La alianza que se avecina

El lenguaje es el mismo utilizado por el viceministro cubano de Asuntos Exteriores, Abelardo Moreno, en una reciente entrevista publicada en Juventud Rebelde: "Estamos viviendo en un mundo unipolar, donde las acciones unilaterales de Estados Unidos y sus aliados afectan básicamente a los países del Tercer Mundo, cuya institución de concertación política fundamental es el MNOAL. Por consiguiente, para poder hacer frente realmente a esa ofensiva unilateral, coercitiva, injusta, tiene que haber un movimiento fuerte".

La sintonía no es nada casual y las expresiones de "mundo unipolar" y "acciones unilaterales de Estados Unidos" son lugares comunes en los discursos del presidente de Irán, el conservador y fundamentalista Mahmud Ahmadinejad, otro de los mandatarios que difícilmente se perderá la reunión cumbre de La Habana, porque el enfrentamiento entre Teherán y Washington, por el asunto del enriquecimiento de uranio, alcanza nuevas dimensiones internacionales.

Castro y los 'visitantes distinguidos'

Estas cumbres tienen una secuencia escalonada de reuniones. Del 11 al 12 de septiembre los embajadores y viceministros discutirán detalles de los documentos. Del 13 al 14 le corresponde a los ministros de Asuntos Exteriores ir acercando posiciones. Los días 15 y 16 estarán dedicados al maratón de discursos de los jefes de las delegaciones, al mismo tiempo que ministros y funcionarios buscarán los consensos en los aspectos más conflictivos de la declaración final y de otros documentos.

Una de las interrogantes que muchos se plantean es si en la sesión inaugural de la Cumbre, el 15 de septiembre, aparecerá Fidel Castro. Ya se vio que reservó su reaparición en fotos y vídeo para el 13 de agosto, el día de su cumpleaños. Al Comandante en Jefe le encanta escoger los tiempos de los efectos especiales.

Por lo pronto, no se puede descartar que aparezca para leer una breve declaración de bienvenida y dejar instalado a Raúl como presidente efectivo de la Cumbre, mientras prosigue su proceso de recuperación. Al anunciar en su último comunicado que "en los próximos días" estará recibiendo "a visitantes distinguidos", Castro deja entrever que podría participar en la Cumbre en la fase más importante, que son los proyectos entre dirigentes del más cercano círculo antiimperialista.

Los resultados y objetivos de la Cumbre serán cocinados en salones reservados del Palacio de las Convenciones. Por cierto, todos están bien equipados con micrófonos para que los más altos dirigentes cubanos puedan seguir las discusiones o recibir informes de lo discutido.

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