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La clave radica en la selección de una figura cuya principal función ha sido administrativa y no ideológica

La distinción entre partidario u opositor de Fidel Castro se erigió como criterio no ya de lo político, sino también de lo moral y toda relación social se politizó

La diáspora abarca toda la geografía. Hubo que inventarla para no mencionar al exilio y para no hablar de Miami, o al menos para restarle importancia

Un intento despiadado de manipulación masiva, de no darle tiempo a nadie de percatarse que su vida ha sido empobrecida cultural y económicamente

Dos hipótesis de cara a las elecciones del próximo año en EEUU: insuperable la distancia entre cambios demográficos y políticos en el exilio o los nuevos inmigrantes son en buena medida trumpistas; y ambas favorecen la reelección de Trump

Sin tapujos ni reclamos ideológicos y políticos: ya no solo no se admite en Miami a quien alabó a Castro; tampoco a cualquier niño o niña que viva en Cuba y quiera besar a su madre

Segunda y última parte de este trabajo

Sobre el “caso Haila” y el “intercambio cultural” entre Cuba y Estados Unidos

Otra opinión sobre la actuación en Estados Unidos de músicos que viven en Cuba

El debate —que agradezco— sobre mi trabajo publicado el pasado viernes me motiva a reproducir en dos partes un texto aparecido en 2014; y, por supuesto, también mi vanidad