Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Querella criminal contra Fidel Castro

Texto íntegro de la demanda judicial presentada el 14 de octubre de 2005 por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ante la Audiencia Nacional de España.

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CUARTO.- La llamada "Tortura Psicológica Sistemática" utilizada por la Policía Política del Régimen de Fidel Castro como un medio para destruir psicológicamente a los individuos opositores al régimen castrista.

La tortura psicológica era una vía de crear dolor, tensión o alteración utilizando tanto el dolor físico como el psicológico con el fin de obtener confesiones auto acusatorias, arrepentimiento o prestar servicios. El objetivo inmediato de esta tortura es crear la sensación de pánico como eje de la desorganización de la personalidad, valiéndose de un incremento de los factores de ansiedad. Esto se produce en cuatro niveles: factor de inseguridad, factor de angustia, factor de temor y factor de incapacidad de controlar la conducta.

El brusco cambio de la persona detenida por la Policía Política está destinado a romper todos los hábitos de vida ( alimentación, higiene, descanso, actividad y sueño) los cuales actúan en el individuo como normalizadores de todas las actividades en los niveles biológico, psicológico y social.

- Descanso y Sueño.

Someter a un individuo a un régimen de iluminación de 80 watios con paredes pintadas de color blanco, en un espacio de menos de 12 metros cuadrados durante las 24 horas del día, trae como consecuencia, a nivel biológico, la ruptura violenta del ciclo de luz -oscuridad en la que se han desarrollado todos los entes biológicos y que en la retina del ojo se establece una recombinación bioquímica del Retinen I y II en Iodoxina la cual, además de disminuir la capacidad de agudeza visual de a medio y corto plazo, especialmente en la oscuridad, funciona a corto plazo como un inhibidor de las hormonas que establecen los ciclos de sueño asociados a la oscuridad, lo que provoca según múltiples evidencias experimentales agresividad, inestabilidad emocional grave y pérdida del ciclo de sueño con alteración de los ritmos normales de la actividad eléctrica del cerebro.

- Alimentación.

Alterar los hábitos de consumo de alimentos en función del tiempo o del horario, de desayuno al levantarse, almuerzo durante el cenit (12:00 meridiano) y cena después del atardecer, se sustituyen con el desayuno mucho antes del amanecer, almuerzo a las 10:00 de la mañana y cena sobre las 2:00 de la tarde dejando al individuo sin alimento durante 18 horas al día. Esto supone una grave alteración del sistema endocrino.

La dieta diaria se encuentra por debajo de los mínimos calóricos, nunca más de 1000 Kilo calorías diarias, lo cual en los primeros 15 días según las peculiaridades pondoestaruales y nivel del metabolismo de cada individuo, puede hacer reducir más de un kilogramo diario de peso, provocando las alteraciones endocrinas del metabolismo y el aparato cardiorespiratorio e incrementando las sensaciones por si misma como una ansiedad de base biológica con independencia a los temores normales de la proximidad del peligro de estar preso y desconocer el futuro inmediato.

Estos factores de desestabilización son incrementados por la actividad de los centinelas o guardias del pasillo. Dicha actividad consiste en abrir y cerrar sistemáticamente la escotilla de hierro de cada una de las puertas de las celdas, produciendo constantes ruidos de alta intensidad. También las llamadas en la madrugada a presos para interrogarles o la desinfección con sustancias tóxicas como la creolina en grandes cantidades en las madrugadas, dentro de cada celda, produciendo todo tipo de irritaciones e infecciones en ojos y gargantas de los reos.

Estos técnicas de terror son apoyados con la administración secreta en los alimentos de líquidos como el metil fenidato, droga que momentáneamente inhibe el sistema nervioso pero que, tras 25 ó 30 minutos de un sueño profundo, actúa directamente sobre la masa cerebral, alterando los procesos del pensamiento, acelerándolos para facilitar la "verborrea" del reo y por tanto exteriorizar de forma involuntaria las preocupaciones y conflictos.

- Higiene.

Otra de las técnicas de perturbación mental de los individuos es la utilización de insectos (Chinches, caránganos, pulgas, ladillas, etc...). La falta de higiene provocada en una celda es aprovechada para trasladar a sus moradores a otra celda, haciendo de esta forma una propagación de insectos que biológicamente pueden pervivir en el cuerpo humano provocando picazón y escozor de la piel convirtiéndolo, de hecho, en un elemento permanente para provocar la alteración del sistema nervioso de los presos.

- Social.

Desde un punto de vista social, el grupo humano que convive en las celdas, se “moldea” para que cada uno de los individuos del grupo, sienta la presión psicológica de la promiscuidad y el terror. Esto se consigue con la introducción de presos por delitos violentos y aspecto personal repulsivo, con lenguaje despectivo con una constante alusión a sus historias delictivas de asesinatos, robos, homosexualidad masculina, pederastas activos, etc.

Otro de los métodos utilizados es el uso de las celdas con animales salvajes, como cocodrilos, perros y osos, con la finalidad de crear un estado de pánico alterando de manera especial, el concepto personal de uno mismo. Con ello los presos buscan una dependencia forzada con las autoridades represivas ya que son ellos los que controlan cuánto pueden dormir, cuánto y cuándo pueden comer, cuándo y cuánto tiempo pueden dormir, si lo hacen sobre una colchoneta o sobre hierros, si pueden recibir o no visitas, si son afeitados, pelados, etc.

- Sexual.

Es práctica habitual el atentado sexual consistente en la agrupación a la fuerza, de individuos desnudos a los que se les ordena despojarse de toda la ropa y formar filas empujando a unos contra otros hasta juntar cuerpo con cuerpo, provocando el contacto de las partes genitales de unos contra otros. Este espectáculo tan aberrante ha sido práctica habitual durante muchos años en las prisiones cubanas, especialmente en las que se hacinan presos políticos.