Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Béisbol: Grandes Ligas

Una figura de referencia

Tras la llegada de Alay Soler a los Mets, comenzó una cadena de victorias que han propulsado al equipo a la cima del Este en la Liga Nacional.

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De los dos cubanos que visten el uniforme de los Mets de Nueva York, Orlando El Duque Hernández es el más conocido, pero no debe pasar mucho tiempo antes de que Alay Soler se convierta en una figura de referencia en las Grandes Ligas.

El lanzador pinareño no ha podido comenzar mejor en las Mayores, luego de debutar el 24 de mayo y tras una historia llena de esperas y tribulaciones, dignas de una película de Hollywood.

Soler, que comenzó la temporada en la granja de los Mets, fue llamado durante un período cuando el pitcheo del equipo atravesaba por una crisis momentánea y se temía por el futuro de la temporada.

Después de la llegada de Soler —muy cercana, por cierto, a la de Hernández—, el otro equipo de Nueva York comenzó una cadena de victorias que lo han propulsado cómodamente a la cima del Este en la Liga Nacional.

Por supuesto que Soler no es el único responsable de este vuelco, pero su presencia en la rotación del equipo ha sido vista como una adición favorable e inesperada, luego de verle trabajar con bastante fortuna.

"Él es alguien que aunque uno no lo conoce bien, enseguida se da cuenta de que sabe cómo lanzar y que ha laborado bastante", comentó recientemente el manager de los Mets, Willie Randolph. "Estamos aprendiendo a conocerlo mejor, pero nos gusta lo que hemos visto''.

La madera necesaria

Claro que Soler ha trabajado mucho, primero en las Series Nacionales, donde comenzó a sobresalir con los equipos pinareños al lado de José Ariel Contreras, al punto de integrar varias escuadras de Cuba en eventos internacionales.

En noviembre de 2003 abandonó la Isla y pudo establecerse en República Dominicana, pero lo que parecía ser una vía rápida hacia las Grandes Ligas demoró más tiempo del debido por causas ajenas a Soler.

Todo parecía ir viento en popa cuando el cubano firmó un contrato por tres temporadas y 2,8 millones de dólares con los Mets, pero supuestamente dificultades con su entonces agente dilataron su llegada a Estados Unidos.

Varios reportes de prensa indican que el agente de Soler le retuvo su pasaporte ante la negativa del jugador de cederle el 15 por ciento de su salario, cuando lo común es un cinco.

Finalmente, Soler pudo abandonar Quisqueya, donde había lanzado en la pelota invernal con el Escogido, y pudo integrarse al campo de primavera de los Mets, atrayendo los primeros elogios de un equipo que apenas le conocía.

Después de una aclimatación más efectiva en las Menores, la larga espera de Soler terminó y los Mets comprobaron con agrado que no se habían equivocado en sus sueños con el cubano.

La presencia de El Duque contribuirá, sin duda, a su progreso, pero por ahora Soler —con marca de 2-1 y 3,00 de efectividad hasta este momento— ha demostrado tener la madera necesaria para darse a conocer mucho más allá de los límites de Nueva York.