Actualizado: 15/04/2024 23:17
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Nicaragua

Una dudosa victoria

Aunque más del 60 por ciento del electorado votó contra el sandinismo, el pacto Alemán-Ortega convirtió en presidente a este último.

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Con el beneplácito y la sonrisa cómplice del ex presidente Arnoldo Alemán, desde su cómoda prisión domiciliaria en una finca familiar, Daniel Ortega ha sido proclamado presidente de Nicaragua tras su cuarto intento para regresar al poder.

Desde 1979 hasta 1984, Ortega gobernó Nicaragua, aunque lo hizo como presidente electo de 1985 a 1990. Ese último año perdió las elecciones y también en 1996 y 2001. Esta es su quinta postulación presidencial.

No se trata de una acusación gratuita. En 2000, estando al frente de la oposición, Daniel Ortega consiguió arrancarle un pacto al entonces presidente Arnoldo Alemán, por el que el partido de éste, el Liberal Constitucionalista (PLC), y el FSLN se repartieron los poderes del Estado mediante una reforma constitucional.

La verdad es que el pacto liberal-sandinista fue ideado por mentes astutas que sabían muy bien lo que estaban haciendo. En realidad, Daniel Ortega y el FSLN nunca hubieran podido ganar las elecciones con el 45 por ciento de los votos, porcentaje que se estableció en la reforma constitucional democrática de 1995 como mínimo para obtener el triunfo electoral, o en caso contrario ir a una segunda vuelta entre el primero y el segundo lugar.

Precisamente porque Ortega no podría alcanzar ese porcentaje de votación, y con el fin de facilitarle la posibilidad de volver a ser presidente de Nicaragua, fue que las cúpulas del FSLN y el PLC pactaron para bajar el umbral electoral del 45 al 40 por ciento, y hasta el 35 por ciento de los sufragios en el caso de que la diferencia entre el primero y el segundo lugar fuese más del 5 por ciento.

Aquí radica la clave de la "victoria" de Ortega. Como dato adicional, se puede agregar que la ONG Transparencia Internacional sitúa al ex presidente Alemán (1997-2002) como el noveno más corrupto del mundo en los últimos 200 años.

El otro elemento que favoreció a Ortega fue el apoyo que Alemán brindó a José Rizo, el candidato del PLC. Los resultados demuestran a las claras que una alianza de Rizo con Eduardo Montealegre, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), habría representado una debacle para el comandante sandinista. Si a ello se suman los porcentajes de otros candidatos de la oposición, se llega fácilmente a la conclusión de que más del 60 por ciento de los electores (el 62% hasta el quinto informe del Consejo Supremo Electoral) votaron contra el comandante sandinista.

El sandinismo que gobernará

Debido a la alianza Ortega-Alemán, no resulta sorprendente que muchos de los históricos dirigentes del FSLN no sólo hayan tomado distancia del ahora electo presidente, sino que lo criticaran durante el período electoral.

La "corrupción" y el "populismo" reinarán en Nicaragua si Daniel Ortega, candidato presidencial del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), gana las elecciones del próximo 5 de noviembre, auguró en una entrevista su ex correligionario y ex vicepresidente de la República, Sergio Ramírez.

"El FSLN está en manos de la familia Ortega, ha perdido toda su mística revolucionaria, y sus actuales dirigentes únicamente buscan el poder para hacer negocios", opinó Ramírez, actualmente retirado de la arena política y concentrado en la actividad literaria como novelista.


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