Actualizado: 29/04/2024 14:55
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Reportaje

¿Cambio de nombre o de concepto?

Las divergencias sobre el Consejo de Derechos Humanos de la ONU amenazan la credibilidad del nuevo organismo.

Enviar Imprimir

El nuevo órgano se reuniría con regularidad todo el año, y como mínimo convocaría tres sesiones anuales. Podrá contar, al igual que la actual Comisión de Ginebra, con la cooperación de relatores independientes y organizaciones no gubernamentales que trabajen en este campo. En el caso de Cuba, resulta una violación flagrante que nunca ha recibido en el país a ninguno de los relatores, nombrados en reiteradas ocasiones por la Comisión de Ginebra.

Se prevé en la propuesta que la Comisión de Derechos Humanos finalice sus funciones el próximo 16 de junio, mientras que el nuevo Consejo empezaría su mandato el 19 de junio.

O sea, la Comisión de Ginebra en principio mantiene su reunión ordinaria, prevista para comenzar el próximo 13 de marzo, y que se extenderá durante seis semanas. No en balde, hace unas semanas atrás, el embajador cubano en México ya estaba amenazando al gobierno de Fox acerca de que un voto que favorezca la denuncia de la violación de los derechos humanos por parte de La Habana complicaría las relaciones entre los dos países.

'Más músculo'

El secretario general, Kofi Annan, dio su pleno apoyo a la propuesta de Eliasson, pese a que admitió que el borrador no refleja todo lo que él mismo propuso hace un año en su paquete de medidas para la reforma de la ONU.

Por su parte, el presidente de la Asamblea General anotó que su intención al presentar el texto, que incorpora las propuestas de las delegaciones, es mostrar "más músculo" a aquellos países que violan los derechos humanos, provengan de la región que provengan.

Bolton rechazó la propuesta y dijo que "no cumplía con los estándares propuestos por el secretario general". El embajador norteamericano defiende la tesis de que el Consejo debe tener como máximo 30 Estados miembros, para que pueda resultar más operativo.

El otro asunto clave que se debate es la fórmula de la votación para aceptar la propuesta en el seno de la Asamblea General. El propósito original de Eliasson era que fuese adoptada por consenso, al comprobar que existía una clara mayoría favorable.

La delegación norteamericana declaró que pediría una votación y que votaría en contra. Aquí surge otro problema. Mientras que Eliasson admite que puede ser aprobada por mayoría simple, Estados Unidos aboga porque sean necesarios dos tercios de los votos.

En Ginebra, fuentes diplomáticas europeas cercanas a las negociaciones, dijeron que la Unión Europea "hará todo lo posible" para que se apruebe el proyecto de Eliasson, pero reconocieron que es fundamental la participación de Estados Unidos.