Actualizado: 01/05/2024 21:49
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Béisbol: 46ª Serie Nacional

La fase trascendental

Industriales, Habana, Villa Clara y Santiago discuten la supremacía en las Ligas Occidental y Oriental.

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La etapa culminante de la pelota cubana se desarrolla durante esta semana. Los cuatro equipos de mejores resultados en la ronda clasificatoria discuten palmo a palmo la supremacía en las Ligas Occidental y Oriental para contender por el banderín de la 46ª Serie Nacional.

Industriales, que desde el lunes disputaba con el Habana el paso a la final en el estadio de San José de la Lajas, ha ganado el boleto para discutir la Serie tras derrotar este martes a los Vaqueros. En tanto, Villa Clara, que enfrentó anoche a Santiago de Cuba en el parque Sandino, ha tomado la delantera en la Liga Oriental.

Como quiera que en esta fase de siete topes el que gane cuatro avanza a la vuelta final, nada tendría de particular que antes del viernes se haya definido el otro concursante. De lo contrario, habría que terminar con los juegos sexto y séptimo el venidero fin de semana.

Esta semana se está jugando la fase trascendental, debido a que las mayores simpatías beisboleras entre los aficionados están agrupadas en cuatro de las cinco novenas más populares de toda la isla —Industriales, Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba. La otra de rango, Pinar del Río, fue eliminada dramáticamente por los Vaqueros de La Habana, que fueron al estadio vueltabajero como presuntas víctimas y regresaron convertidos en héroes de su terruño.

En el grupo del Oeste, los monarcas azules archivaron un par de victorias tempraneras al vencer 3 por 2 y 4 a 0, apoyados en la ofensiva de su cuarto bate, Alexander Mayeta, quien disparó sendos cuadrangulares y un tubey decisivos.

No obstante, en la pelota cualquier cosa puede ocurrir, las páginas se escriben sobre el terreno y la muestra estuvo en cuartos de final, cuando todo el mundo daba como favorito a Pinar del Río y los habaneros no se amilanaron; se fueron al repleto estadio Capitán San Luis y ante el exigente público vueltabajero dominaron las dos veces. Lo demás es historia.

Allá, en predios orientales, la "cosa" es diferente, debido a que naranjas y avispas tienen un nivel más parejo y una rica historia de éxitos y derrotas mucho más cerrada. El hecho de que Antonio Pacheco sea el mentor de los santiagueros y que Víctor Mesa esté en el puesto de mando de los centrales, proporciona al cotejo un sabor de postre adelantado: uno y otro fueron dos de los mejores y más corajudos peloteros de la selección nacional en toda su historia. La presencia de ambos en los terrenos impregna valentía a sus pupilos y admiración a los fanáticos.

Zarpazos de leones despluman gallos

La etapa de cuartos de final tuvo su mejor enfrentamiento entre Industriales y Sancti Spíritus, dos de las mejores novenas entre las 16 existentes. Pero Sancti Spíritus todavía no ha encontrado la fórmula que le permita frenar a los capitalinos en los juegos decisivos, como ocurrió cuando los Azules les ganaron 3 de 4, dejándoles tendidos en el camino.

La fanaticada espirituana, que día a día colma el estadio José Antonio Huelga, no sale de su asombro al contemplar cómo su equipo, que posee por lo menos a tres de los grandes cañoneros de la selección cubana —Gourriel, Cepeda y Ariel Sánchez—, que en los últimos años ha ocupado muchas veces los puestos 3, 4 y 5 en la alineación regular, y cuenta con un pitcheo respetable, no puede imponerse al elenco añil. Muchos se preguntan si faltan "agallas" a la hora cero.

Por lo general, los mayores de edad no pueden olvidar y comparan a este equipo espirituano, que juega junto casi desde el año 2000, con el Sancti Spíritus del año 1979. Esta última novena, que se llevó entonces el trofeo principal, tenía de "rompepitchers" a Osvaldo Oliva, Antonio Muñoz, Lourdes Gourriel y Owen Blandino, y al resto del conjunto, que colectivamente tenían el corazón en el medio del pecho y destrozaron a todos sus oponentes después que el año anterior habían finalizado en el sótano entre 18 conjuntos. Aquella fue la única ocasión en que el trofeo fue para las vitrinas del Yayabo, apoyados en una garra y un valor a toda prueba, derribando desventajas en juegos que dejaron recuerdos imborrables.

El conjunto actual, a pesar de sus estrellas, aún no ha llegado a ese nivel.