¿Fracaso o victoria?

Durante los últimos cinco meses apenas se ha hablado de José Ariel Contreras, lanzador de los Medias Blancas de Chicago. Y no es para menos.

Con la pésima temporada que tuvo en 2007, en que los bateadores le pegaron "palos de todos colores", a ningún aficionado o comentarista deportivo se le ocurriría mencionarlo, porque a fin de cuentas siempre se habla de los vencedores.

No obstante, el pinareño es uno de los serpentineros en los que confía el mentor Ozzie Guillén, para volver a situar al popular conjunto de la Ciudad de los Vientos en los primeros planos, tal y como ocurrió durante años.

Desde mediados de febrero, el conjunto se prepara en el Tucson Electric Park, en Arizona, para la temporada que se iniciará a finales de marzo. Desde allí, el tirador pinareño habló para el espacio "Momentos Culminantes", de la página web de Grandes Ligas.

"Me siento muy bien, gracias a Dios. Muy saludable física y mentalmente. No quisiera acordarme del año pasado. Fue como una pesadilla. La velocidad me bajó demasiado y no pude ayudar a mi equipo, que también estuvo mal", expresó Contreras.

Tan pobre fue el rendimiento de Contreras, que perdió 17 juegos con 10 victorias, en 32 salidas, números muy endebles que contrastan enormemente con sus resultados de 2005 (15 triunfos y 7 reveses) y de 2006 (13-9). No se necesita ser un matemático para observar que en la campaña pasada perdió más juegos que en las dos anteriores juntas.

"Estoy realizando mi rutina de trabajo habitual, la misma de 17 años consecutivos, y no la voy a cambiar. Trato de profundizar en los mismos lanzamientos y en mejorar mi control", explicó el pinareño.

La situación política de la Isla no le es ajena al monticulista, que hace cinco años dejó su patria en busca de libertad y mejorías económicas: "Estoy muy contento. El día ese en que Fidel escribió que renunciaba, me llamaron de Miami como a las cuatro de la mañana y ya no me pude dormir más. Creo que es lo mejor que le ha ocurrido a Cuba en 50 años…".

Una de las peores rachas

Durante la década de los años noventa y hasta mediados de 2002, Contreras fue el serpentinero principal de la selección nacional. Ese año huyó a Estados Unidos, junto al entrenador Miguel Valdés, y en 2003 ya figuraba en la nómina de los Yankees de Nueva York. Posteriormente, pasó a su actual conjunto, Medias Blancas de Chicago.

En la contienda de 2007 aparecía como la principal carta de triunfo de su novena, pero desde el mismo mes de abril, donde ganó dos y perdió dos, no pudo lucir como en lides anteriores. Su debacle se acentuó entre el 24 de junio y el 31 de julio, período en el perdió los siete juegos que abrió y le batearon 48 hits en 25 entradas, con 11 jonrones. Una de las peores rachas de cualquier pitcher en Ligas Mayores.

Al vueltabajero, de 37 años, se le sumaron varios problemas personales, le faltaba concentración, y carecía de control y velocidad. Estaba sin su bola de tenedor y sin dominio encima de la lomita.

"Todo eso ya pasó. Fue una etapa donde el conjunto tuvo entre cinco y seis lesionados a la vez, y en sentido general, todo estuvo deficiente. Al parecer, todo quedó atrás", agregó el jugador.

El Chicago Medias Blancas se reforzó este año con los relevistas Scott Linebrink y Octavio Dotel, y el torpedero Orlando Cabrera, que sustituirá al titular anterior Juan Uribe. "El bullpen será más fuerte con esos lanzadores y ello nos da seguridad. Uribe es un short stop excelente, en el clubhouse es un hombre que ayuda mucho a todos, pero su ofensiva fue de 231, y Cabrera, uno de los grandes de la actualidad, garantiza ser un primer bate ideal con notable calidad en el bateo".

Los monarcas mundiales de 2005 abrirán la contienda el próximo 31 de marzo, frente al poderoso Indios de Cleveland, con el que sostendrán cuatro juegos. Después se medirán al favorito, Tigres de Detroit, del 4 al 6 de abril, y su tercer rival será Gemelos de Minnesota, en un cotejo donde existe la posibilidad de que Contreras tenga en la trinchera contraria al también cubano Liván Hernández.

Si Contreras se prepara como debe ser y hace sobre el terreno lo que señala con sus palabras, podría volver a entrar por la puerta grande y así defender con éxito los 8,5 millones de dólares que ganará en esta temporada.

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