Por un buen pacto

El pitcher Liván Hernández aparece en la lista de agentes libres y aspira a un contrato de 3 ó 4 años y más de 20 millones de dólares. Con 31 años de edad y 11 de experiencia en las Mayores, bien podría devengar un salario de esa magnitud, por sus actuaciones en las dos últimas contiendas: salió al box en 67 ocasiones y lanzó 420 innings, cifras que muy pocos tiradores pueden exhibir. Además, el menor de los Hernández mantiene su brazo de lanzar en perfecto estado y goza de una "salud de hierro".

Hernández, que ganó 7 millones de dólares este año, fue uno de los abridores fijos del Arizona, con 11 juegos ganados e igual cantidad de derrotas en 204 entradas, hizo 33 aperturas e intervino en 10 desafíos en los que permitió tres carreras o menos, pero no tuvo el respaldo ofensivo necesario para remontar las desventajas en lo que, sin dudas, puede catalogarse de buen trabajo.

En estos primeros días de posibles firmas, la atención se ha centrado en el futuro convenio de Alex Rodríguez, el pelotero mejor pagado del Big Show, y en la organización que acepte desembolsar las elevadas sumas que este pide. Sin embargo, tan pronto pase la efervescencia natural que trae aparejada un negocio de este tipo, el tema central de los agentes libres girará en torno a los pocos lanzadores abridores de clase disponibles en el mercado, que no pasan de 5 ó 6.

La lista de las mejores opciones está encabezada por los zurdos Tom Glavine, Andy Pettitte y Kenny Rogers, y los derechos Carlos Silva, Tim Wakefield y Liván Hernández. Curt Schilling, que había optado por esa vía, fue rescatado rápidamente por el Boston, donde tuvo una exitosa campaña.

Varios serán los aspectos a valorar por los gerentes de cada conjunto, entre ellos las condiciones físicas actuales de cada monticulista, si tienen o han tenido lesiones recientes, y su actuación en la lid que acaba de concluir. Por citar algunos ejemplos, Kenny Rogers, un zurdo estelarísismo que estaba con el Detroit, ya tiene 43 años y lleva 20 en la Gran Carpa, empezó a trabajar en el mes de junio por estar lesionado; de Tom Glavine, que este año fue figura estelar de los Mets, se dice que desea regresar a su antiguo equipo, Bravos de Atlanta, y nadie lo duda; y de Andy Pettitte, con una temporada de lujo con los Yankees, que sólo regresaría a ese mismo equipo o a Houston, donde reside su familia.

Otro del mercado libre, Rogers Clemens, que tantas veces ha anunciado su retiro, no es muy apetecible para ningún conjunto, porque sólo desea actuar durante dos o tres meses de los seis que dura la contienda. De manera que Tim Wakefielf, el artista de la bola de nudillos, el venezolano Silva y Liván, son codiciados por todos los conjuntos necesitados de cinco abridores para el largo campeonato.

El hermano de El Duque encajaría perfectamente en los Mets de Nueva York, que buscan lanzadores de talla. La salida de Glavine deja a John Maine y al dominicano Jorge Sosa para las aperturas con regularidad, porque El Duque Hernández y Pedro Martínez, por mucho que lo deseen, no podrán llevar a cuestas tan alta responsabilidad, debido al temor de que resurjan viejas o nuevas lesiones.

Otro equipo donde entraría bien el cubano es Marineros de Seattle, que necesita un par de abridores. De allí salió para la agencia libre Jeff Weaver, que tuvo un año pésimo, por lo que necesitan de otro más para lograr una temporada superior. También haría mucha falta en Filadelfia, que busca tres tiradores. Quién sabe lo que ocurrirá al respecto en las próximas semanas, pero, sin duda, Liván Hernández obtendrá un buen pacto próximamente.

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