Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Ucrania: Reportaje

Chernóbil: Veinte años después

La peor catástrofe nuclear de todos los tiempos y el debate internacional sobre la energía atómica hoy.

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Crimen y castigo

La mayoría de los analistas actuales estiman que Chernóbil fue más que un desastre, fue la primera grieta visible en la Unión Soviética, donde las cosas nunca volvieron a ser iguales.

El británico Vincent Scout, quien reportó el accidente para un periódico de Londres, dijo a Encuentro en la Red: "Occidente sabía que los soviéticos sufrían, pero ese era su destino. Sin embargo, de pronto, en abril de 1986, la tragedia de la vida soviética nos alcanzó. Y mientras la nube radioactiva nos cubría a todos, la Agencia Soviética de Noticias TASS seguía reportando: 'No hay ninguna razón para alarmarse, todo está bajo control, el accidente ha sido controlado'".

La verdad era que los políticos soviéticos estaban demasiado asustados para decir la verdad, esperaban resolver el problema por sí mismos. Sólo dos meses antes del accidente, el entonces ministro de Energía de Ucrania, Bitaly Sklyarov, aseguraba: "Chernóbil es una planta de total seguridad, con un sistema de prevención de accidentes", y decía que allí nunca habría nada que temer.

Otro error mortal, dice Scott, fue la demora para evacuar a la gente del área. Cuando al fin llegó la orden, ya era demasiado tarde, en esos momentos ya más de 50.000 personas estaban afectadas de muerte. Y recuerda como el momento más extraordinario cuando la Unión Soviética se dio cuenta que no podría controlar el desastre.

Ucrania ha sido siempre el corazón de la cultura rusa, era una de las repúblicas fundadoras de la URSS, y allí, en ese centro neurálgico, el imperio soviético recibía su primera humillación: Occidente era invitado a ayudar y a partir de ahí la Perestroika y la Glasnost fueron imparables.

El experto asegura que las debilidades de la gran potencia, expuestas en Chernóbil, repercutieron de inmediato en los países satélites. En Praga, Varsovia, Budapest, la gente perdió el miedo a comentar el desastre y todos se preguntaban hasta cuándo la URSS podría sobrevivir. En Moscú la policía todavía perseguía con agresividad a los disidentes, pero las cosas comenzaron a cambiar.

Un académico ruso contó más tarde que, para su sorpresa, después de Chernóbil obtuvo el permiso que tanto le habían negado para viajar a una conferencia en Estados Unidos. Cuando regresó le confiscaron los libros que había comprado, pero tres semanas después la policía se los devolvió. Este científico considera la catástrofe de Chernóbil como el punto que marcó el fin del comunismo soviético.

La seguridad nuclear hoy

La sombra de Chernóbil se cierne hoy en día sobre el debate nuclear que se desarrolla en Europa, un continente acosado por el creciente agotamiento de sus reservas de gas y petróleo y temeroso de su principal abastecedor, Rusia, país que demostró —durante un reciente incidente con Ucrania— que quien tiene energía cuenta con un poder no sólo económico, sino también político.

Bruselas teme no sólo al desabastecimiento energético, sino a que los precios de la energía sean imposibles de pagar. Pero aunque la opinión pública favorece en primer término las fuentes de energía renovables, como la solar, eólica e hidráulica, los expertos estiman que éstas no sustituirán en el mediano plazo a la energía fósil, y llaman a considerar las fuentes energéticas que incluyan la energía nuclear y la del carbón.