De vuelta a la incertidumbre

Septiembre es la segunda exposición personal del artista cubano Maykel Linares, con la que raymaluz Art gallery comienza una nueva andadura profesional, luego de tres años bajo el sello Luz & Suárez del Villar. Ahora, y en exclusiva bajo la dirección de Raymaluz González, la galería emprende una nueva etapa concentrada en la promoción del arte cubano contemporáneo apostando por una variada nómina que somete a diálogo el trabajo de artistas ya reconocidos por el sistema institucional del arte y otros más noveles, cuyas poéticas reclaman el interés de la crítica especializada.

En esta muestra, que se inaugura el jueves en Madrid, Linares explora un giro —bien sintomático— respecto de su obra precedente, asistido por una sobriedad formal fuera de serie, tanto como por una densidad conceptual que se conecta con su hacer pero con nuevos signos de identidad, que lo hacen mucho más atractivo a los efectos del ejercicio mismo de la crítica y del disfrute pleno del hecho pictórico en sí.

Con independencia de los recursos formales puestos en uso (propensión a la monocromía: grises cromáticos) y de las estrategias de apropiación y de permutación de la(s) imágene(s) tan recurrentes a lo largo de su trabajo, Septiembre no desea advertir otra cosa que el placer por la pintura como fin y como goce. Una meta que se ha impuesto el artista hace ya bastante tiempo y con la que —a cada búsqueda suya— alcanza más loables resultados.

A Maykel Linares le gusta pintar, disfruta en potencia con el escarceo matérico y su ductilidad física y lingüística (también lúbrica). Desde siempre le ha fascinado la experimentación con el medio pictórico y sus múltiples niveles y gradaciones ontológicas. Por lo que esta nueva entrega es, antes que nada, un juego de divertimento especular que “busca desandar la imagen seriada para devolverla al tejido aprehensivo de un nuevo original”, como afirma el propio artista.

En principio, cada imagen resulta extraída de una enciclopedia de la historia del transporte, para luego —mediante un proceso de reasignación semántica en ese mismo tejido que señala el artista— ser convertida en metáfora de los trayectos migratorios sobre los que se ordena el mapa de la cultura contemporánea y su imperativo nómada e impenitente. Una condición perenne de la cultura cubana que tensa su espíritu tránsfuga e impenitente.

El resultado de esta nueva entrega es un conjunto de obras impactantes, cerradas sobre sí mismas y con una mayor elocuencia —tácita incluso— entre los órdenes discursivos que ellas proponen y los asideros meramente formales que las orquestan. Cada pieza es un ejercicio lúdico de “alteración” y “fijación” de sentido, en el que los títulos juegan un papel fundamental a la hora de referir experiencias del sujeto que son recuperadas de su patrimonio emocional y afectivo. Este es un rasgo que supone sello de identidad en su trabajo. Toda la obra es una arqueología personal. Un modo de juntar fragmentos que han quedado dispersos en el entramado de una memoria escindida. Cotejar el recuerdo, hacer cálculo de lo diaspórico y errante, supone siempre la reconstrucción frente al espejo. Una manera de orquestar las tesituras de la nostalgia en un todo holístico que le da forma y le redime.

Septiembre es, por tanto, un nuevo mapa de afirmación de lo pictórico en el que la imagen goza de su lugar y cede paso a las retóricas agazapadas del erotismo en la búsqueda de su objeto furtivo y díscolo, cumple el ritual de la sugerencia y de la entrega.

GALERÍA raymaluz Art gallery. San Lorenzo, 3. 28004. Madrid.

Exposición: Septiembre.

Artista: Maykel Linares.

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