Actualizado: 18/04/2024 23:36
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Ucrania: Reportaje

Chernóbil: Veinte años después

La peor catástrofe nuclear de todos los tiempos y el debate internacional sobre la energía atómica hoy.

Enviar Imprimir

A la 1:24 de la mañana del día 26 de abril de 1986, el reactor número cuatro de la planta nuclear ucraniana de Chernóbil estalló en mil pedazos. La explosión que siguió fue equivalente a 200 bombas atómicas como la de Hiroshima y durante semanas los altos dirigentes comunistas guardaron silencio. Los demás ciudadanos, soviéticos y vecinos, seguían su rutina diaria mientras una nube radioactiva pasaba sobre sus cabezas y les dejaba secuelas irremediables.

Las tercas estadísticas comunistas todavía afirman que en la explosión sólo murieron 49 personas, pero aunque todavía los científicos no han podido precisar el número exacto de víctimas, la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) estima que, sólo en aquellos días, perecieron unas 300.000 personas. Las muertes posteriores, directas e indirectas, todavía siguen llevando el luto a muchas familias de Europa del Este.

Las autoridades para Situaciones de Emergencia reconocieron más tarde en Rusia que la explosión atómica de Chernóbil contaminó 2,9 millones de hectáreas de tierras agrícolas y a una población de no menos de tres millones de personas. En Bielorrusia, casi tres mil pueblos y aldeas, con una población total de 1,8 millones de personas, resultaron contaminados. En Ucrania, las autoridades actuales estiman en más de tres millones los ciudadanos de esa ex república soviética que todavía sufren por los efectos de las radiaciones.

En Chernóbil la muerte no respetó a nadie. Quienes vinieron a limpiar y a ayudar durante los días de la explosión también murieron o viven diseminados por Rusia y Bielorrusia arrastrando la herencia de las radiaciones y transmitiéndolas a las nuevas generaciones en la forma de malformaciones y enfermedades hereditarias. Y a pesar de que se estableció un área de exclusión de 30 kilómetros, todavía en Pripyat, lugar donde estaba ubicada la Planta Atómica, viven unas 15.000 personas que regresaron a sus hogares a pesar de que pasarán al menos 500 años antes de que este lugar sea otra vez habitable.

La Agencia Atómica Británica cree que 10.000 personas en Europa, la mayor parte de ellas en Ucrania y Bielorrusia, morirán todavía como resultado directo de la radiación. Pero Jan Beranek, de la organización checa Medio Ambiente, afirma que la cifra es diez veces superior.

La tragedia pudo ser evitada

El servicio de inteligencia de Ucrania, SBU, desclasificó hace dos años los archivos secretos de la antigua KGB y allí se descubrió que la policía secreta soviética había advertido a las autoridades en Moscú que la planta nuclear de Chernóbil era una bomba atómica de tiempo.

Tamara Kolimko, especialista del SBU, dijo a Encuentro en la Red que "antes de la gran explosión, ocurrida el 26 de abril, ocurrieron cientos de accidentes menores que tampoco se habían conocido hasta ahora".

Según su versión, el servicio de inteligencia de la rama ucraniana de la KGB había advertido infinidad de veces sobre los serios problemas de diseño que sufría la planta nuclear, que los materiales utilizados para su construcción eran de segunda mano, que los técnicos que operaban Chernóbil ignoraban cada vez con mayor frecuencia las regulaciones de seguridad, en fin, que allí no había ni eficiencia ni disciplina.


« Anterior123Siguiente »