Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Bolivia

Difamando a diestra y siniestra

La nueva estrategia de Evo Morales: acusar de faltas graves a los enemigos internos del gobierno y darlos de pasto a la opinión pública.

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Pero, después de todo, se puede decir que algunos ex presidentes, por el solo hecho de haber gobernado, no están exentos de reproches y pudieron ser deshonestos y cometer errores culpables, incluso trágicos, que sería útil juzgar. Sin embargo, la acusación va más allá de esos hombres y los procedimientos del actual gobierno son, al menos, turbios.

En el pasado mes de marzo el ex presidente del Servicio Nacional de Caminos (SNC), José María Bakovic, quien había tenido que dimitir de sus funciones, fue a parar a la cárcel sin juicio tras un procedimiento ilegal y bajo la presión del poder ejecutivo. Se le acusa nada más y nada menos que de "daño económico al Estado, de malversación de fondos y de conducta antieconómica (sic)".

Ahora bien, ese hombre, que ocupó ese cargo en septiembre de 2001 por votación del Congreso con más del 90 por ciento de los votos, había construido su reputación precisamente en la lucha contra la corrupción en un servicio conocido por sus tráficos dudosos, un servicio por el que pasaba el 30 por ciento de la inversión pública y, por lo tanto, fuente de muchas tentaciones. Su rigor le valió numerosos enemigos.

El actual presidente de la corte electoral, Salvador Romero Ballivián, está acusado de haber privado al MAS de una parte de sus votos en las últimas elecciones, pues había quitado de las listas electorales algunos miles de electores que no habían participado en el sufragio anterior, una acusación que no tiene lugar porque la corte electoral sólo aplicó la ley. El presidente Morales lo ha despedido: duda de su credibilidad porque, antes de asumir sus funciones, había realizado estudios de geografía electoral financiados y publicados por la fundación alemana Hans Seidel, que apoyaría a PODEMOS, el grupo político de Jorge Quiroga.

En el primer caso se trataba de hacer creer que el SNC, una de las administraciones que más apoyo económico recibe, si no la que más recibe, por parte de la cooperación internacional, era un antro de corrupción. Como suplemento, un hombre mayor fue a dar a la cárcel, sin que la instrucción lo necesitara, tanto es así que la Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos (APDH), que no es hostil al nuevo gobierno, se conmovió.

En el segundo caso, se trata de desacreditar y apropiarse de una de las raras instituciones que se resistió a la apisonadora del MAS. De hecho, luego de ganar los poderes ejecutivo y legislativo, el MAS ha tratado de controlar el Ejército retirando dos generaciones de generales, ha contribuido a decapitar la justicia forzando a la demisión a los miembros de las instancias que la regulan —en particular, la Corte Suprema de Justicia—, ha debilitado considerablemente el Consejo Constitucional con el mismo procedimiento, se ha apoderado de las palancas de control de las principales administraciones…