La esperanza es 2009

El 2008 fue un año pésimo para el béisbol cubano en la esfera internacional, ya que las selecciones nacionales se quedaron sin medallas de oro en las cuatro competencias en que intervinieron.

Indudablemente, es un récord negativo para el deporte nacional, sólo comparable con los reveses de 2006, cuando los peloteros de las diferentes categorías tampoco ganaron primeros lugares en seis de los siete eventos donde tomaron parte.

La derrota de mayor repercusión ocurrió en la Olimpíada de Pekín, desarrollada en el mes de agosto, cuando la selección nacional bajó del pedestal al segundo puesto, al perder ante Corea del Sur en el juego decisivo.

En julio, el elenco mayor se fue a la semana beisbolera de Haarlem, Holanda, en busca de acondicionamiento y de victorias ante equipos de poca monta, pero tampoco logró subir a lo más alto de la colina de premiaciones: sucumbió también ante una novena de Estados Unidos que se preparaba para el Campeonato Mundial Universitario.

Aparte de los reveses ante profesionales inexpertos, en la pelota juvenil, donde Cuba vencía generalmente, también sufrió un traspiés de envergadura. En esta ocasión finalizó tercera, en el evento desarrollado en Canadá, donde la representación de Corea del Sur también se agenció el primer lugar y Estados Unidos el segundo.

La ristra de tropiezos prosiguió en Veracruz, México, donde se efectuó un torneo de la categoría 15-16 años, clasificatorio para el certamen mundial, a efectuarse en Taipei de China el año próximo. El puesto principal fue para los norteamericanos, que ganaron los ocho juegos que efectuaron. Cuba alcanzó el segundo puesto (7-1) y Venezuela el tercero (6-2).

Por muchos años, la pelota cubana arrasó en las diferentes categorías y más en las competencias de alto nivel, calendariadas por la Federación Internacional de Béisbol (IBAF). Pero tras el ingreso de profesionales en los eventos, los éxitos fueron menos y más seguidos.

Entre las causas que han motivado este rosario de fracasos, aparecen la calidad de los rivales, los problemas económicos del país —que impiden la celebración de topes de fogueo en el exterior— y la falta de estímulos para los peloteros, lo que ha propiciado la fuga de los más osados, generalmente hacia Estados Unidos, donde se gratifica adecuadamente a los jugadores.

Enredados en el maremágnum de derrotas, las autoridades del deporte en la Isla no enviaron ninguna delegación a la lid mundial universitaria celebrada en la República Checa, en que el mismo equipo norteamericano que concurrió a la cita holandesa ganó sin dificultades el galardón principal. A la justa concurrieron además selecciones de Canadá, Corea del Sur, Taipei de China, Japón, Alemania, Lituania y el país sede.

Para las mujeres también hubo campeonato mundial, que se desarrolló por tercera vez, en esta ocasión en tierras niponas. Su decepcionante actuación en el campeonato de 2006, motivó un "pase de ficha" para la delegación cubana.

El año 2009 llegará con el Segundo Clásico, que se celebrará del 5 al 23 de marzo. Millones de aficionados cubanos seguirán con gran atención todo lo que ocurra en los diferentes escenarios. Sin lugar a dudas, esperan una reacción y una medalla que les devuelva la confianza de antaño, aunque quizás su equipo no pueda complacerles.

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