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Venezuela

A las puertas de la reelección

De cara al 3 de diciembre, Hugo Chávez lidera las encuestas de intención de voto pero teme un repunte de Manuel Rosales.

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Las presiones chavistas

Una de las pruebas presentadas por la oposición de las coacciones que ejerce el Ejecutivo sobre los trabajadores fue un vídeo en que aparece el ministro de Energía y presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez.

En el mismo, Ramírez asegura a los petroleros: "nuestra PDVSA es roja (el color del partido de Chávez), rojita, de arriba a abajo", y advierte que "a ningún gerente (...) a nadie que esté en la nueva PDVSA le quede una pizca de duda que la nueva PDVSA está con el presidente Chávez".

Tras la denuncia opositora, Chávez respaldó la actitud del presidente de PDVSA y le pidió repetir su discurso a todos los niveles de la neurálgica industria petrolera de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo.

"¿Qué PDVSA es revolucionaria? Claro que es revolucionaria PDVSA, revolucionarios pues, aquí hay una revolución, ¿qué pretenden ellos (la oposición)?", declaró Chávez. La advertencia, convertida en amenaza, va dirigida contra todos los empleados del Estado venezolano, obligados a comulgar con los ideales revolucionarios.

El comentarista político venezolano Manuel Felipe Sierra ha advertido que en las actuales circunstancias una candidatura tendría que asumir el reto de movilizar el país en términos sociales y no estrictamente electorales.

"Una candidatura que luche para que nuevamente el voto elija y no sirva, como ocurriría hoy, para darle nueva legitimidad y prolongar la autocracia; una candidatura que más allá de las promesas incorpore como elementos esenciales del discurso el rescate de la soberanía entregada al régimen de Fidel Castro; el rechazo a una política exterior que asocia a Venezuela al eje del terrorismo mundial; que se comprometa a desmontar el andamiaje institucional que ha permitido a Chávez el control de todos los poderes; que ofrezca el rescate de PDVSA, ahora convertida en un fondo de asistencia social manirroto y corrupto; que garantice la libertad de los presos políticos y el regreso de los miles de compatriotas en el destierro; que no tenga miedo en anunciar medidas contra los culpables de la monstruosa corrupción que asfixia al oficialismo; entre otras cosas, seguramente activaría la protesta popular".

Hay que reconocer que Rosales ha sido coherente con esa estrategia, y en su discurso político ha denunciado en innumerables ocasiones que Chávez dilapida los fondos obtenidos con la venta de petróleo para ayudar a su mentor, Fidel Castro, o apoyar a cualquier candidato que presente una supuesta alternativa "bolivariana" y populista.

Esta denuncia quizás rinda frutos para movilizar a los electores favorables al candidato de la oposición, que también ha aprendido de las lecciones de otros comicios anteriores. El comando de campaña de Manuel Rosales está preparado para "enfrentar democráticamente las tácticas dilatorias que el oficialismo intentará poner en marcha el 3 de diciembre", con el propósito de retardar el acto de votación, aseguró Eliseo Fermín, jefe de asuntos electorales.

Explicó que en anteriores elecciones, incluso en el referéndum revocatorio, el gobierno asaltó comandos de la oposición y puso en marcha una serie de estrategias para impedir y retardar la votación, principalmente en los centros donde hay mayor concentración de opositores. "Ellos han aplicado la operación morrocoy, es decir, le dicen a la persona que no aparece en el listado de las captahuellas o que hay un problema con el sistema, como excusa para consumir tiempo", apuntó el vocero opositor.

Apoyo europeo

Otro de los elementos de intimidación que utiliza Chávez son los llamados "círculos bolivarianos", especialistas en asaltos contra las oficinas de la oposición. Recientemente, cuando estuvieron en Caracas, miembros del Partido Popular Europeo fueron "atacados" con frutas y piedras por mostrar su apoyo a Rosales. Según Gustavo de Arístegui, portavoz de Asuntos Exteriores del PP de España, el ambiente en Caracas es de "coacción y amenaza" contra todo el que se oponga al gobierno.

Al regresar de esta visita, Arístegui instó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a apoyar públicamente al socialdemócrata venezolano Manuel Rosales. Arístegui se mostró "profundamente preocupado por el futuro democrático y por las libertades" en ese país y consideró que el PSOE tiene que explicar su "complacencia inexplicable" con el régimen chavista.

El portavoz popular destacó que Rosales ha conseguido reunir a una treintena de partidos de la oposición a Chávez, entre ellos uno perteneciente a la Internacional Socialista, en la que también participa el PSOE, e instó a esa formación a apoyarle ante la "deriva totalitaria" que vive el país.

El pasado 6 de noviembre, en Caracas, el eurodiputado español Jaime Mayor Oreja declaró que el Partido Popular Europeo (PPE) está "preocupado" por la democracia venezolana y trabajará para que la Unión Europea envíe una misión que observe de la forma "más profunda e intensa posible" las elecciones presidenciales.

"Creemos que la Unión Europea (UE) debe estar especialmente presente en un momento en que nuestra preocupación es muy importante, por lo que puede significar la defensa de la democracia y de la libertad para el presente y futuro de Venezuela, y de un continente como el americano", dijo Mayor Oreja a los periodistas en Caracas.

Oreja, vicepresidente del Grupo Popular Europeo, resaltó que la Unión Europea debe observar los comicios presidenciales porque la "oposición democrática" venezolana "tomó la sabia decisión de participar" con un candidato unitario. Expresó que al PPE le "preocupan muchas cosas que están pasando" en el país, entre ellas que Chávez diga "que va a ser presidente hasta el 2021", o que "la Fuerza Armada Nacional es roja, rojilla", el color del partido oficialista Movimiento Quinta República (MVR).

La UE debe tomar en serio la advertencia de Chávez.


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