Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Querella criminal contra Fidel Castro

Texto íntegro de la demanda judicial presentada el 14 de octubre de 2005 por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ante la Audiencia Nacional de España.

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La pareja tiene dos niños pequeños que están bajo tratamiento por trastornos mentales ocasionados por el constante asedio de la policía política contra su familia.

Asimismo acompañamos como Docs. nº51 y 52, las demandas Mundial por Genocidio contra Fidel Castro y sus cómplices ante la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, presentadas por RAFAEL ESTEBAN SOLANA MORALES y JULIO F. MARTÍNEZ GARCÍA, ambos residentes actualmente en Madrid.

También acompañamos las siguientes Demandas Mundiales por Genocidio contra Fidel Castro y sus cómplices ante la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba presentadas bien por las víctimas o por sus familiares DON HUMBERTO SERVANDO CÉSPEDES GONZÁLEZ, DOÑA JANET RAY WEININGER, DON JULIO CAÑIZARES GAMBOA, DOÑA MARY MARTÍNEZ IBARRA, DOÑA DULCE CARRERA JUSTIZ, DOÑA AMPARO POSADA DOMÍNGUEZ, DOÑA GEORGINA SHELTON O' BOURQUE, DOÑA LEONOR QUINTANA PERERA, DOÑA CORA GARCÍA MONTE, DOÑA GLADYS GUERRA BORREGO, DON EMILIO E. CORDOVÍ QUIÑONES y DOÑA LILIA M. DELGADO BUSTAMANTE DE GÓMEZ como Docs. nº53 a 64.

SÉPTIMO.- Junto a todo el sistema de prisión política anteriormente descrito, ha habido también uno para mujeres con iguales o peores sufrimientos. Más de 1.000 mujeres han sido condenadas por actividades políticas contra el gobierno por el régimen de Castro. Las prisioneras políticas padecieron las mismas crueldades que los hombres: hacinamiento, falta de alimentos y agua, deficiente atención médica, confinamiento solitario, ataques con gases lacrimógenos, requisas con violencia (incluyendo disparos), torturas físicas y mentales, etc.

El arresto y encarcelamiento de estas mujeres observó un patrón establecido:

Primero, arresto e interrogatorio por Seguridad del Estado en el llamado Confidencial (la Policía del G-2 en El Castillito de Chacón y Cuba), la Villa Marista, y Quinta y 14 en Miramar. En estas dependencias se las mantenía incomunicadas, sin atención médica, con un solo baño para cientos de mujeres y sin facilidades para asearse, con poca agua y pésima comida llena de insectos y gusanos, generalmente servidas sin cubiertos sobre platos o tapas de lata. Se les infligían torturas psicológicas y físicas durante meses.

Posteriormente, las presas eran trasladadas a la cárcel preventiva o pre-delictiva de Guanabacoa, donde permanecían varios meses, o quizá años, sin celebrárseles juicio. Los llamados juicios, casi siempre celebrados en la Fortaleza de La Cabaña, carecían de todo vestigio legal, no eran sino comedias montadas entre crueles burlas y risas, con las sentencias ya redactadas desde antes de su comparecencia y un morboso ensañamiento contra las acusadas y sus familiares. Fueron tristemente famosas las celdas subterráneas conocidas como Las Tapiadas de Guanabacoa.

De Guanabacoa pasaban para el Reclusorio Nacional de Mujeres en Guanajay, cárcel que en 1944 había mandado a construir el presidente Grau San Martín, con pequeñas celdas personales habilitadas con una cama individual, su lavamanos y su servicio sanitario. Baste decir que en cada una de estas celdas los castristas hacinaron a ocho o diez mujeres a la vez, y la cama individual pasó a ser sustituida por seis literas de saco de yute, enmarcadas por tubos de metal y colgadas de la pared con cadenas. Durante el día, era necesario sujetar en alto las literas contra la pared y coger turno para acostarse en el piso o mantenerse de pie. También Guanajay tiene su historial de Tapiadas.

Como castigo por protestar por la falta de comida, atención médica y trato humanitario, un grupo de 65 mujeres fue trasladado a la cárcel de Baracoa, en el extremo oriental de la isla, otro infierno de Tapiadas y Gavetas.

Destacamos el testimonio de algunas de ellas, concretamente, de VIVIAN DE CASTRO, Mª DE LOS ÁNGELES HABACH, SELMA HAZIN, REINA PEÑATE y ANA LÁZARO RODRÍGUEZ:

"…Nuestro martirologio en Baracoa duró los seis meses que estuvimos allí, día tras día. Falta de atención médica, visitas y correspondencia; aplicación de llaves de torniquete, torturas psicológicas, hambre, sed, golpes y más golpes, botellazos. Recuerdo una vez que un miliciano le tiró una botella a Mª Julia Martínez y le cortó la pierna justamente en la corva. Le hizo una herida enorme que sangraba profusamente. Finalmente les dieron a las doctoras Vega y Rodríguez, unos instrumentos muy rudimentarios y lograron coserla y contenerla la sangre…".

Los últimos destinos sufridos eran las cárceles llamadas América Libre y Nuevo Amanecer. Resulta escalofriante el testimonio de DORIS DELGADO, "JAPON": "Un guardia le iba a dar un machetazo a Teresita y yo quise parar el golpe y quitarle el machete, pero allí estaba Miguel Toledo, que me dio una patada tan fuerte en la cara que me rompió el músculo facial completo. Durante tres meses tuve la cara irreconocible y la parálisis facial me duró un año. Me desbarató la cara. La herida se me infectó y todavía la estoy padeciendo, a pesar de tratamientos con reactivaciones eléctricas. Perdí muchos dientes y los que me quedan están flojos… entre tantas golpizas y tapiadas esa patada fue la que desgració mi cara y mi vida".

Posteriormente fue trasladada a Guanajay, donde también sufrió todo tipo de maltratos físicos y psicológicos.

No podemos olvidar la frase, pronunciada por Manolo Martínez, Jefe de prisiones de Guanajay, en enero de 1963: "Cuando estas mujeres salgan de este engaleramiento van a salir caminando en cuatro patas".

OCTAVO.- Se describen a continuación una serie de casos de torturas y abusos. Los torturados o sus familiares presentaron Demanda mundial por Genocidio contra Fidel Castro y sus Cómplices ante la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba: