Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Literatura

Más puro que un cordero sin uniforme

«Jamás hubiera abandonado la revolución si el Partido no hubiera asumido la dirección de la cultura». Entrevista al escritor Edmundo Desnoes.

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La revolución le ha dado a la literatura una importancia exagerada. Me alegro. Prefiero que me repriman y que se sientan amenazados por mi escritura, que ser un bufón de la corte, un puro entretenimiento, o un desahogo que contribuya a la estabilidad del consumismo. Quiero ser, digamos, entretenido y venenoso. Dulce al contacto y cruel en la digestión; desde luego, sólo parcialmente lo he logrado.

Al preguntarle en Cuba si visitar la Isla podría traerle problemas en Estados Unidos, usted respondió que Estados Unidos "sí puede tener en cuenta que haya sido invitado por la Casa, puede que se recrudezcan las medidas". ¿Se han producido represalias en Estados Unidos por su viaje a Cuba?

En Estados Unidos no van a tomar represalias contra un viejo ridículo. Probablemente ni se enteraron de mi visita a nuestra isla.

Sobre Casa de las Américas usted decía que su mayor mérito ha sido sobrevivir, al igual que la revolución. ¿Cree que sobrevivir, sin importar el costo, sea un mérito?

Desde luego, sobrevivir es la primera obligación de un escritor. Creo que la intensidad es más importante que la bondad de una experiencia. A los 75 años de mi edad, ya no me siento con fuerzas suficientes para vivir con intensidad en Cuba. Necesito las comodidades del desarrollo y la única intensidad que puedo asimilar es la de un buen roquefort.

Tras pasar casi la mitad de su vida dentro y la otra mitad fuera de Cuba, ¿cómo valora su relación con Estados Unidos, con Cuba y con ese tercer país que es la revolución?

De día me mueve la locura de Don Quijote y de noche me asaltan las dudas de Hamlet. Creo en lo mejor de las dos culturas. La española que me parió, y la inglesa que me acogió. Mis años en la revolución son los más intensos y profundos de mi vida. Sin ese centro, no estaríamos habitando esta entrevista.

Ha dicho que "los que se quedaron [en Cuba], las raíces, lo ven todo, el que está en las ramas [el que se fue] ha perdido la raigambre, pero es parte del mismo árbol". ¿No será que ambos ven perspectivas diferentes y posiblemente complementarias del mismo mundo: el subsuelo y el cielo, lo subterráneo y lo aéreo? ¿Y que no tendremos una visión completa del árbol hasta que circule adecuadamente la savia y haya un verdadero intercambio entre las raíces y las hojas?

Por eso estamos aquí, para que circule adecuadamente la savia y haya un verdadero intercambio entre las raíces y las hojas. Estoy muy viejo para pensar lo que digo y no decir lo que pienso y siento. Si esta entrevista no se publica en Encuentro en la Red me sentiré mutilado, y si en Cuba cae mal, me sentiré abandonado.


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