Kirchner y sus pero
Si en gestión económica el gobierno argentino ha sido algo eficiente, aún no califica en renglones como intervención estatal, exteriores y derechos humanos.
La deuda externa, que aparecía hace cuatro años como el monstruo que lanzaba a los argentinos de cabeza al infierno, ha sido sustancialmente reducida. Buenos Aires hizo honor a su débito con el FMI, tapando sin querer la boca a Fidel Castro, quien repitió hasta la hartura que esa deuda era impagable. Los bastiones del crecimiento doméstico se localizan, en fin, en el desempeño del comercio exterior, agricultura, industria y construcción.
Gabriel Salvia, presidente y director general del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), dijo a Encuentro en la Red que en el terreno económico Kirchner mezcla una suerte de nacionalismo intervencionista con ortodoxia fiscal, aunque esto último es muy discutible, precisa.
El desafío social
Más allá de la contradicción entre las tasas de crecimiento y la cifra que indica que el 20 por ciento de los argentinos vive con menos de un dólar diario, el gasto social del mandato Kirchner es menor que el de gobiernos anteriores, incluido el de Carlos Menem, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Y si es cierto que el desempleo decreció, los salarios quedan todavía a la zaga de la inflación, dolor crónico y peligro que acecha sin tregua al ejecutivo. En tanto, la población en el cordón de emergencia cercano al gran Buenos Aires se duplicó hasta casi 1.150.000 en el último trienio, y es aquí precisamente donde va a dar ese trabajador cuya precariedad salarial no le alcanza para otra cosa.
Mientras la desigualdad entre ricos y pobres gana nuevas cotas, una publicación de izquierda como Rebelión denuncia la subida, al triple, de gruesas sumas que el gobierno dona anualmente a un grupo de medios para que cuiden su imagen.
El bajo porcentaje del gasto público en educación, cultura, ciencia y técnica, garantiza para el porvenir la inequidad en el ingreso, indican expertos. En 28 por ciento se calcula que disminuyó en 2004 el presupuesto destinado a estos importantes ámbitos en relación con 2001.
Poder, exteriores y derechos humanos
En un artículo reciente, el ex presidente y polémico Carlos Menem declaró que existe total falta de seguridad jurídica para que lleguen al país inversiones significativas, y recalcó la reaparición del intervencionismo estatal.
Uno de los reflejos de esto último se percibe en las presiones de la Casa Rosada por mantener a voluntad una serie de precios, a causa de lo cual se ha granjeado más de un dardo soplado por empresarios y analistas económicos.
Para Aldo Abram, de la consultora Exante, que prefiere por cierto hablar de recomposición de la economía y no de crecimiento, estas actitudes desalientan las inversiones.
© cubaencuentro.com