue sublíder en bateo, con 339, y tercero en tubeyes, con 50. Otro dominicano, el fenomenal Alfonso Soriano (Washington), superó la marca de 40-40 (jonrones y bases robadas), con 46 bambinazos y 41 estafas, y fue además uno de los primeros en anotadas, con 119. José Reyes, el talentoso joven torpedero de los Mets, encabezó el viejo circuito en triples, con 17, y fue primero en bases robadas, con 64, en un casillero donde sólo dos eran norteamericanos.

La lista de los descollantes de este año es interminable y se necesitarían varias páginas para señalar cuánto lucieron. Aparte de los mencionados, están Carlos Delgado, Carlos Beltrán, Bobby Abreu, Aramís Ramírez, Omar Vizquel, Rafael Furcal, Edgar Rentería, Iván Rodríguez, Jorge Posada, Carlos Zambrano, Freddy García, Mariano Rivera, Francisco Liriano y Kiko Calero.

Santana y Ortiz en la Americana

Sin lugar a dudas, el lanzador venezolano Johan Santana, del Minnesota, y el dominicano David Ortiz fueron los jugadores más destacados del joven circuito. Santana ganó la triple corona de pitcheo: puntero en menos carreras limpias permitidas, con 2.77; en juegos ganados, con 19, empatado con el taiwanés Chien Ming Wang, de los Yankees, y en ponchetes propinados, con 245. El Big Papi Ortiz volvió a demostrar sus capacidades de destructor de pitchers al disparar 54 cuadrangulares y ganar una segunda corona en remolcadas, con 137. Además, fue tercero en carreras anotadas, con 115.

Entre los hispanoamericanos sobresalientes del 2006, está el venezolano Francisco Rodríguez, cerrador estrella de los Ángeles de Los Ángeles, que terminó al frente en juegos salvados, con 47. También en la Liga Americana se distinguieron el dominicano Robinson Cano, que discutió hasta última hora el liderato de bateo y finalizó tercero, con 342, a sólo 5 puntos del champiom bate Joe Mauer. El colosal Miguel Tejada, short stop del Baltimore, siguió a Cano en average, con 330, y fue sucedido por otro de los grandes, Vladimir Guerrero, quien promedió de 329. El bombardero de Quisqueya fue séptimo en impulsadas (116), quinto en hits (200), conectó 33 batazos de vuelta entera y robó 15 veces en 20 intentos.

Otro formidable cañonero, Manny Ramírez, del Boston, terminó octavo en bateo (321), despachó 35 bambinazos, fletó para el home a 102 hombres y recibió 100 bases por bolas. Sin muchos aspavientos, Carlos Guillén, destacado ofensivamente en la Serie Mundial, fue un puntal del Detroit, con sus 174 imparables y su promedio de 320. Al igual que Víctor Martínez, receptor del Cleveland, con 316 de average y 181 indiscutibles conectados.

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