Actualizado: 18/04/2024 23:36
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Georgia

Las rosas marchitas

El país caucásico se lanza a las calles contra la gestión autoritaria del presidente Saakashvili, quien en 2003 había depuesto al ex comunista Shevardnadze.

Comentarios Enviar Imprimir

Esa hermosa ciudad, que fue en su tiempo favorita de los turistas esteeuropeos y ahora trata de recuperar su esplendor, se convirtió al fin de la Guerra Fría en uno de los centros de muerte más brutales del mundo. Allí se enfrentaron los federalistas georgianos y las tropas separatistas abjasias, despedazándose unos a otros. Nadie comprendió y, a decir verdad, a casi nadie le importó entonces lo que allí estaba pasando.

La guerra, por otro lado, destruyó las riquezas del país. En la época comunista, Georgia exportaba ella sola el 97% de toda la producción soviética de té y cítricos. Actualmente, todo ese comercio desapareció, pero la zona sigue siendo una posición estratégica para el acceso a Turquía.

Territorios en disputa

En un reciente referendo, celebrado en Osetia del Sur, de 70.000 habitantes, ratificó la opción de independencia de esa región, que ya se había manifestado desde 1992. Aunque este resultado no está reconocido por la comunidad internacional, sí tiene amplio significado en la política interna de Georgia.

El conflicto abierto entre Georgia y las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia (a orillas del Mar Negro y que también se declaró a favor de la independencia en 1999) están en el centro de la enemistad entre Rusia y este país del Cáucaso. Ambos territorios se han mantenido fuera de la jurisdicción de Tbilisi por más de una década, después de las guerras de 1990-1992 y 1992-1993, respectivamente.

Este hecho ha sido aprovechado por el presidente ruso Vladimir Putin, quien ha ayudado a ambas regiones y permitido a sus residentes obtener pasaportes y pensiones rusos. Paralelamente, miles de turistas rusos visitan ahora las costas de Abjazia cada verano y la población de Osetia del Sur se ha relacionado cada vez más con la república rusa de Osetia del Norte, con la que mantiene fronteras comunes.

Y aunque el presidente Saakashvili ha declarado que restaurará la integridad territorial del país antes de que termine el año 2008, y que reemplazará la fuerza pacificadora rusa en esa área por soldados internacionales, la verdad es que sólo una pequeña parte de la población desea que esto se convierta en realidad.

Es más, los osetios y los abjasios afirman que si Naciones Unidas da la independencia a Kosovo, en contra de la voluntad de Belgrado, ellos tendrían el mismo derecho a declararse independientes de Tbilisi, ya que ambos territorios se pronunciaron por la independencia desde los años noventa en sendos referendos.

Saakashvili: ¿héroe o demagogo?

Mikhail Saakashvili, de 39 años, fue el ídolo de la Revolución de las Rosas, en noviembre de 2003 en Georgia, cuando se lanzó a las calles y arrastró tras sí a cientos de miles de ciudadanos en demanda de democracia y libertad, un movimiento que dio al traste con el gobierno de Eduard Shevardnadze, quien había sido ministro de Exteriores de Gorbachov y uno de los padres de la política de Glasnost.

Sus opositores dicen ahora que Saakashvili practica en realidad un autoritarismo que criticó en el pasado y ponen como ejemplo la reciente represión con que detuvo a los que manifestaron su desacuerdo con el gobierno. Pero el educado abogado Saakashvili alega que tuvo que actuar para impedir la influencia de Rusia.

Desde que tomó el poder en 2004, Saakashvili inclinó el país hacia occidente, introdujo la economía de mercado y anunció su intención de entrar a la OTAN. Prometió al pueblo acabar con la corrupción, recuperar los territorios de Abjasia y Osetia del Sur y llevar la prosperidad al país. En realidad, no ha podido cumplir casi ninguna de sus promesas y ahora echa las culpas a Moscú.

Nacido en Tbilisi, se pasó la vida estudiando en Ucrania, Francia y Estados Unidos, y trabajó como abogado en Nueva York. En octubre de 2000 regresó al país y fue nombrado ministro de Justicia por el entonces presidente Shevardnadze, pero dos años más tarde renunció diciendo que no podía seguir formando parte de un gobierno "tan corrupto". Entonces fundó el partido Movimiento Nacional y en las elecciones municipales fue elegido alcalde de Tbilisi.

En noviembre de 2003 aprovechó el descontento popular contra Shevardnadze para liderar pacíficas protestas callejeras que provocaron la renuncia de su mentor, a quien reemplazó no sin antes señalar a las masas: "Se lo dije con mucho dolor… Mire Sr. presidente, tuvo la oportunidad de convertirse en el padre de la nueva Georgia, pero no fue capaz".


« Anterior123Siguiente »

Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.