Quiebre de la tendencia
El regreso de Alan García y la caída de Ollanta Humala.
El mal menor parece haber sido el pensamiento que primó entre el electorado peruano a la hora de escoger entre Ollanta Humala y Alan García, por lo que favoreció al segundo con mayor amplitud de la que se esperaba: 52,77% de los votos por 47,23%.
Expertos han declarado a Encuentro en la Red que sin duda los votos de la conservadora por Unión Nacional, Lourdes Flores, que no llegó a segunda vuelta, remanentes del fujimorismo y seguidores de Alejandro Toledo se sumaron a la candidatura de García, cuyo período 1985-1990 es casi unánimemente recordado en Perú como una gestión desastrosa.
Pero otro factor que incidió en los comicios del domingo fueron las injerencias del mandatario Hugo Chávez, quien por tanto insistir en elogiar a Humala y descalificar a García y al presidente Toledo, terminó enajenándole a su favorito buena porción de votos y soliviantando zonas del patriotismo peruano.
Las intromisiones provocaron el retiro de los embajadores respectivos, y su segundo capítulo se dilucida durante estos días en la Asamblea General de la OEA.
No pocos peruanos debieron poner oído a lo que el editor del diario El Comercio, que se publica en Lima, exponía horas previas a los comicios: "Humala pretende usar los mecanismos formales y reales que hoy le brinda la democracia para luego subordinarlos a un proyecto autoritario precisamente expresado en su discurso político excluyente…".
Diablo conocido
Para el profesor de la Universidad Chilena de Los Andes, Samuel Vial, resulta sintomático que el norte de Perú, más cercano a Venezuela, y la capital, más cosmopolita, hayan favorecido a García, en tanto el voto sureño se inclinó por el ex comandante.
En conversación con Encuentro en la Red, el catedrático precisó que el líder del APRA "es diablo conocido, pero que no puede repetir una gestión como la anterior. Tendrá enfrente exigencias enormes", añadió.
Por un lado, el flamante mandatario electo deberá mantener los resultados macroeconómicos que hereda de Toledo, que ubicaron a Perú en el sexto lugar con mayor crecimiento mundial en 2005, y en el quinto con mayor crecimiento exportador, de acuerdo con la revista The Economist y el Banco Mundial.
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