Rigondeaux se convierte en campeón mundial absoluto

A Guillermo Rigondeaux nunca le gustó la palabra “interino” que solía acompañar a su título de campeón mundial, pero el viernes en la noche y gracias a la fuerza de sus puños se despojó de ella para convertirse en campeón absoluto de la Asociación Mundial del Boxeo (AMB) con solo nueve peleas profesionales, informa El Nuevo Herald.

Según el diario, minutos después de vencer por nocaut en el sexto asalto al hasta ese entonces dueño de la faja, Rico Ramos, el santiaguero no perdió tiempo y se dedicó a lanzarle un reto directo al filipino Nonito Donaire desde el centro del cuadrilátero del Palms Hotel and Casino de Las Vegas.

“Quiero esa pelea ya, se lo pido a mis promotores y a los de Nonito”, expresó Rigondeaux (9-0, 7 KO). “Yo veo que el habla y menciona rivales, pero no escucho mi nombre. Ahora que soy campeón en las 122 libras tiene que tomarme en cuenta. Esa es la pelea que yo quiero antes de que termine el año”.

Molesto por la poca actividad que tuvo en el 2011, Rigondeaux no ha dejado de mencionar una frase: “quiero abrir todas las puertas posibles en el 2012’’, y sin duda derribó una muy importante con su triunfo ante Ramos (20-1, 11 KO), quien claramente no está listo para brillar en los grandes momentos y confirmó que su éxito ante el japonés Akifumi Shimoda fue obra más de la suerte que del talento.

Aunque el combate tuvo momentos de bostezo y el árbitro Joe Cortez apremió en ocasiones a ambos púgiles para que intensificaran las acciones, lo cierto es que Rigondeaux llevó la iniciativa de principio a fin y en el primer asalto le propinó un conteo de protección a su oponente con una combinación fulminante.

Tras esa primera escaramuza de la que salió a duras penas, Ramos se mostró en extremo cauteloso y fue dominado en todos los órdenes y distancias, puesto que Rigondeaux le ganó 37 a 7 en golpes de poder, y 11 a uno en golpes al cuerpo. Uno de ellos le sirvió para poner fuera de combate a Ramos en el sexto round, tras haber transcurrido 1:29 minutos.

“Esta noche Guillermo ha demostrado que es un verdadero campeón”, expresó desde Las Vegas, Luis de Cubas, uno de los promotores del púgil oriental. “Este triunfo tiene que servirle de carta de presentación y negociación para enfrentamientos de mayor calibre. Y no sólo para él, sino para muchos otros boxeadores cubanos. El quiere a Donaire, pues trataremos de hacer ese combate”.

Donaire, por el momento, buscará otra faja de las 122 libras, la que tiene vacante la Organización Mundial del Boxeo (OMB), cuando enfrente el 4 de febrero al puertorriqueño Wilfredo Vázquez jr. Pero no cabe duda de que pudiera darse un choque para unificar ambas coronas en la división.

Rigondeaux, que subió con 120 libras al ring, hizo un claro homenaje a su pasado amateur al utilizar una bata que reflejaba los aros olímpicos bordados junto a las fechas de los años 2000 y el 2004, cuando el cubano subió a lo más alto del podio en Sydney y Atenas.

“Uno no es doble campeón olímpico por gusto, eso hay que respetarlo”, expresó el nuevo rey de la categoría súper gallo. “Yo dije que volvía para Miami con la faja. Yo me esfuerzo, me entreno y sé lo que puedo dar. A mi no me gana nadie”.

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